En el particular pulso que mantiene Pedro Sánchez con los independentistas catalanes para que le apoyen el Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado 2019, la de éste sábado es una fecha marcada en rojo en el calendario. El presidente del Gobierno va a protagonizar con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y con la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, un acto en el que se revelarán las inversiones territorializadas para Cataluña y para el resto de España.
De hecho, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros este viernes, ni la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ni la Portavoz, Isabel Celaá, han querido desvelar detalles de esas inversiones para no romper el misterio. Montero solo dijo que van a ser tan buenas que "quienes defienden Cataluña deberían aprobarlas".
La estrategia de Sánchez y su equipo es clara: presionar al PdeCat y a ERC para que no puedan decir que no a un aumento sustancial de las inversiones en esa comunidad, que es lo que va a ocurrir si rechazan las cuentas públicas en algún momento de su tramitación parlamentaria, a partir del próximo lunes.
Frente a la petición de "gestos" por autodeterminación por parte del PdeCat y ERC, Sánchez va a la Ciudad Condal con un aumento presupuestario para Cataluña
Porque el as en la manga que se guarda el líder socialista es un aumento de la inversión en esa comunidad, desde el actual 13,5% del total hasta el 17 o 18% del total para España, en cumplimiento de la disposición adicional tercera del Estatut; algo que rechazan como insuficiente Torra y su mentor, Carles Puigdemont, como dejaron claro este viernes durante la reunión que mantuvieron en Waterloo (Bélgica), donde el segundo se encuentra huido de la Justicia:
Juntament amb el president @KRLS hem analitzat el nou curs polític. Donem tot el nostre suport als companys que són a la presó, exigim la seva llibertat i insistim en el no als pressupostos del govern espanyol, com han reiterat els grups parlamentaris d’ERC i PDeCAT. pic.twitter.com/htlvDf9sWT
— Quim Torra i Pla (@QuimTorraiPla) January 11, 2019
"Sé que va a ser un año muy próspero". La esta optimista frase con la que ha abierto Celaá la comparecencia de prensa posterior a la reunión del gabinete simboliza el espíritu con el que el Ejecutivo encara los próximos meses: si el presupuesto es aprobado, la legislatura acabará en junio de 2020 y si no, el Gobierno ya se encargará de ir aprobando las principales partidas vía decreto-ley o real decreto; que para eso ERC y el PdeCat ya han comprometido su apoyo.
Lo que no va a hacer Pedro Sánchez, pese a las reiteradas reclamaciones del independentismo catalán, es un "gesto" sobre el pretendido derecho de autodeterminación de Cataluña ni sobre los que ellos denominan "presos políticos" que van a ser juzgados a partir de finales de enero en el Tribunal Supremo por el referéndum ilegal del 1-O y la posterior proclamación de la República catalana.
Y eso va a dificultar bastante que la antigua CiU, muy dividida ahora entre los partidarios de mantener al PSOE en el poder y aquellos que, como Torra y Puigdemont, están dispuestos incluso a llevar la crisis al Govern de la Generalitat si ERC se desmarca de sus directrices de votar no a estos presupuestos.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación