Política

Sánchez ofrece a Gabilondo ser Defensor del Pueblo si no logra gobernar la Comunidad de Madrid

El líder socialista busca una figura de consenso para controlar un órgano encargado de velar por el respeto de los derechos recogidos en la Constitución

Pedro Sánchez ha ofrecido a Ángel Gabilondo, ex candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid del PSOE, el cargo de Defensor del Pueblo si finalmente el PP logra pactar con Ciudadanos y Vox para hacerse con el gobierno regional. Fuentes del PSOE aseguran que la oferta ya está sobre la mesa y que Gabilondo ha manifestado a Sánchez su interés en esa opción. “Le están ofreciendo ser Defensor del Pueblo si finalmente no logra gobernar la Comunidad de Madrid”, aseguran fuentes del PSOE. Aunque desde el entorno de Gabilondo se limitan a decir “no tener noticas al respecto”.

Todavía queda por cerrar la investidura en la Asamblea de Madrid. De manera que el ofrecimiento de Sánchez se mantiene confidencial. Pero varias fuentes socialistas aseguran que existe una “propuesta” oficial

Gabilondo logró en las elecciones del pasado abril ser el candidato más votado en la Comunidad de Madrid, con 880.000 papeletas. Pero la suma de sus escaños con los de Unidas Podemos y Más Madrid no son suficientes para darle la presidencia si los partidos de centro-derecha acuerdan investir a la popular Isabel Díaz Ayuso.

Persona de consenso

Los socialistas son realistas y consideran que lo más lógico es que finalmente Ayuso se haga con el poder regional. De manera que la figura de Gabilondo emerge para ocupar un cargo institucional de gran importancia, para cuyo nombramiento es esencial despertar mucho “consenso” a nivel político.

Son las Cortes las que deciden el nombramiento del Defensor del Pueblo, para un periodo de cinco años y después de una propuesta del Gobierno. Pero en estos últimos años su designación ha sido problemática. El actual responsable, Francisco Fernández Marugán, fue adjunto primero desde 2012, y lleva en el cargo en funciones desde julio de 2017, tras la dimisión de Soledad Becerril, hasta que se produzca la elección del nuevo titular.

"Encaja en el perfil"

El plan de Sánchez es entregar al catedrático y ex ministro de Educación el control de un órgano encargado de velar por el respeto de los derechos recogidos en la Constitución y de dar cuenta de su cumplimiento en las Cortes. Se trata de una autoridad del Estado encargada de garantizar los derechos de los ciudadanos ante abusos que puedan hacer los poderes políticos, y que se suele asociar a imparcialidad y absoluta dedicación.

Gabilondo ejerció de portavoz del PSOE en la Asamblea de la Comunidad de Madrid desde 2015. Pero antes fue Ministro de Educación (2009-2011), durante el último mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Antes, ha enseñado Metafísica, Hermenéutica y Teorías de la Retórica en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid. Fue rector de esa institución durante siete años.

Según las fuentes consultadas, Gabilondo habría comunicado su visto bueno a la propuesta. Después de cuatro años como líder de la oposición en la Asamblea de Madrid, el socialista está deseando desempeñar un cargo de mayor relevancia. “El de Defensor del Pueblo encaja perfectamente con su perfil”, comentan dirigentes del PSOE de Madrid.

El eje Gabilondo-Carmena

El nombre de Gabilondo ha estado en estos días en las quinielas del nuevo ejecutivo de Sánchez, así como otras figuras emblemáticas del ámbito de izquierda como la ex alcaldesa Manuela Carmena. Como adelantó Vozpópuli, Sánchez está pensando en la ex alcaldesa para un ministerio (se habla del de Justicia) o un cargo ad hoc de elevado nivel institucional.

Tanto Carmena como Gabilondo fueron los más votados en las últimas elecciones municipales y autonómicas, aunque la primera ha dejado el acta en el Consistorio y el segundo difícilmente se hará con el gobierno regional. Con esos nombramientos Sánchez estaría persiguiendo lanzar un gobierno de gran impacto a nivel de opinión pública. Eso le serviría para blindar el apoyo de Podemos y, a la vez, anclar su partido en el centro del tablero político, posición clave desde la cual permanecer en La Moncloa cuanto más tiempo posible.

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