Mariano Rajoy reapareció en Madrid, en los locales de una firma de asesores financieros, para oficiar de padrino del libro de Álvaro Nadal, quien fuera su jefe de la Oficina Económica en Moncloa así como ministro de Energía. Soraya Sáenz de Santamaría quiso estar presente. Al cabo, Nadal es uno de los más lelaes cancerberos del sorayismo. Allí estaban todos. Cristóbal Montoro, Alfonso Alonso, Fátima Fáñez, José Luis Ayllón, Alberto Nadal, hermano del autor, Pedro Arriola y esposa, Celia Villalobos. También se descolaron por la sala economistas de otras formaciones como Miguel Sebastián, del PSOE o Francisco de la Torre, de Ciudadanos. No compareció Carmen Martínez Castro y algunos la echaron de menos. Soraya ofició de informal anfitriona y evitó referirse a las cuestiones política de actualidad.
'La tribu del mamut' era la excusa para este reencuentro. Se trata de uno de los capítulos fundamentales de la obra recién aparecida, en la que se escudriña el problema del envejecimiento poblacional y las pensiones. Rajoy destacó este capítulo en especial, amen de buena parte de su gestión, de la que fue figura eminente el protagonista de la velada. "La política importa, y mucho, y lo más importante es hacer las cosas bien. Con demagogia y voluntarismo no se solucionan los problemas. Ya lo estamos viendo", señaló.
"Persona muy preparada", "no es un falso humilde, sino un hombre valiente y leal", "Excelente formación, independiente"...se deshizo en elogios con quien fuera hombre clave en su último Gabinete. Y echó de menos que ahora ya no haya "tantos nadales, y sí mucho cuento, sobre todo en campaña". Rajoy hablaba en el corazón de Madrid mientras Pablo Casado, su sucesor en el PP, lo hacía en Alcobendas, en pleno frenesí de la campaña. Nadie le mencionó, ni siquiera se habló del PP durante la presentación que reunió a un abigarrado grupo de exmiembros de la administración marianista y del viejo PP.
Los hombres de negro
Reconoció Nadal que quizás durante el tiempo en el que estuvieron en el Gobierno hubo que adoptar medidas muy duras y no siempre se supo explicarlas bien, aunque mencionó elogiosamente a Rajoy como 'cabeza política' de un equipo con el que marchaban en perfecta armonía. También hizo un guiño a Montoro, a quien le atribuyó el hallazgo de la expresión de 'los hombres de negro', referida a los inspectores de la UE, al explicar el capítulo del rescate que nunca llegó.
Fue una reunión de antiguos camaradas de fatigas, con recuerdos a noches en vela, tensiones de todo tipo, nervios y una satisfacción general: Aquello lo hicieron muy bien. La 'tribu de los mamuts', es decir, los pensionistas de ahora, pueden respirar más o menos tranquilos. Se dejó la economía encarrilada. El problema vendrá dentro de pocos años. Tampoco nadie mencionó a Pedro Sánchez. Fue una sesión de autobombo y guante blanco.
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