Sectores relevantes de la organización de la marcha feminista del pasado 8-M estuvieron dispuestos a anular por el coronavirus la manifestación que se celebró en Madrid. Según fuentes de ese mismo sector, más bien cercano al PSOE, hubo “contactos” con el Ejecutivo a nivel ministerial para explicar su disposición a anular el evento por razones de “seguridad”. Pero pidieron al Gobierno que “tomara la iniciativa”. La región de la capital tenía al menos dos focos de la enfermedad y España ya tenía centenares de infectados. El Gobierno de Pedro Sánchez decidió no suspender la marcha.
Los contactos se realizaron tanto con miembros del Gobierno del PSOE como de Podemos, para entregar el mismo mensaje, aseguran las fuentes consultadas. “Se puede suspender la manifestación pero solo en el caso de que el Gobierno decrete un parón de unos 20 días, con un criterio claro de seguridad y que afecte a otros eventos, como el fútbol”, fue el mensaje que entregaron al Ejecutivo.
En su comunicación recordaron que de frenarse el evento tenía que ser el Ejecutivo quien lo anunciara y ejecutara: "El organizador no la puede anular [la marcha], porque es el comité médico que lleva el tema que tiene que opinar", reiteran esas fuentes. "Si no anulas partidos de fútbol, no me anulas la manifestación", fue el argumento principal del debate interno entre las organizadoras y el Gobierno.
A la vez, estas organizadoras cuestionaron la oportunidad de suspender la marcha sin saber si se anularían las procesiones de Semana Santa o las Fallas en Valencia, fiesta que finalmente se canceló este mismo martes. Y se dividió. Las afines a Podemos insistían en celebrar el acto, mientras que en el ámbito socialista se abrieron a la suspensión. También a nivel sindical hubo debate, con segmentos dispuestos a renunciar y otras decididas a no recular.
Lo que pedían, en definitiva, era un criterio general y objetivo: “Hubiéramos entendido un parón de 20 días, porque la marcha la puedes prohibir, pero con un criterio. Por ejemplo, como en Francia”. El país galo prohibió las reuniones de más de 1.000 personas. El planteamiento de parte de las organizadoras de la marcha del 8-M quedó, sin embargo, aparcado por el Gobierno.
Sin ver llegar la emergencia
Vozpópuli publicó en exclusiva que el Ejecutivo de Sánchez discutió sobre cancelar las rutas áreas a Italia y suspender concentraciones públicas como manifestaciones, eventos deportivos y culturales. Pero descartó esas medidas por razones de impopularidad. Esa decisión se tomó poco después del brote en Italia y se mantuvo hasta el pasado lunes, cuando el Ejecutivo anunció las primeras medidas activas de contención.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, dijo hasta el pasado lunes que no veía necesario anular las Fallas. El martes, después del Consejo de Ministros, Illa prohibió los eventos de más de mil personas en Madrid, Vitoria y La Rioja, pero solo en recintos cerrados. El ministro evitó hacer autocrítica sobre la decisión de mantener la marcha del 8M, echando de facto la responsabilidad en el equipo de expertos liderado por Fernando Simón. Lo mismo dijo Sánchez el martes por la noche.
“Hemos tomado las medidas que considerábamos oportunas conforme al criterio de los expertos de salud pública en el momento que hemos considerado. Con la única consideración de la defensa de la salud pública. Ninguna otra consideración. Y la situación del lunes no es la misma que la del domingo, y no es la misma que la del sábado”, afirmó el ministro.
"No hay una avalancha de casos"
Cabe destacar que Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, dijo en víspera de la celebración de la marcha en Madrid y otras ciudades de España que “no hay una avalancha de casos”, y que “cada uno tiene que expresar sus ideas como considere y que si consideran que tienen que estar en la manifestación, que estén”.
Según datos oficiales del ministerio de Sanidad, el pasado sábado España contabilizaba 441 casos detectados de coronavirus. El domingo pasaron a 589, mientras que el lunes subieron hasta los 999 el lunes, y 1622 el martes, con 35 fallecidos. El pasado martes el Congreso de los Diputados anuló los plenos, mientras que el Ejecutivo ha obligado a la Liga a celebrar sus partidos a puerta cerrada y ha suspendido un mes los viajes del Imserso. Y el Gobierno de la Comunidad Valenciana ha aplazado las Fallas.
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