Perdidas las primarias, Susana Díaz no tiene ninguna intención de mantener una política de enfrentamiento con Ferraz. Según fuentes del PSOE andaluz consultadas por Vozpópuli, ésta es y será su actitud a partir de ahora: va a “dejar hacer” a Sánchez y se va a centrar en Andalucía. Aunque a algunos les cueste ver a la rival del secretario general colaborando con él, es lo que va a hacer, "remar" con su secretario general.
Por eso, no se cuestiona el mensaje que ha lanzado este miércoles el flamante ganador de las primarias nada más llegar a su despacho, al explicar que quiere diseñar una Ejecutiva afín y en la que, para empezar, no habrá ‘barones’. Nada que ver con la que le acompañó en 2014: diez de sus 38 miembros eran dirigentes territoriales y Javier Fernández y Susana Díaz, miembros natos de la dirección.
Entonces, llegó a Ferraz de la mano de la líder del PSOE andaluz y ahora le han llevado en volandas los militantes, con una mayoría que cree que le ha dejado las manos libres para, esta vez sí, formar su equipo. Y parece que así lo entienden todos.
Entre ellos, Susana Díaz. Según las fuentes consultadas, la presidenta andaluza va a respetar que haga la Ejecutiva que “quiera hacer” y no va a poner pegas en el 39 Congreso, el cónclave que ratificará a Sánchez y votará a su dirección. “Va a apoyar a Pedro”, repiten como un mantra desde Andalucía. Su voluntad, aseguran socialistas andaluces, es que “las heridas se cierren cuanto antes”, entre otras cosas porque sabe que eso también le ayuda a ella a centrarse en su Gobierno y en su federación, en la gestión que ha retomado con energía desde el mismo lunes.
Por eso, restan importancia al proceso de elección de delegados al Congreso, que recorre estos días las agrupaciones de todas las federaciones. A diferencia de otros territorios, la líder del PSOE andaluz no ha dado instrucciones de que se pacten listas que respeten los porcentajes de las primarias, como es voluntad de Pedro Sánchez. Susana Díaz quiere que se respete la decisión de los militantes, pero esto no quiere decir que no haya acuerdos. Según fuentes del PSOE, ha habido pactos en algunas agrupaciones muy simbólicas, como la de Triana o la de Centro, en Sevilla, aunque en otras se votará.
Así ha sido también, por ejemplo, en una de las agrupaciones con más militantes de Madrid capital, la de Chamberí, en la que ganó Pedro Sánchez, pero donde el irreductible Antonio Miguel Carmona ha logrado imponer su lista de delegados, que ha ganado frente a la de Patxi López y la del secretario general, que ha quedado la última.
“La batalla eran las primarias y se perdieron", aseguran también desde el sector madinista
El ánimo en el PSOE andaluz es el de favorecer la unidad. También se ve así en otro sector ‘antipedrista’ que ha remado junto a Susana Díaz estos meses. Socialistas del entorno ‘madinista’, que estuvieron con el diputado vasco en las anteriores primarias y que han apoyado a la candidata andaluza, coinciden en que Sánchez “hará su Ejecutiva como quiera y estará bien que así sea”. “La batalla eran las primarias y se perdieron”, aseguran desde este sector.
Aunque, eso sí, añaden que esto no es óbice para que Sánchez no cuente con el resto de sensibilidades del partido. Es más, consideran que ese 51% de apoyos que tuvo en las urnas no debería traducirse en una Ejecutiva 100% ‘pedrista’. Ahora, señalan, tiene una fortaleza suficiente y un margen amplio para tener un gesto de “generosidad”.
Y apuntan que esto no pasa sólo por la Ejecutiva: después del 39 Congreso federal vendrán los de las federaciones, y una buena forma de coser sería no intentar mover la silla a los presidentes autonómicos. Este miércoles, Pedro Sánchez lanzó un mensaje de tranquilidad en este sentido, al asegurar que los siete jefes de Gobierno socialistas tendrán su apoyo y no dará consignas en los congresos territoriales. Si hay otros candidatos, que se vote.
