El primer acto de partido que celebrará el presidente Pedro Sánchez después de anunciar este viernes su decisión de adelantar o no las elecciones generales, al haber devuelto el Congreso los presupuestos al Gobierno, será el sábado en Sevilla, junto a la andaluza Susana Díaz.
Han pasado dos meses desde la última vez que Sánchez y Díaz coincidieron, en aquella ocasión en la campaña electoral andaluza, en un acto celebrado en Marbella (Málaga), y desde entonces ambos han recibido severas derrotas políticas.
La pérdida del Gobierno en Andalucía después de 36 años de hegemonía socialista, en el caso de Díaz, y la incapacidad para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, en el caso de Sánchez, impregnarán previsiblemente el ambiente del reencuentro.
¿Ambiente preelectoral?
Un ambiente que podría ser más preelectoral de lo que marcan las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo, si el presidente, tras escuchar al Consejo de Ministros, llama el viernes a los españoles a las urnas.
La estrategia de precampaña la avanzaba en el debate de presupuestos la 'número dos' del PSOE y portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, al situar en la extrema derecha al PP y Cs y junto a ellos, en contra de Pedro Sánchez, a los independentistas catalanes.
A pesar de que la imagen de Sánchez y Díaz juntos el sábado podría interpretarse en clave de derrota, también ante los suyos podría proyectar un mensaje de unidad para hacer frente a los acontecimientos.
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