Sorpresa diplomática de La Moncloa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado un viaje a Marruecos con menos de 24 horas de antelación. No hay agenda oficial, ni tampoco temática. Pero la visita de este miércoles se produce tras el descalabro electoral del PSOE en Galicia y apenas unos días después de la muerte de dos agentes de la Guardia Civil en Barbate (Cádiz) embestidos por una lancha del narcotráfico.
La Moncloa ha comunicado el desplazamiento con apenas unas horas de antelación, en un modus operandi absolutamente inédito para los usos y costumbres diplomáticos de cualquier Gobierno; y más cuando se trata de un país tan sensible con el que todavía se están reconstruyendo relaciones desde la grave crisis fronteriza del 2021.
Sánchez irá a Rabat acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. El presidente se marchará a Marruecos tras la sesión de control del miércoles en el Congreso, en la que será preguntado por el batacazo electoral del PSOE el pasado domingo en Galicia.
Sánchez, sin agenda en Rabat
La nota de Moncloa habla de una visita a un "país vecino, amigo y socio estratégico de España en todos los ámbitos". El viaje se hace como parte del "inicio de esta nueva legislatura" y, según el Gobierno, "subraya los profundos lazos que unen a ambos países".
Fuentes diplomáticas de Exteriores han remitido a Moncloa para cualquier información adicional sobre el viaje y sus motivos. No se sabe si Sánchez tiene previsto verse con el rey Mohamed VI o qué asuntos llevan al presidente a Rabat de forma tan urgente.
Sánchez regresa a Rabat poco más de un año después de la Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos que marcó el inicio de "una nueva era en las relaciones" entre ambos países. En aquella ocasión, no hubo reunión entre el monarca alauí y el presidente del Gobierno. Pero Moncloa vendió una llamada telefónica entre ambos, en la que Mohamed VI emplazaba a Sánchez a una próxima visita oficial. Si está es la visita, no se puede decir que se haya vendido con mucha antelación.
Narcotráfico en el estrecho
Además de esa foto pendiente, varios acuerdos de la RAN de febrero del 2023 siguen sin ejecutarse. El más importante es la reapertura de las aduanas de Ceuta y Melilla. La de Ceuta fue cerrada de forma unilateral por Rabat en agosto del 2018. Rabat ha mostrado su voluntad de cumplir con este compromiso, pero argumenta "problemas técnicos" para proceder a la reapertura.
Otra de las polémicas de las últimas semanas ha sido la muerte de dos agentes de la Guardia Civil, víctimas del narcotráfico en aguas del estrecho. El hachís, que llega habitualmente a la península desde Nador (Marruecos), es uno de los principales problemas que asolan las comarcas andaluzas de la zona. Y las denuncias de la Guardia Civil y el uso que los narcos hacen de los inmigrantes para llevar la droga a España es una de las prioridades de las fuerzas de seguridad españolas.
Otra de los puntos que Sánchez tiene pendientes es la organización del Mundial de fútbol del 2030, que corganizan Marruecos, España y Portugal. Rabat y Madrid han pugnado públicamente por la albergar la final. Nuestro país propone el Santiago Bernabéu; Marruecos no cede y quiere llevar el evento a Casablanca.
El Gobierno ha reemplazado recientemente al embajador de España en Marruecos. El diplomático Enrique Ojeda, muy próximo al PSOE y que hasta ahora dirigía Casa de América, ha sustituido a Ricardo Díez-Hochleitner.
Consecuencias en Argelia
Otra de las aristas que deja este viaje sorpresa es Argelia. El Gobierno argelino canceló un viaje de Albares a Argel hace diez días. Y no parece que regresar a Marruecos sea la forma ideal de resolver el otro gran conflicto diplomático que tiene el Gobierno en la región.
El restablecimiento de relaciones entre Madrid y Rabat comenzó con el reconocimiento que Sánchez hizo del plan de autonomía de Marruecos para el Sáhara. Una decisión que tomó sin encomendarse a nadie y que rompió con más de 40 años de apoyo sin fisuras al referéndum de autodeterminación en la colonia española.
Este giro desató la ira de Argelia, que suspendió tratos y relaciones con España. Esos acuerdos se han ido recuperando. Y el embajador argelino regresó a Madrid a finales del año pasado. Pero los pasos para ir solucionando este otro frente en el Norte de África sufrieron un severo traspié con la suspensión de la visita de Albares para la que Exteriores no tiene todavía nueva fecha.
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