El obispo de Solsona (Lérida), Xavier Novell, ha reflexionado sobre la prisión preventiva en la que se encuentran políticos catalanes en su glosa dominical, y se ha preguntado si la acusación de rebelión sostenida por Fiscalía, "responde, al menos en parte, a hacer posible que se aplique la prisión preventiva y así, como dice el Santo Padre, se procure, de forma abusiva, una anticipación de la pena".
En la glosa, recogida por Europa Press, Novell cita palabras del Papa de octubre de 2014, cuando en un discurso dijo que la prisión preventiva, cuando supone un anticipo abusivo de la pena o bien se aplica ante la sospecha más o menos fundada de un delito, "constituye otra forma contemporánea de pena ilícita oculta, más allá de un barniz de legalidad".
El obispo relata que ha visitado en varias ocasiones a los políticos catalanes: "Siempre me ha sorprendido, incluso cuando algunos se encontraban en huelga de hambre, su fortaleza psicológica y, en algunos casos, su crecimiento espiritual".
Novell reflexiona sobre que la sociedad catalana está dividida en sus opiniones sobre independencia, así como ocurre por el modelo económico y otros aspectos sociales, ante lo que ha llamado a aceptar esta división, en la que la Iglesia debe aportar un modelo de convivencia fraternal: "Tiene que ser posible convivir a pesar de pensar diferente".
"Aquello que compartimos"
También se ha referido a la fraternidad en su glosa dominical el arzobispo de Barcelona, el cardenal Joan Josep Omella, que ha dedicado la carta a la Diada de Cataluña, una fiesta que hermana y que invita a aceptar las diferencias: "La Diada es una invitación a descubrir todo aquello que compartimos y que nos une".
"La Diada es un llamamiento a la fraternidad. Hoy este ideal cristiano está más vivo y necesario que nunca", ha afirmado, y ha dicho que solo la auténtica fraternidad justifica que todas las personas son iguales y libres con independencia de sus creencias, forma de pensar y lugar de nacimiento.
El obispo de Gerona, Francesc Pardo, se ha referido también a la Diada y la ha definido como una jornada de reflexión, en la que llama a repensar sobre la actitud hacia los catalanes y el resto de ciudadanos de España: "La pregunta que nos hace falta responder es cómo queremos Cataluña en este momento histórico, desde la experiencia de la historia más lejana, la más cercana y pensando en el futuro".
"Posibilidad de decidir"
Pardo asegura que hay que defender lo que se crea sinceramente que es mejor, siendo justos y respetuosos hacia las personas y grupos con posiciones diversas en relación a Cataluña y al conjunto de España, aunque añade: "Conocer lo que deseamos los ciudadanos es fundamental para asumir decisiones, sean las que sean, y para configurar el presente y el futuro"."Hace falta siempre el discernimiento, la información, el racionamiento y la posibilidad de decidir, a pesar de que esto signifique plantearse cambiar o profundizar leyes fundamentales", observa.
Ha señalado que a menudo oye que los cristianos deben querer a todo el mundo y no reducir la actitud a un territorio determinado, a lo que ha dicho que tienen razón, pero a pesar de ello las personas se sienten ciudadanas del mundo desde un lugar determinado por su nacimiento. "Nos hace falta preservar la convivencia sabiendo que la diferencia es un patrimonio colectivo", a la vez que ha llamado a ser conscientes de que nadie es propietario de un territorio, ni hay una sola cultura ni una sola forma de quererlo.
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