Al final, "guante blanco" en el debate socialista de Ferraz... el justo. Sobre todo por parte de quienes más tenían que ganar (y perder), Susana Díaz y Pedro Sánchez, que no han dado mucho trabajo a la moderadora, la periodista Carmen del Riego, pero se han sacudido a gusto.
Quizá por eso la figura del tercero en liza, Patxi López, como ocurrió en 2014 con el catedrático de Izquierda Socialista, José Antonio Pérez Tapias, ha logrado sacar cabeza.
Su frase recurrente al inicio de cada bloque temático "seguimos equivocándonos" porque veía a Susana Díaz y López enzarzados, junto con el "te pido que el día 21 no vayas a votar contra nadie", le haya servido para evitar la derrota segura que le augura el recuento de avales (10.866 frente a los más de 50.000 de los otros dos).
Quién sabe. Es una incógnita cómo operara en la mente de los casi 188.000 militantes que votarán este domingo la catarata de ataques feroces que se han lanzado los dos favoritos.
Díaz ha ido desde el principio a la yugular del ex secretario general, al que ha intentado "desenmascarar", dice su equipo, recordando que el problema del PSOE no es el "toxico" PP, al que se combate ganándole en las urnas; es él, recalcó, a quien han "abandonado" hasta sus colaboradores más directos porque puso el partido a su servicio.
"Ni Zapatero y Felipe Gonzalez se fían de tí", le ha llegado la andaluza a reprochar al ex secretario general, dando el golpe de efecto de anunciar que si el PSOE no se recupera electoralmente bajo su mandato, se irá.
"Lo que yo no voy a hacer es esconderme detrás de los militantes", señaló Susana Díaz, a lo cual el Sánchez replicó recordando que, bajo su mandato, en el PSOE Andaluz ha llegado a tener hasta 32 gestoras provinciales y locales, e impuso el acuerdo con Ciudadanos para gobernar la Junta sin pasar previamente por el Comité Director del PSOE-A.
"Yo no te he difamado", intentó cortarle Diaz, que ya en otro pasaje del debate llego a decirle a su oponente: "no mientas, cariño".
"Si yo vuelvo a ser secretario general, no se volverá a derrocar a nadie que haya sido elegido por los militantes", señaló Sánchez en su 'minuto de oro final'
El problema, insistió la presidenta de la Junta de Andalucía, es que el partido tiene que "ganar" y "no todo el mundo gana, Pedro, lo siento", recordando así sus dos derrotas electorales el 20-D de 2015 y el 26-J de 2016.
A ello, Pedro Sanchez, que no ha recogido el guante de la dimisión que le ha lanzado Diaz, contrapuso la idea de que el PSOE volverá a ganar solo "cuando vuelva a ser coherente"; "cuando haga lo mismo que dice", añadió en referencia al error de la abstención en la investidura de Mariano Rajoy, "aunque eso le cueste, como a mí, dimitir y dejar el escaño".
En el tercio final del debate, López intentó que la candidata andaluza entrara al trapo de su idea de que "el PSOE necesita un líder 25 horas al día", en alusión a que no podrá seguir siendo presidenta de la Junta si gana, pero ella no quiso y tanto el exlehendakari como Sánchez usaron de flanco para atacarla.
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