Política

Así se creó Scrutinia, el fallido bot con el que Alvise Pérez aspiraba a competir con Indra

El líder de Se Acabó la Fiesta prometió que, para las elecciones del pasado 9 de junio, pondría en marcha un software que pudiera fiscalizar de forma paralela las acciones de Indra. Finalmente, lo que vio la luz no convenció ni a sus correligionarios más fieles

Alvise Pérez jura la Constitución en el Congreso de los Diputados tras ser elegido el pasado 9-J EP

Una de las promesas con las que Alvise Pérez y, por ende, Se Acabó La Fiesta, aglutinó a 800.000 votantes en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio, era la de combatir la corrupción política, viniera de donde viniera y en la forma que fuera.

Uno de esos 'enemigos' contra los que siempre ha cargado el eurodiputado es Indra, compañía encargada en España de llevar a cabo el recuento electoral. Alvise Pérez ha acusado a la empresa en diversas ocasiones de "no cumplir con la LOREG", ahondando en que hay trabajadores de Indra presentes en los recuentos, tal y como explicó el político en una entrevista reciente con El País.

Su batalla contra Indra le ha llevado, incluso, a presentar denuncias en la Fiscalía Anticorrupción por contratos que, a juicio de Alvise Pérez, "no deberían existir". Por ello, y con vistas a los comicios europeos donde su agrupación acabó obteniendo tres eurodiputados, Alvise Pérez creó Scrutinia, "un software de fabricación propia para fiscalizar a Indra".

Tal y como se refleja en la página web de Se Acabó la Fiesta, Scrutinia nació para "registrar las actas de escrutinio para su verificación y conteo de forma paralela a Indra y al Estado". A través de un link que te llevaba a Telegram, este "software" prometía que, una vez subidas las fotos de las diferentes mesas electorales que hicieran los electores, Alvise Pérez y su plataforma las compartirían para certificar que todo estaba bien. Sin embargo, el resultado final ha sido bien diferente.

Scrutinia, crónica de un fracaso anunciado

Fuentes cercanas al entorno de Alvise Pérez y Se Acabó La Fiesta relatan a Vozpópuli cómo fue el proceso de creación y lanzamiento de Scrutinia, el cual definen como "un mero bluf para que su comunidad no se le echara encima".

En origen, la idea era que Gabriel Araújo, reputado perito informático con años de trabajo en el ámbito electoral, y creador de un software real de escrutinio llamado ElectoVAR, cogiese las riendas del proyecto de Alvise Pérez, dando vida a Scrutinia.

Sin embargo, Araújo "dejó tirado de repente a Alvise y desapareció", lo que hizo temblar los cimientos de SALF, teniendo que montar de la noche a la mañana un nuevo equipo informático que pudiese hacerse cargo del plan de Scrutinia.

Esta responsabilidad acabó recayendo en Javier de la Hoz, "un crack de la informática" que en la actualidad está metido en el mundo de las startups con bastante éxito. Javier creó "deprisa y corriendo" el equipo que tomó la idea inicialmente adjudicada a Gabriel Araújo.

Aunque Alvise Pérez aspiraba a dar a sus fieles un sistema innovador, la realidad es, tal y como aseguran las fuentes consultadas por este periódico, que Scrutinia "era un bot que contestaba a la gente cuando subían las actas, pero no tenía la capacidad de procesar nada ni hacer nada".

El fracaso de Scrutinia, cuya incapacidad ha quedado clara, ha llevado a Alvise Pérez a "no hacer ninguna de las denuncias que prometió", en relación a la sombra de sospecha que él mismo había esparcido en torno a la capacidad de Indra para llevar a cabo el recuento de forma lícita.

Un bot, el de Scrutinia, que Alvise Pérez ofreció al resto de partidos para que estos colaborasen, tratando de obtener "el 100 % de las actas", tal y como le comentó al eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé, en un comentario en Instagram.

Una "guerra contra el fraude electoral" en la que Scrutinia poco o nada va a tener que decir, a tenor de su falta de autonomía y capacidad de procesamiento. Ante la impaciencia de sus electores por saber por qué no se han publicado las actas y el consiguiente escrutinio a la labor de Indra, decenas de usuarios han preguntado en las distintas redes sociales por ello.

Incluso citando a Gabriel Araújo, sobre quien creían que había recaído el proyecto, desconociendo una salida que él mismo confirmó en su perfil de 'X' (Twitter). Así se gestó el nacimiento de Scrutinia.

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