Vox sigue abonando el terreno con la vista puesta ya en los próximos comicios. Y el partido de Santiago Abascal no ha querido elegir a cualquiera para su estreno en las Cortes Generales. El expresidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) Francisco José Alcaraz (Jaén, 1968) se hará en los próximos días con el escaño que le corresponde a la formación tras su irrupción en el Parlamento andaluz.
Peluquero de profesión, se convirtió en algo más que el azote del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó de ser "cómplice" de ETA por la negociación con la banda terrorista. Llegó a convocar más de 16 multitudinarias manifestaciones contra del proceso negociador con los etarras. Desde el colectivo de víctimas recuerdan que su perfil contribuyó a la politización de la AVT con el respaldo de los populares.
Alcaraz abrazó la teoría de la conspiración del 11-M e intentó seguir su cruzada en tiempos de Mariano Rajoy bajo el paraguas de la plataforma que fundó y que actualmente preside, Voces contra el Terrorismo. "Rajoy ha comprado la negociación de Zapatero y está cumpliendo los compromisos adquiridos entre el Gobierno español y la banda asesina ETA", llegó a sostener.
De la AVT salió un año después de dejar la presidencia entre fuertes desacuerdos que acabaron derivando en un ataque frontal por el que se le recuerda como una figura polémica. El nuevo senador de Vox perdió a su hermano y a sus dos sobrinas en el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza que ETA perpetró en 1987. Ocho personas más fueron asesinadas y otras 88 personas resultaron heridas.
Según relató este jueves el propio Alacaraz a Es Radio, fue Abascal quien descolgó el teléfono para reclutarle para el Senado. Su empeño es que si Vox llega alguna vez al Gobierno, se hagan públicas "todas" las actas de la negociación con la banda y que se detenga a Josu Ternera. En 2013 cogió las maletas y empapeló la localidad francesa de Grenoble en busca del terrorista al que se apunta como presunto responsable del atentado que acabó con la vida de su hermano.
Fuentes del colectivo de víctimas recuerdan que el andaluz provocó la fractura entre las distintas asociaciones; algo que fue aprovechado por el Ejecutivo socialista. Las posiciones que defendía llevaron al nuevo parlamentario de Vox a lanzar críticas contra la viuda del último asesinado por los etarras en el País Vasco, Eduardo Puelles, por caer en su lenguaje.
Ahora, apuntan otras fuentes que piden no revelar su identidad, su vuelta a la primera línea genera duras tras el cambio de época por el fin de la violencia. Actualmente, el escenario es otro y el principal punto de polémica es el acercamiento de los presos etarras a cárceles vascas. En la bancada del SEnado compartirá necesariamente asiento con los parlamentarios de EH Bildu en el Grupo Mixto.
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