La unidad entre el PSOE y el PSC frente al desafío independentista es total y el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, lleva días haciendo público su "orgullo" por el modo en el que sus compañeros en Cataluña están defendiendo su rechazo al "referéndum ilegal" el 1-O y su apuesta por el diálogo y por cómo están soportando la "presión brutal" que les llega desde el sector independentista. Y, según explican a este periódico fuentes de Ferraz, también lo está haciendo en privado, ya que está hablando con los alcaldes del PSC para trasladarles personalmente su apoyo.
Sánchez ya habló con muchos regidores en persona el pasado martes en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), cuando asistió al Consejo Municipal del PSC, en el que más de 350 alcaldes y concejales hicieron público un manifiesto contra el referéndum y en el que denunciaban las presiones intimidaciones que están sufriendo por negarse a colaborar con los independentistas. Lo denunció también de manera muy dura su primer secretario, Miquel Iceta, que puso nombres y apellidos a estas amenazas, incluso de muerte, que están recibiendo sus cargos.
Pero el líder del PSOE continúa en contacto con ellos. Desde ese día, ha seguido hablando con muchos alcaldes de las cuatro provincias y prestando especial atención a los de localidades pequeñas, donde "la presión es mucho mayor". En sus conversaciones, insiste en su mensaje de apoyo y elogia la firmeza con la que están respondiendo a esta situación.
Y probablemente vuelva a hacerlo el próximo domingo cuando asista a la Fiesta de la Rosa del PSC en Gavà. Sánchez volverá a asistir a esta celebración, donde ya estuvo el año pasado con Iceta. En aquella ocasión, quedó para el recuerdo el mensaje del primer secretario de los socialistas catalanes animando al líder del PSOE a que intentara un gobierno alternativo al PP. "¡Líbranos de Rajoy y del PP!¡Por Dios!", clamó.
Este año, con toda seguridad buscará ser una muestra de fuerza del PSC, el único partido no independentista con poder municipal en Cataluña. Sus 122 alcaldes gobiernan para un 30% de los catalanes y hay unanimidad en la respuesta al 1-O. Y por si alguien piensa "saltarse la ley", Iceta ya ha avisado que junto a la condena de un juez, los díscolos recibirán la expulsión del partido.
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