Sánchez habla con los 'barones'
Con todos ha ido hablando en las últimas horas. Según fuentes de su entorno, el secretario general se ha puesto en contacto ya con todos los ‘barones’, a través de llamadas o con mensajes, y la intención es hablar “con tranquilidad” en los próximos días. Con el presidente de la Gestora, el asturiano Javier Fernández, se reunirá el lunes en Ferraz, donde ya está trabajando desde este miércoles Sánchez. Ha vuelto a su despacho, después de ocho meses en los que ha estado vacío.
En su mesa, entre sus prioridades está el diseño de ese equipo que le acompañará en su segundo mandato en Ferraz. Según ha explicado, quiere pensar primero en la estructura de la Ejecutiva y, después, ver qué perfiles se ajustan. Su objetivo es hacer una dirección paritaria, innovadora e intergeneracional, en la que se refuercen determinadas áreas y se mejore la coordinación entre ellas.
Un planteamiento muy diferente al del Congreso de 2014, del que salió una dirección fruto del equilibrio de poderes que le permitió llegar a los mandos del PSOE: de los 38 miembros de su Ejecutiva, había 10 ‘barones’ territoriales y un total de ocho andaluces, reflejo del gran peso que había tenido esta federación en el proceso. Andaluza era la presidenta, Micaela Navarro, y el número tres’ del partido, Antonio Pradas, y Susana Díaz se reservó la presidencia del Consejo de Política Federal, lo que provocó la bronca del Congreso con el asturiano Javier Fernández, para el que hubo que inventarse un órgano, el Consejo para la Transición Industrial y Energética, que sólo se reunió para su constitución. El resto fue una especie de collage de territorios y sensibilidades en el que Sánchez tuvo escasa mano.
Sánchez ya se ha puesto en contacto con todos los ‘barones’, a través de llamadas o con mensajes, y la intención es hablar “con tranquilidad” en los próximos días
Nada que ver con el margen con el que cuenta ahora, aunque ha asegurado que quiere hacer un esfuerzo de integración y que todos los territorios se verán representados. Hace tres años, la cuota de integración de los perdedores en las primarias fueron la catalana Meritxell Batet y el madrileño Manuel de la Rocha Vázquez, que habían apoyado a Eduardo Madina. No incluyó a ningún representante de Izquierda Socialista, pese a que su candidato consiguió un 15% de los votos, cinco puntos más que Patxi López el pasado domingo.
Pero Batet y De la Rocha tardaron poco en convertirse en dos de los personas de su círculo más próximo. El alejamiento de Pedro Sánchez de sus apoyos en las primarias tuvo un reflejo casi automático en la Ejecutiva y, poco a poco, el debilitamiento de sus relaciones con el resto del partido también se fue trasladando a la Ejecutiva. Tanto es así, que de los 37 miembros de aquella dirección, sin contarle a él, ahora sólo se puede colocar la etiqueta de ‘pedristas’ a cinco. Y entre ellos está la balear Francina Armengol, que ha vuelto después de impulsar la candidatura de Patxi López.
También se han mantenido fieles contra viento y marea Adriana Lastra, Susana Sumelzo e Iratxe García. La asturiana ha coordinado su campaña, junto a José Luis Ábalos, y todo el mundo la ve como una de las personas más fuertes del equipo de Sánchez. También se espera que a Sumelzo y García se las resarza después de haberse visto desplazadas por la Gestora. La primera perdió la portavocía que ostentaba en el Congreso y la segunda dejó de dirigir el Grupo Socialista en la Eurocámara, donde la sustituyó Ramón Jáuregui. Las tres estuvieron el domingo entre quienes festejaron la victoria de Pedro Sánchez en Ferraz.
En esa foto estaban también otros de los nombres del segundo mandato de Sánchez. Sin duda, el primer edil de Valladolid, Óscar Puente, será una de las caras del poder municipal al que Sánchez quiere fortalecer.
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