El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, es un valor en alza en el PP. Alcalde de Santander durante nueve años (2007-2016), tras ganar tres elecciones seguidas, Mariano Rajoy le catapultó al Gobierno en diciembre de 2016, y en algo más de un año su estrella política no ha hecho sino crecer; tanto, que ya se codea en las quinielas para una hipotética sucesión del presidente del Gobierno junto a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría y Alberto Núñez Feijoo, entre otros.
De la Serna, al frente de un departamento considerado más técnico que político, ha empezado a opinar discretamente en las últimas semanas sobre actualidad -Cataluña fundamentalmente- y eso no pasa desapercibido en los cuarteles generales populares, donde cualquier movimiento o gesto es mirado con lupa. Carles Puigdemont vive "en un mundo irreal" si cree que no va a tener que responder ante la Justicia, dijo el 23 de enero, y una semana más tarde insistió en que el expresidente de la Generalitat hace un ridículo "monumental".
Por eso, según han señalado a Vozpópuli diversas fuentes del partido, ya hay en la Dirección Nacional de los populares y en La Moncloa quienes comienzan a deslizar la idea de que el exalcalde de Santander, por su popularidad, podría ser un "buen" candidato en las elecciones autonómicas de 2019, se presente a la reelección el actual presidente regional, Miguel Ángel Revilla (PRC), o no.
En el último barómetro del CIS, De la Serna ha entrado en el grupo de cinco ministros mejor valorados que el propio presidente del Gobierno
Y es que los españoles tienen buena opinión del titular de Fomento, mejor que de su jefe, incluso. De hecho, según el último barómetro político del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizado en octubre, Íñigo de la Serna era uno de los cinco miembros del Gobierno, junto a la Sáenz de Santamaría, Isabel García Tejerina, Íñigo Méndez de Vigo y Luis de Guindos, que obtienen mejor valoración ciudadana que Rajoy.
Claro que esa encuesta fue realizada antes de que De la Serna y el titular de Interior, Juan Ignacio Zoido, fueran protagonistas el pasado Día de Reyes del atasco de miles de vehículos y conductores en la autopista AP-6 a la altura de Segovia por una fuerte nevada. Al día siguiente, La Moncloa forzó un comité de crisis presidido por ambos ministros para borrar la mala imagen de descoordinación que haía dado el Gobierno. Es su único borrón reseñable en quince meses de gestión, porque hasta del conflicto con los estibadores portuarios salió indemne.
Quienes defienden su candidatura a la Presidencia de Cantabria en 2019, bien sea por razones objetivas o "interesadas", reconoce alguna fuente, señalan además que puede ser la única solución a la guerra del partido en la región, entre su actual presidenta, María José Sáenz de Buruaga, apoyada por Génova, y el expresidente regional y del PP cántabro, Ignacio Diego. Éste perdió las elecciones de 2015 frente al regionalista Revilla y luego fue descabalgado del poder orgánico.
Ignacio Diego ha sido el primero en postular al ministro para 2019, según alguna fuentes "en connivencia" con quienes quieren retirarle de la sucesión de Rajoy
Desde entonces, Diego se ha atrincherado con buena parte del Grupo Popular en la Asamblea Regional, llegando incluso a negarse a aceptar de forma inaudita el nombramiento de Buruaga como portavoz parlamentaria una vez que se hizo con la Presidencia del partido. El coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, que llegó a amenazar a Diego y a los diputados rebeldes con expulsarles del partido sin no acataban la disciplina.
El miércoles 24 de enero, Ignacio Diego anunció en rueda de prensa que al final de esta legislatura abandonará la política y defendió que el próximo candidato del PP a la Presidencia de Cantabria debe ser Íñigo de la Serna, dado el "escaso atractivo" electoral de María José Sáenz de Buruaga.
El expresidente cántabro sostiene que "es hora de exigir ese paso al frente" al hoy ministro y exalcalde de Santander pues "cualquier otro candidato, en las circunstancias actuales, podría ser dramático" para el PP, que corre el riesgo de ser barrido del mapa por el PRC de Revilla. "Yo, personalmente, en mi fuero interno, quiero pensar que Íñigo de la Serna va a estar ahí para representarnos. Y estoy seguro de que lo afrontará".
Tras estas manifestaciones, algunas fuentes ven "connivencia" de intereses con los sectores del PP nacional que empiezan a percibir al ministro de Fomento como una amenaza para sus aspiraciones sucesorias en la carrera por La Moncloa.
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