Sociedad Civil Catalana se enfrenta a su momento más delicado. Después del éxito cosechado en 2017 al movilizar a un millón de personas por las calles de Barcelona y lograr el saneamiento de las cuentas bajo el mandato de Fernando Sánchez Costa, la pandemia no ha dejado indemne a la entidad constitucionalista.
La dificultad para celebrar actos multitudinarios tras la crisis sanitaria y la desmovilización que sufre el constitucionalismo en Cataluña explican la situación actual de la entidad, que se ha visto abocada a aplicar un ERTE a parte de sus empleados. No obstante, la entidad sigue en pie, lanzando campañas y buscando "movilizar" al constitucionalismo.
Los distintos sondeos apuntan a que el nacionalismo puede superar por primera vez el 50% de los votos en la región, y Sociedad Civil Catalana cree que es de vital importancia recuperar la iniciativa. Apelan a todas las personas políticamente comprometidas con el Estado de Derecho para librar la batalla al nacionalismo y que, de este modo, no logren superar el umbral del 50% de los votos el próximo 14 de febrero.
En este contexto, su presidente busca hacer una transición hacia un modelo más sostenible, basado en pequeños colaboradores y socios para relanzar la que, en los años más álgidos del procés, fue la entidad de referencia del constitucionalismo catalán.
La situación económica que atraviesa al país les ha obligado a abandonar su sede en la calle Córcega en el centro de Barcelona y, como tantas empresas, acogerse el pasado mes de marzo a los ERTE para intentar sortear el bache de la pandemia. Pese a ello, llevaron a cabo un ajuste estructural del 65%, los socios se han quintuplicado en los últimos cinco años y los simpatizantes han crecido un 60%, según los datos de la entidad.
Su apuesta pasa ahora por una movilización más acorde con los actuales tiempos: digital y televisiva. En este sentido, el presidente explica a instancias de Vozpópuli que participarán en Teve.cat, la nueva televisión autonómica que se ve en gran parte de la región, con dos nuevos programas para que el gran público tenga acceso a sus planteamientos. “Hay que movilizar al constitucionalismo”, añade ante el horizonte electoral catalán.
Esta actividad digital y televisiva se combinará con las campañas que siguen promoviendo para que se respete el Estado de Derecho en Cataluña así como la elaboración de estudios para conocer la situación del bilingüismo u otras temáticas olvidadas por el oficialismo nacionalista.
A diferencia de las entidades de la órbita del nacionalismo, SCC no cuenta con el apoyo de los medios públicos catalanes para promover sus actividades con la misma cobertura con que se hacen eco de las actuaciones de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) u Òmnium Cultural.
En su momento, la televisión pública, TV3, rechazó retransmitir un documental realizado por la entidad, titulado Disidentes, pese haber difundido varios documentales de marcado sesgo independentista.
Mandato de Sánchez Costa
El actual presidente de SCC fue reelegido en el cargo con el 93,5% de los votos. Bajo su presidencia, se logró solventar la deuda que arrastraba la entidad y nadie entre los vocales de la Junta directiva cuestiona su liderazgo.
La dirección actual sigue manteniendo los puentes con todos los partidos constitucionalistas en Cataluña para conseguir el consenso en todos aquellos ámbitos que sean posibles.
El deshielo institucional entre la administración central y autonómica también ha aparcado el pulso del separatismo al Estado. Este nuevo escenario y la pérdida de riesgo real a la secesión puede haber desincentivado la movilización constitucionalista.
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