Política

Díaz confía en una repetición de elecciones en Andalucía para conservar el poder

Sabe que si Juan Manuel Moreno Bonilla es investido presidente de la Junta, Pedro Sánchez empezará a buscarle un relevo al frente del PSOE-A pero ella sigue en su idea de que "resistir es vencer" 

La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, no tira la toalla. Sabe que lo tiene muy difícil porque PP y Ciudadanos han empezado su acercamiento a Vox, pero todavía confía en que la presión en contra del pacto con la ultraderecha que está sufriendo Albert Rivera, tanto desde su propio partido como el candidato a la Alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, y, por supuesto, de la Alianza de los liberales europeos, haga desistir al líder naranja.

El no de Rivera abocaría a una repetición de elecciones que ella sería la encargada de convocar; es decir, que Pedro Sánchez tendría realmente difícil quitarla como candidata en caso de segundos comicios. Está persuadida de que, a medida de que avancen las negociaciones, empezaran a aflorar las contradicciones y tensiones en ese tripartito de derecha porque "necesitan el voto de Vox para todo, no les vale solo con la abstención"

Y el partido de Santiago Abascal ya ha dicho que va a vender caro su apoyo. Quiere acabar con Canal Sur -algo muy difícil porque habría que cambiar el Estatuto de Autonomía andaluz y las tres formaciones no tienen mayoría suficiente-, acabar con la Ley de Violencia de Género y la Ley de Matrimonio homosexual, auditar el Plan de Empleo Rural (PER) o derogar la Ley de Memoria Histórica, entre otras reivindicaciones de difícil cumplimiento.

Susana Díaz se acercó este jueves a Madrid para asistir al 40 Aniversario de la Constitución a dejar un doble recado. Uno a Rivera, "tiene que decidir si quiere ser Macron o Salvini", en alusión al ultra ministro del interior italiano; y otro a la dirección federal del PSOE y en particular, a Sánchez: piensa quedarse liderando el PSOE-A en la oposición en caso si el popular Juan Manuel Moreno Bonilla, se haga con la Presidencia de la Junta de Andalucía después de 36 años ininterrumpidos de gobiernos socialistas en esa comunidad.

Paradójicamente, la ofensiva de Ferraz ha revitalizado a una candidata que estaba muy tocada tras lo ocurrido el domingo y este jueves vino a Madrid a hacerse una 'foto' por la Constitución y contra el extremismo

"Resistir es vencer", recalca la secretaria del PSOE-A a todo el que se le acerca tras la dura derrota en las elecciones del pasado domingo. De momento ha frenado la revuelta que estaban preparando los sanchistas andaluces desde la misma noche electoral -quieren sustituirla por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aunque dijo ayer que no le interesa "la vida orgánica"- y que el propio secretario de Organización, José Luis Ábalos, ya se encargó de dar pábulo cuando la pidió el lunes "generosidad".

Ferraz ha decidido dar marcha atrás cuando Sánchez ha visto que iba a desatar otra guerra interna porque los barones socialistas, en particular Ximo Puig, se quejaron a él y a Ábalos de que "ya estamos otra vez" con líos internos. Así que la presidenta andaluza, que presume de controlar bien los tiempos, lejos de quedarse encerrada en el Palacio de San Telmo, se vino este jueves a Madrid como invitada... pero intentó una vez más ejercer de protagonista.

Llegó a la altura de la carpa que monta todos los años el Congreso en el patio por el Aniversario de la Constitución y justo cuando era el turno le tocaba hablar a la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, la líder del PSOE-A se puso a hacer declaraciones a los periodistas: "Estoy fuerte, segura y tranquila.

La 'mano derecha' de Sánchez en el PSOE-A, Quico Toscano, propone que su partido invista al candidato de Ciudadanos, Juan Marín, y Sánchez le desautoriza: "o Susana o Susana"

Ya en el cóctel, el presidente del Gobierno en encargó de que los periodistas supieran que él está con la posibilidad de que el PSOE-A gobierno y con ella como candidata a la investidura: "O Susana o Susana", dijo de forma gráfica para dar testimonio de que no aceptaría el apoyo de Ciudadanos a cambio de que fuera otro el candidato socialista.

Una manera de desautorizar a su hombre fuerte en la federación andaluza, Francisco Toscano, alcalde de Dos Hermanas (Sevilla) y presidente del Comité Federal, que pide el apoyo del PSOE-A a la investidura de Juan Marín, de Ciudadanos, para no tener que contar con VOX, porque la presidencia de la Junta "es algo secundario".

La secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, ve "bastante ilógico" la posibilidad de dar la Presidencia de la Junta a "la tercera fuerza política"; algo que Susana Díaz repetía a la misma hora en la capital. Eso, y que se quedará en el Parlamento andaluz liderando la oposición, porque es su "obligación" y "lo mínimo" que puede hacer para que el millón de andaluces que la han votado se sientan "orgullosos".

Tras hacer esas declaraciones, la presidenta andaluza se fotografió arropada, primero, por los presidentes autonómicos socialistas que asistieron al acto con los Reyes -todos menos la balear Francina Armengol, muy sanchista- y luego por los diputados del PSOE andaluz -20 de los 84 del Grupo Socialista- y luego las colgó en Twitter en defensa de la Carta Magna y contra "los extremismos":

     

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