Política

Sánchez premia con una Gran Cruz al letrado que desembarcó en el Congreso para forzar que se tramitase la amnistía

Galindo permitió que se tramitase la ley de amnistía afirmando que no existía una contradicción "palmaria" con la Constitución, permitiendo a Sánchez pagar el precio de la investidura a sus socios independentistas

Pedro Sánchez y Fernando Galindo
Pedro Sánchez y Fernando Galindo / Julián Salvadores.

Fernando Galindo fue el hombre clave del Gobierno de Pedro Sánchez para que la ley de amnistía se haya hecho realidad. Como letrado mayor del Congreso de los Diputados, Galindo dio el visto bueno a la tramitación de la ley de amnistía pese a reconocer que el texto contenía "posibles motivos de inconstitucionalidad". Un servicio a los intereses de Sánchez que el Gobierno premia con la entrega de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, la segunda condecoración más alta en dicho grado.

Sin Galindo, que fue alto cargo de Isabel Rodríguez en el Ministerio de Política Territorial antes de ser nombrado Letrado Mayor, Sánchez no podría haber pasado el primer escollo en la tramitación de la ley de amnistía. Fuentes parlamentarias explican a Vozpópuli que el Gobierno "debería abstenerse de haber dado esta condecoración por un mínimo sentido de la estética".

El equipo del Letrado Mayor del Congreso de los Diputados admitieron a trámite la proposición de ley porque consideraron que no entraba en contradicción "evidente y palmaria" con la Constitución Española. Al mimo tiempo, el informe de Galindo admitía que el Tribunal Constitucional podía encontrar "posibles motivos de inconstitucionalidad" en el texto. O sea, que la propuesta era inconstitucional, pero no mucho.

En cualquier caso, Galindo, secretario general de la Mesa del Congreso, esgrimió como argumento definitivo que el trámite de calificación y admisión a trámite de las iniciativas parlamentarias "no está configurado como un control previo de constitucionalidad". "La posibilidad de inadmitir una iniciativa parlamentaria en la fase de calificación y admisión a trámite es en todo caso excepcional", indicaba en su informe.

Precisamente, uno de los tres supuestos para inadmitir una proposición de ley es que la "iniciativa se encuentre viciada por una inconstitucionalidad palmaria". Algo que el anterior letrado mayor, Carlos Gutiérrez Vicen, encontró en la propuesta de ley de amnistía de Esquerra Republicana en 2021, por lo que fue inadmitida a trámite.

Con el sí de Galindo, la ley de amnistía pasó a la Mesa del Congreso de los Diputados y el resto es historia.

Galindo y su falta de independencia

El nombramiento de Fernando Galindo como Letrado Mayor provocó un terremoto en la Secretaría General de la Mesa del Congreso. Muchos de sus integrantes lamentaron que se rompía la "regla no escrita" de que el letrado mayor debía tener un carácter de imparcialidad. Algo que con Galindo no se cumplía por varios motivos, pese a formar parte del cuerpo de letrados desde 2010.

En primer lugar, porque coincidió con el mismísimo Pedro Sánchez como concejal del Ayuntamiento de Madrid entre 2008 y 2009. Además, trabajó a las órdenes de la socialista Isabel Rodríguez durante dos años, 2021-2023, como director general de Cooperación Autonómica y Local y a continuación como subsecretario del Ministerio de Política Territorial.

Su nombramiento provocó una cascada de salidas en la Secretaría General del Congreso. Hasta cuatro importantes miembros de la Secretaría General presentaron su dimisión, siendo la salida más notoria la del interventor de las Cortes Generales, Luis de la Peña.

En una carta, Luis de la Peña manifestaba su "radical incompatibilidad" con el nombramiento de Galindo como Letrado Mayor y anunciaba su dimisión tras 34 años de servicio: "Me veo obligado a solicitar, con carácter irrevocable, mi cese inmediato como Director de la Intervención de las Cortes Generales, habida cuenta mi radical incompatibilidad con el modelo de Administración Parlamentaria que su nombramiento como Letrado Mayor de las Cortes Generales y Secretario General del Congreso de los Diputados representa".

Otro de los episodios más sonados del condecorado Galindo es el choque que mantuvo con los letrados de la Comisión de Justicia. Los letrados de la comisión emitieron un informe en el que mostraron serias dudas sobre la constitucionalidad de la ley de amnistía, en términos mucho más contundentes que los expresados por Galindo. Se trató de un hecho insólito, ya que nunca antes los letrados de una comisión parlamentaria habían mostrado un criterio tan distinto del de los letrados de la Mesa del Congreso.

Los méritos de Galindo según el Gobierno

La ley de amnistía ha sido recurrida por inconstitucional por varias comunidades autónomas, y el Tribunal Supremo ha presentado una cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. El Gobierno considera, no obstante, que Galindo, con menos de un año al frente de la Secretaría General del Congreso, ha hecho méritos suficientes para recibir la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.

El Reglamento de la Orden del Mérito Civil establece que su objetivo es premiar al personal de la Administración Pública que preste o haya prestado "servicios relevantes al Estado", con "trabajos extraordinarios, provechosas iniciativas, o con constancia ejemplar en el cumplimiento de sus deberes".

Se establecen cuatro supuestos para poder entregar esta condecoración a un ciudadano:

  • La prestación de relevantes servicios, de carácter civil, al Estado.
  • La realización de trabajos extraordinarios de indudable mérito.
  • La laboriosidad o la capacidad extraordinaria, puestas de manifiesto en bien del interés general.
  • Las grandes iniciativas de influencia nacional y, en general, los hechos ejemplares que, redundando en beneficio del país, deban premiarse y estimularse.

El ministro de Asuntos Exteriores es Gran Canciller de la Orden del Mérito Civil, y técnicamente propone los nombres a condecorar para posteriormente ser aprobados en el Consejo de Ministros. El Gobierno ha entregado a Galindo la Gran Cruz de esta orden, la segunda condecoración de más alto grado, superada solo por el Collar.

No se sabe si ha recibido esta condecoración por sus "relevantes servicios", "trabajos extraordinarios", "laboriosidad" o "iniciativa de influencia nacional". Lo que está claro es que Galindo ha sido clave para que Sánchez desbloqueé la legislatura aprobando la ley de amnistía.

Con la entrega de la Gran Cruz, Fernando Galindo se pone al nivel de otros condecorados con la misma insignia como la filósofa Adela Cortina; el periodista asesinado David Beriáin; el empresario Amancio Ortega; o el cocinero Ferran Adrià.

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