Si ya la intención de finalizar el 39 Congreso con un gran acto con militantes y simpatizantes había generado críticas en algún sector del PSOE, otro cambio de última hora puede agudizar el malestar. A falta de definir todos los detalles de la cita, el equipo de Pedro Sánchez se plantea concentrar la segunda jornada del cónclave en el mismo pabellón donde después tendrá lugar el "mitin", lo que pondría en compromiso a los 'barones' y exdirigentes que acudan a la votación de la Ejecutiva. ¿Se marchan antes de que lleguen las bases?
La Gestora lleva meses organizando el Congreso de los días 17 y 18 de junio en Madrid. Había preparado la ponencia marco -con el proyecto político, económico y de organización del partido-; nombrado a sus ponentes; elegido la escenografía del cónclave y planificado su 'timing'. Y con la elección de Pedro Sánchez muchas cosas son susceptibles de cambiar.
El nuevo secretario general tiene un programa alternativo, su propio equipo para defenderlo y quiere ajustar el Congreso a su liderazgo. Por eso, y aunque formalmente es la Gestora la que debe pilotar el proceso congresual completo hasta ese cónclave, los 'pedristas' está introduciendo cambios sustanciales en lo previsto por la dirección provisional. El órgano saliente, por su parte, da por cerrado su mandato y, aunque no se disolverá hasta ese fin de semana, deja hacer a los ganadores de las primarias.
De esta manera, es el equipo de Pedro Sánchez el que está tomando muchas decisiones para un Congreso que se saldrá de lo habitual desde el principio hasta el final. Después de que el presidente de la Gestora, Javier Fernández, haya decidido no tomar la palabra en su arranque, su desarrollo será también muy diferente al de otras ocasiones.
Y todo lo marca el gran acto con el que el secretario general quiere finalizar este proceso. La Gestora había contratado las instalaciones del Palacio Municipal de Congresos para el evento, un espacio que ya ha acogido eventos políticos de esta magnitud. Sin embargo, no se ajusta a las necesidades del equipo de Sánchez porque no tiene capacidad para el encuentro con los militantes y simpatizantes.
Por eso, hace unos días, explicaron que ese acto se desplazaría a un pabellón de Ifema, que permita un aforo mayor. Entonces, algunos ya cuestionaron que Sánchez pretendiera que el millar de delegados acreditados para el Congreso -donde se vota la dirección del líder y el proyecto del partido- y los invitados tuvieran que desplazarse hasta el recinto ferial, donde, a menos de quinientos metros, se convocaría a los asistentes al mitin final. Muchos daban por hecho que ese acto final tendría grandes ausentes y el traslado de un lugar a otro era una excusa para no aparecer.
Primera jornada maratoniana
Pero, además, este último acto condiciona los debates del Congreso. Según han explicado fuentes socialistas, su organización ha provocado que todos los debates en torno a la ponencia tengan lugar el sábado. Es decir, que en una misma jornada se discutirán, primero, las enmiendas al proyecto político en comisiones temáticas y, después, el conjunto, más las enmiendas que lleguen vivas al último filtro, ante el plenario de los delegados.
Normalmente, esta última votación se pasa al domingo, para después someter a la aprobación del pleno la dirección que se suele negociar en paralelo. Pero, en esta ocasión, se prepara una jornada maratoniana para el primer día y se aligera el segundo, aunque para el domingo se reserva el momento clave de someter la nueva dirección a la aprobación de los delegados elegidos en todas las federaciones.
Y, ahora, el equipo del secretario general se plantea concentrar la segunda jornada en Ifema. Aunque no está cerrado, estudia la posibilidad de que los trabajos en el Palacio Municipal de Congresos terminen el sábado de manera que el domingo todos acudan directamente al pabellón cercano, para votar allí a la dirección del líder y después asistir a su discurso final que, en lugar de ante los delegados, como es costumbre, sea ante militantes y simpatizantes.
Si se mantuvieran los dos escenarios, los 'barones' y exdirigentes del partido, además de los delegados, podían optar por dar por terminado el Congreso con la votación de la Ejecutiva y no trasladarse hasta el pabellón del mitin. Pero si todo se concentra en Ifema tendrán que elegir entre quedarse a escuchar el multitudinario discurso final de Sánchez o marcharse antes de que lleguen los militantes, una imagen que abunda en la separación entre 'aparato' y bases que ha alimentado la campaña.
Los 'pedristas' insisten en que este acto con afiliados y simpatizantes responde a una petición que les ha llegado por múltiples vías, entre ellas desde las plataformas que le han apoyado en estos meses han pedido, y defienden que están ajustando la logística dentro de lo posible, porque a su llegada a Ferraz se han encontrado con decisiones que no podían cambiar, como el alquiler del Palacio Municipal de Congresos.
Sin embargo, para otros socialistas, se está "desvirtuando" el espíritu de este cónclave y buscando una "proclamación popular" que, además, deja en una mala situación a los dirigentes.
Por el momento, el entorno del expresidente Felipe González ya ha confirmado que asistirá al Congreso, en el que se reunirán muchos dirigentes que han estado con Susana Díaz en esta carrera por la Secretaría General del PSOE. La propia presidenta de la Junta de Andalucía es delegada en el cónclave, como también lo son los presidentes de Aragón, Javier Lambán; Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y Baleares, la 'pedrista' Francina Armengol. Además, tienen previsto asistir, aunque sin voto, los presidentes de Asturias, Javier Fernández; Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.
En su decisión estará asistir a la votación y marcharse o quedarse al acto final, junto a un público que han tenido en contra en los últimos meses. De hecho, algunos temen que se repita una situación parecida a la de la celebración en Ferraz la noche de las primarias, donde al reciente ganador le recibieron militantes entusiastas entre gritos de "susanista el que no bote" y "no es no", el lema con el que cargaron durante meses contra la Gestora y quienes defendieron la abstención ante el PP.
La dirección provisional ha decidido tener un segundo plano en este cónclave --ni hará informe de gestión ni su presidente, Javier Fernández, tomará la palabra al inicio-- pero, con toda seguridad, la Gestora y los 'susanistas' estarán muy presente en la mente de quienes acudan para aplaudir al secretario general.
Aunque el secretario general está tratando de tender puentes con el 'aparato' que ha tenido en contra, e incluso cree que está obligado a "recuperar los referentes" de diversas generaciones, falta mucho para que se cierren las heridas en un partido muy fracturado y con unas bases profundamente divididas.
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