Pedro Sánchez ha utilizado un helicóptero y dos aviones para ir a defender una menor emisión de gases tóxicos en la cumbre del clima que se celebra en Bakú (Azerbaiyán). Este es el gran despliegue aéreo, tres aeronaves del Estado, que ha utilizado el presidente del Gobierno para poner rumbo a la mayor cita contra el cambio climático que reúne a expertos y autoridades. Sánchez volverá de Bakú, previsiblemente, mañana por la noche.
El jefe del Ejecutivo ha salido del Palacio de la Moncloa, tras la rueda de prensa que ha ofrecido posterior al Consejo de Ministros, en un helicóptero Superpuma que había llegado minutos antes procedente del aeródromo de Cuatro Vientos. Tras un breve viaje de quince minutos, le ha dejado en la base aérea de Torrejón de Ardoz. Allí se ha montado en un Airbus A310, el avión más grande y contaminante, para viajar con su séquito a Bakú. Otro avión más pequeño, un Falcon, ha salido vacío tras el Airbus para que el presidente tenga una aeronave a su disposición si el avión principal sufre algún tipo de avería.
La cumbre del clima es una cita a la que Sánchez ha acudido todos los años desde que está en la presidencia del Gobierno. En el Ejecutivo consideran que su presencia este año cobra una importancia mayor al considerar que la tragedia de la DANA ha puesto de manifiesto el desafío que plantea el cambio climático. A diferencia de las ediciones anteriores, el dirigente socialista acudirá sin su ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que este mismo martes se examina para ser vicepresidenta de la Comisión Europea.
La agenda de Sánchez en Bakú
En esta ocasión, está previsto que Sánchez participe en una mesa redonda sobre financiación climática y en la presentación del informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el impacto que el cambio climático tiene en la salud, además de intervenir en el plenario principal junto al resto de líderes mundiales.
Para el Gobierno será una ocasión para defender la necesidad de "redoblar esfuerzos para evitar los peores efectos del cambio climático", recordando que la COP es "el principal foro multilateral donde se adoptan decisiones a nivel global en la lucha contra el cambio climático".
Protestas de activistas
Rebelión o Extinción y Rebelión Científica han criticado la "hipocresía homicida" de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (COP29) en el día de su inauguración en Bakú, que tiene lugar mientras Valencia "aún enfrenta las consecuencias del desastre climático" tras la DANA, que ha dejado más de 200 víctimas mortales.
"La industria de los combustibles fósiles es responsable de catástrofes como la de Valencia, de las víctimas y de los daños", han denunciado a través de un comunicado. "También quienes las apoyan desde puestos de poder, mientras demuestran carecer de las capacidades más básicas para liderar a nuestras sociedades ante la mayor amenaza enfrentada jamás por la especie humana, ya sea en la COP o en la gestión misma de esas catástrofes", han añadido.
En Madrid, activistas de Greenpeace han desplegado una pancarta de 140 metros cuadrados en la Plaza de España de Madrid con el mensaje "Frenar el cambio climático, salva vidas" y un enorme crespón negro en solidaridad con todas las víctimas de la DANA. Con esta acción, Greenpeace demanda que sus terribles consecuencias movilicen la respuesta política frente al cambio climático, en un momento clave como es la cumbre del clima, en la que los líderes mundiales deberán llegar a acuerdos antes de su fin, el 22 de noviembre.
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