Pedro Sánchez pretende hacer de la "distensión" territorial su santo y seña en los dos años que restan de legislatura, y del PNV, por un lado, y Podemos, por otro, sus socios parlamentarios "clave" para sacar adelante los proyectos del Ejecutivo; y, de paso, que esa fluida relación con el PNV sirva de "modelo" para la reunión de Sánchez con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el 9 de julio, aseguran a Vozpópuli fuentes socialistas.
Este lunes recibió en la Moncloa al lehendakari, Iñigo Urkullu, con quien ha acordado crear "grupos de trabajo", en palabras de éste, para empezar a analizar el acercamiento de presos de ETA al País Vasco, "sin plazos", y las 37 transferencias pendientes con esa comunidad; entre ellas una no menor: la "gestión" de la Seguridad Social, que no la competencia porque eso rompería la famosa caja única.
Urkullu entiende la "cautela" del presidente del Gobierno a la hora de hablar de cambios en la política penitenciaria porque hay que atender la "memoria" y la "reparación" de las 850 víctimas de la banda terrorista, pero ve necesario un cambio de política penitenciaria dirigido "a superar las medidas de excepcionalidad, evitar el desarraigo social de las personas penadas y facilitar su reinserción".
Tan "bueno" debió ser el ambiente que el propio Sánchez, prescindiendo de sus intermediarios en La Moncloa, lo describió en Twitter:
Hoy he comenzado la ronda de contactos que mantendré con las presidentas y presidentes autonómicos recibiendo en La Moncloa al lehendakari @iurkullu. Buena sintonía durante este primer encuentro y voluntad para trabajar juntos por la convivencia en nuestro país. pic.twitter.com/VBiH8cM3t8
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 25, 2018
Este mensaje, según diversas fuentes, esta dirigido en realidad a Torra, para que tome nota de su buena disposición a recuperar esa "convivencia" entre Cataluña y el resto de España.
De hecho, y aunque Sánchez ha dicho que no está dispuesto a hablar con él de los políticos presos del PDCat y ERC presos preventivos por el referéndum ilegal del 1-O y la posterior proclamación de la República catalana, algunas fuentes gubernamentales sostienen que sí podría hacerlo, de la misma forma que este lunes habló de ETA con el lehendakari.
El lehendakari propone a Sánchez abrir una "convención constitucional" para volver al espíritu fundacional de la democracia respetando su "realidad plurinacional"
Incluso Urkullu planteó al presidente del Gobierno la necesidad de hacer una reflexión sobre el actual modelo de Estado, asumiendo, primero, "una realidad plurinacional y la existencia de hechos diferenciales que demandan un tratamiento propio y singular", en alusión a País Vasco y Cataluña.
"No hemos hablado de ruptura sino de convivencia desde el respeto mutuo", subraya Urkullu, el cual ha trasladado a Sánchez la posibilidad de explorar, cara al 40 aniversario de la Carta Magna, este 6 de diciembre, lo que denomina una "convención constitucional" que permita interpretar el espíritu originario del pacto que supuso la Carta Magna.
El problema es que, para cualquier reforma, se necesita el concurso, por lo menos, del PP, y a poder ser de Ciudadanos. Y ninguna de estas dos fuerzas parecen dispuestas a encarar cambios "para dar la razón a los nacionalistas", en palabras de Albert Rivera.
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