Que no falte de ná. Si por algo se caracteriza el Gobierno de Pedro Sánchez es por un dispendio de recursos públicos tan generoso como ambicioso es su afán recaudatorio. Los datos no dejan lugar a dudas: nunca ningún otro Gobierno de España gastó tanto dinero. El Ejecutivo de Sánchez ha sido capaz de pulverizar por cuarto año consecutivo el récord de gasto, como se muestra en los documentos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) analizados por Vozpópuli. En 2023, el Gobierno de los 22 ministerios gastó 182.000 millones de euros. Siendo concretos: 182.223.728.000 euros.
Si nos atenemos a las cifras totales de gasto, el Estado central español dilapidó el pasado año 375.000 millones de euros. O sea, 30.000 millones más que en 2022. No obstante, para que el cálculo resultase lo más justo posible se ha excluido del monto total las inversiones del fondo de contingencia, la partida destinada a financiar la deuda pública (131.000 millones de euros), los fondos de compensación interterritoriales, las transmisiones financieras a entes territoriales y la cantidad destinada a las relaciones financieras con la Unión Europea. Esta resta nos deja la abultada cifra de 182.000 millones de gasto, correspondiente a Pedro Sánchez, sus 22 ministerios, Casa Real, Cortes Generales, Tribunal de Cuentas, Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial y Consejo de Estado.
Es la cuarta vez consecutiva que Pedro Sánchez bate récord de gasto público, en una clara línea ascendente que comienza tras su investidura en 2020 de la mano de Pablo Iglesias y la primera coalición Frankenstein. Ese primer año de Gobierno de coalición, con la pandemia de coronavirus causando estragos, el Ejecutivo gastó 165.000 millones. Fue el primer récord de gasto público de Pedro Sánchez, como apuntan los datos de IGAE, cuyo registro comienza en 2003.
Un año después, en 2021, el gasto del Gobierno de Sánchez volvería a ascender hasta los 172.000 millones, 7.000 millones más de gasto en solo 365 días. En 2022, el gasto creció nuevamente en 6.000 millones, hasta los 178.000 millones, cifra que ha vuelto a ser superada el año pasado alcanzando los 182.000 millones de gasto, el más alto de la historia de la democracia.
Tras los cuatro pódiums de Sánchez, en quinto lugar, se sitúa uno de los Ejecutivos del exlíder del PP Mariano Rajoy. Su Gobierno del año 2012, recién aterrizado en Moncloa tras perder las elecciones con José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 y ganarlas en 2008 (aunque sin mayoría suficiente), gastó 155.000 millones de euros, 60.000 millones más que el año anterior y 30.000 millones menos que ahora con Pedro Sánchez.
Aznar, el presidente más austero
El despilfarro de Sánchez contrasta con los tiempos austeros -a la par que boyantes para la sociedad española- del expresidente popular José María Aznar. En el año 2003, su Ejecutivo apenas gastó 52.000 millones de euros, cerca de cuatro veces menos que Pedro Sánchez en la actualidad. Mariano Rajoy llegó a triplicar esta cifra en 2012, el año que más gastó. No parece que, pese a gastar cuatro veces menos, la sociedad española viviera peor entonces que ahora.
Entre 2003 y 2009 se observa un crecimiento constante del gasto público. Desde el último año de Aznar en la Moncloa hasta el inicio de la segunda legislatura de Zapatero se produce un crecimiento del 100% del gasto. En 2009, el valedor de Sánchez dilapidó 72.000 millones de euros más que Aznar para prestar los servicios del Estado de bienestar.
La crisis económica volvió a cerrar el gripo del gasto, que pasó de los 122.000 millones de Zapatero en 2009 a los 110.000 millones en 2010 y a los 92.000 millones en 2011. Con Rajoy en la Moncloa, el gasto fluctuaría, con picos altos y bajos, pero siempre a una enorme distancia del dinero público que utiliza Pedro Sánchez. En 2015, cuando la economía española empieza a mejorar tras los duros recortes impuestos desde la Unión Europea, Rajoy alcanza su segundo pico de gasto: 144.000 millones, 40.000 millones menos que Sánchez en 2023.
Al año siguiente, Rajoy cierra su primera etapa al frente del Gobierno con 100.000 millones de euros de gasto, incluso menos que Zapatero en 2008. Esta cifra se mantuvo estable tanto en 2017 y 2018. Los primeros años de Sánchez como presidente en funciones del Gobierno, tras la moción de censura que sirvió para echar a Rajoy, no se caracterizaron por un gasto especialmente desorbitado, ya que el socialista heredó los presupuestos de Cristóbal Montoro.
En 2019, el IGAE registró un gasto de 96.000 millones. Sin embargo, la irrupción de Podemos en la ecuación gubernamental dispararía de manera exponencial el flujo de dinero. En 2020, el Gobierno de coalición PSOE-Podemos incrementó el gasto un 171%, superando los 165.000 millones, en una senda de despilfarro que se ha mantenido incólume hasta nuestros días. El cambio de cromos de Podemos por Sumar ha ratificado la misma tendencia de gasto desorbitado.
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