La minoría parlamentaria con la que trabaja el Gobierno en el Congreso le obliga a hacer auténticos juegos malabares en leyes tan importantes como la de Presupuestos. Los contactos mantenidos en las últimas semanas con Ciudadanos, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CC), garantizan prácticamente al PP su apoyo para derrotar en abril las enmiendas a la totalidad a las cuentas estatales de este año, todas ellas sin texto alternativo, que defenderán el PSOE, Podemos, el Partido Demócrata Europeo Catalán, Esquerra Republicana y otros grupos de menor tamaño. Se prevé un empate a 175, por lo que ninguna de estas enmiendas saldrá adelante.
La votación con mayor problema para el Gobierno llegará cuando se vote en el pleno del Congreso el dictamen de la comisión de Presupuestos
El problema, según fuentes gubernamentales, estriba en el trámite posterior. Una vez superado el debate de totalidad, la ponencia ordenará las enmiendas parciales y comenzará su debate en la comisión de Presupuestos. Cuando éste haya finalizado, el dictamen que emita irá al pleno del Congreso y es en este momento cuando el Gobierno verá satisfecho su objetivo de que 2017 tenga sus Presupuestos o, por el contrario, deberá resignarse a contemplar cómo son devueltos de nuevo a la comisión, donde quedarían literalmente bloqueados.
Para que prospere en la sesión plenaria el dictamen de la comisión de Presupuestos, el PP necesitaría sumar a sus 137 diputados, los 32 de Ciudadanos, los 5 del PNV, el de CC y uno más, con el fin de alcanzar los 176 apoyos que suman la mayoría absoluta. Este logro aún no está garantizado, por lo que puede decirse que la aprobación de los Presupuestos para este año permanece todavía en el aire.
Competición entre canarios
¿De quién podría echar mano el Gobierno para conseguir este diputado? Lo más sencillo, quizás, sería recurrir al parlamentario Pedro Quevedo, de Nueva Canarias (NC), interesado en que Coalición Canaria no sea la fuerza que rentabilice en exclusiva en las islas el apoyo presupuestario al Ejecutivo del PP. Sin embargo, Quevedo es considerado en el hemiciclo como un diputado más del Partido Socialista, pues ambas fuerzas concurrieron en coalición en las pasadas elecciones generales. No será sencillo, pues, lograr su respaldo.
El problema que tendría el PSOE para que uno de sus diputados prestara su apoyo a los Presupuestos votando a favor o ausentándose del hemiciclo en la votación del dictamen procedente de la comisión, proviene del calendario congresual que atañe a los socialistas. Si este dictamen se somete al pleno cuando las tensiones en sus filas están al máximo de decibelios, será improbable que se produzca este aval. En el PP se opina que pensar en que puedan hacer este favor a la gobernabilidad del país y a la recuperación económica parlamentarios de ERC, del PDeCAT o de Bildu es tanto como trabajar en el campo de la ciencia ficción. Conclusión: un solo voto decidirá, al final, si hay Presupuestos, o no, este año.
El Gobierno ha trasladado a los partidos de la oposición que deben estar a la altura de lo que se juega España y la UE
Desde el Gobierno, el mensaje que se ha emitido a los diferentes grupos parlamentarios es nítido: sería una irresponsabilidad que por intereses partidistas se frenen las cuentas estatales de este año y se pongan trabas al asentamiento de la recuperación económica en un momento tan complicado para España y también para el conjunto de la Unión Europea.
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