Sumar es socio del PSOE, pero a la vez es su gran adversario. Yolanda Díaz, todavía presidenta del grupo parlamentario de Sumar, ha dado orden de atraer el voto del exministro socialista José Luis Ábalos, ahora diputado del Grupo Mixto, para sacar adelante votaciones clave en el Congreso. El exnúmero tres de Ferraz y ex mano derecha de Pedro Sánchez recibe mejor trato del partido de Yolanda Díaz que de sus excompañeros.
Según ha sabido este diario, un miembro de Sumar se puso en contacto con Ábalos para recabar su apoyo a la toma en consideración de una proposición de ley, firmada con los socios independentistas, para limitar los alquileres de temporada. Pese a que Junts tumbó la proposición de Yolanda Díaz, lo significativo políticamente es que Ábalos se ha convertido en un actor relevante para el devenir legislativo de la coalición sustentada en una exigua mayoría parlamentaria.
Lo cierto es que Ábalos ya advirtió de que dejaría de apoyar al Ejecutivo por sistema, lo que él mismo calificó como "dejar de hacer seguidismo". Cuando se publicó la auditoría del Ministerio de Transportes que le responsabiliza del caso Koldo, Ábalos dijo que votaría en conciencia. Fuentes con asiento en el Consejo de Ministros explican a este diario: "No tenemos ni idea de qué hará". Y el partido de Díaz, que mantuvo buena relación con Ábalos desde el primer momento, se está aprovechando. Lo sangrante del asunto es que el exministro aún recibe instrucciones de voto del PSOE. Pero pasa. A la vista está.
La votación se saldó con 172 votos a favor de PSOE -que se abrió a aceptar la toma en consideración de un proyecto que ellos no firmaron-, de Sumar, ERC, Bildu, PNV, Podemos, BNG, Coalición Canaria y del propio Ábalos. Y con 178 votos en contra. Sumar criticó la posición de la formación catalana a última hora. "Teníamos el acuerdo con los grupos paralmentarios y los números para acabar con los abusos en el alquiler de temporada. Junts ha llamado 3 minutos antes de la votación para anunciar que cambiaban el sentido de su voto, en contra de lo acordado [se iban abstener]", criticó el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón.
El PSOE, en cualquier caso, asiste perplejo a la rebelión de su ex secretario de organización tras el golpe definitivo de la auditoría encargada por Óscar Puente. El exministro insinúa que el aparato socialista ha decidido enterrarle con esa auditoría para afianzar a la líder del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE), la titular de Ciencia y apuesta de Sánchez para liderar el partido, Diana Morant, ante un previsible resurgir del 'abalismo' en la Comunidad Valenciana.
Ábalos asegura que empezaba a contar con el apoyo de su partido, así como con la incomprensión de la mayoría por su destierro. El exministro cuenta aún con numerosos aliados en su federación, en la que ha militado durante décadas, aunque la mayoría de sus fieles sobreviven aglutinados en otras corrientes. El entorno del ministro Puente, no obstante, se lava las manos y desecha la teoría de la venganza política.
Cabe recordar que hasta ahora, el exministro ha votado alineado con sus excompañeros en todas las cuestiones trascendentes para los socialistas: desde la amnistía hasta la renovación del Poder Judicial. Es más, hasta apoyó la toma en consideración de la iniciativa para sancionar a los clientes de la prostitución y a los proxenetas. Y eso que no lo veía con buenos ojos por ser un "tema de moralidad". Pero ahora todo puede cambiar. La aldea 'ábala' no parece dispuesta a rendirse. Más bien trata de alinearse con quien mejor le trate.
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