Las autoridades suizas sospechan que Juan Carlos I recibió una suma millonaria de parte de la familia real saudí a cambio de rebajar el coste de construcción del AVE a La Meca, según informan a Vozpópuli fuentes jurídicas. Esta línea de trabajo marca la actuación del fiscal helvético Yves Bertossa, que se reunió en octubre con varios interlocutores españoles, en el marco de sus contactos por la investigación que se sigue en aquel país para esclarecer el origen de los fondos del entorno del rey emérito.
En concreto, el fiscal suizo trata de determinar si la fundación panameña Lucum, presuntamente vinculada al monarca, cobró en un banco suizo 65 millones de euros (100 millones de dólares del año 2008). Y si lo percibió tras conseguir una rebaja en el precio del contrato ganado por el consorcio de empresas españolas para la construcción del AVE entre las ciudades de Medina y La Meca, según las mismas fuentes consultadas.
El descuento, según la información que maneja la Fiscalía suiza, fue del 30 por ciento del precio tal y como adelantó el periódico suizo 24Heures. Este porcentaje implicaría que la rebaja de la que se habrían beneficiado los saudíes sería superior a los 1.500 millones de euros, ya que el contrato del AVE del país árabe superaba los 6.736 millones.
Blanqueo de capitales
El fiscal Yves Bertossa, que mantiene abiertas en su país unas pesquisas por presunto blanqueo de capitales de la Fundación Zagatka -con la que Álvaro de Orleans-Borbón ha reconocido que sufragó el coste de numerosos viajes de su primo el rey emérito-, viajó el pasado octubre a España para reunirse con el juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, y con varios fiscales de anticorrupción, según la información publicada por la prensa internacional y confirmada por OKDiario.
En esa reunión, Bertossa reclamó información al ministerio público español para proseguir con sus pesquisas que, según la información publicada por la prensa suiza, arrancan con un pago de 100 millones de dólares en 2008 a la panameña Fundación Lucum, presuntamente vinculada a Juan Carlos I. El fiscal suizo solicitó la grabación del comisario jubilado José Manuel Villarejo en la que la examiga del monarca reconocía que ella había recibido importantes cantidades de dinero del propio Juan Carlos I, según informó El Confidencial.
Este dinero, siempre según las informaciones publicadas en Suiza confirmadas a Vozpópuli por personas cercanas a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, procedía de la monarquía de Arabia Saudí. Los diarios suizos Tribune y 24Heures especifican que el importe fue abonado por el Ministerio de Finanzas de Arabia Saudí. Ahora el fiscal trata de determinar si se trata de una comisión ilegal o de un simple regalo entre monarquías.
La versión de Corinna
Precisamente, el abogado de Corinna zu Sayn-Wittgenstein Robin Rathnell se abona a la teoría del obsequio para explicar que su cliente recibió en 2012 un "regalo no solicitado del rey emérito". Lo describe como "una forma de donación para ella y para su hijo, con los cuales se había encariñado". "La donación se documentó como un regalo y los bancos realizaron el cumplimiento y la diligencia debida sobre los fondos. Nuestro cliente no tiene lugar en estos procedimientos y aguardamos [que llegue] su pronta conclusión", sostiene el letrado.
Fuentes jurídicas explican a este diario que en el interrogatorio que llevó a cabo la Fiscalía española a Corinna zu Sayn-Wittgenstein se evidenció que la examiga del rey trató de desmarcarse de la grabación que le hizo Villarejo, en la que ella misma sostiene que Juan Carlos I le había pedido que actuara como si fuera un testaferro.
En el mismo sentido, la examiga del rey rechaza que el dinero que presuntamente habría recibido del Gobierno de Arabia Saudí fuera una comisión ilegal del AVE a la Meca. Y para negar esta hipótesis del fiscal suizo, el letrado de zu Sayn-Wittgenstein destaca que los 65 millones de euros se habrían cobrado en 2008, un año antes de que se adjudicara el primer contrato del AVE.
El fiscal español
En España, la Fiscalía anticorrupción espera el resultado de una comisión rogatoria, que envió el fiscal Luis Pastor en diciembre a Suiza, para obtener información sobre los movimientos de dinero vinculados presuntamente a Juan Carlos I.
Vozpopuli ha podido comprobar que la Fundación Lucum, atribuida a Juan Carlos I por el entorno de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, fue creada por el gestor de cuentas suizo Arturo Fasana y el abogado Dante Canonica, que a su vez también dirigían la mencionada Fundación Zagatka, de Álvaro de Orleans-Borbón, radicada en la capital de Liechtenstein.
Tal y como corroboró Vozpópuli, la fundación de Álvaro de Orleans se embolsó en 2003 una comisión tras la compra del Banco Zaragozano por parte de Barclays Bank. Así consta en un documento bancario de la entidad suiza Credit Suisse al que ha tenido acceso este diario. Los fondos de esa cuenta sirvieron durante años para sufragar gastos de Juan Carlos I, principalmente vuelos privados. Corinna Zu Sayn-Wittgenstein sostiene que Álvaro de Orleans era en realidad el testaferro del exjefe del Estado. Él niega ese papel o que hubiese cobrado la citada comisión que refleja el documento.
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