"Coletazos del viejo PP". Así definen en Génova el terremoto vivido en Castilla y León tras el inesperado portazo de Silvia Clemente, una de sus figuras de más renombre. Pablo Casado improvisa un desplazamiento a Navas del Marqués (Ávila) donde se encontrará con el presidente regional y candidato a las autonómicas, Alfonso Fernández Mañueco, que sale algo tocado de este episodio.
El líder del PP ha dado un vuelco en su agenda y en la noche del jueves comunicaba este repentino desplazamiento. Mañueco, un dirigente algo gris, con escaso carisma, antiguo simpatizante del 'sorayismo', atraviesa el peor momento de su etapa política desde que heredó el puesto de Juan Vicente Herrera. El PP vive en esta comunidad una fase de avanzado nerviosismo ya que los sondeos auguran un crecimiento de Ciudadanos y una portante irrupción de Vox en el tablero parlamentario.
Clemente, que fue tres veces consejera con Juan Vicente Herrera y presidía la Cámara regional, comunicó su decisión a Herrera tan sólo media hora antes de darla a conocer en una comparecencia en el Parlamento."Una traición, una deslealtad, impropio de quien ha sido durante tantos años una dirigente de primera línea", se comentó en su partido. No avisó a nadie, ni a Génova ni a los parlamentarios de su formación. Se reunió con los periodistas para hablar de "un asunto de actualidad", rezaba la convocatoria. Y lanzó el obús: "Yo no creo en este proyecto, no puedo creer en quien no tiene palabra, no tiene ambición y carece completamente de liderazgo", afirmó.
Mañueco no se fiaba de ella, pese a que le había encargado la elaboración del programa de cara a la cita con las urnas del 26-M. También había despertado enormes recelos en Génova, donde ya no se le veía como la dirigente entregada a la causa de tiempo atrás. Clemente había apostado por Dolores Cospedal en las primarias del PP, aunque, tras la primera criba, se sumó a las filas de Pablo Casado. Soraya Sáenz de Santamaría se impuso en todas las provincias de la región salvo en Ávila y Palencia, ambas muy próximas a Casado en el plano familiar y personal.
La heredera frustrada
La ahora dimisionaria es un personaje controvertido, eficaz, firme, toda una 'dama de hierro', pero con enormes zonas oscuras en su trayectoria. Su paso por la consejería de Agricultura, la creación de la marca 'Tierra de sabor', estuvo jalonado por todo tipo de pequeños escándalos. Siempre en el filo de la polémica, Clemente pareció estar llamada a suceder a Herrera, tras el escabroso suceso de Rosa Valdeón, la heredera natural. No consiguió su objetivo. Se sentía desplazada, poco valorada. Y, especialmente, despreciaba frontalmente a Mañueco, un hombre de Soraya y de Fernando Maíllo, el anterior gran capataz de Génova.
Desde hace unas semanas circulaba por los medios de la región una fotografía de Clemente con Pablo Yáñez, el hombre fuerte de Ciudadanos en la comunidad. Los rumores se dispararon y ahora todo el mundo habla de que la protagonista de este terremoto deja el PP y su cargo en el Parlamento pero no la política. Ya la otorgan la cabecera de cartel del partido naranja, que según las encuestas tiene muchas posibilidades de doblar su número de escaños, que ahora se limitan a cinco.
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