Stephen K. Medvic reflexiona en el libro "En defensa de los políticos" (2013) sobre el fracaso de las élites y lo achaca al peligroso juego de las expectativas, las que generan ellos y las que se crean unas opiniones públicas inmaduras y necesitadas de liderazgo. De alguna manera, eso es lo que ocurre hoy dentro del PSOE posterior al traumático Comité Federal del uno de octubre, donde el muerto, Pedro Sánchez, ha resucitado a lomos de la indignación de una parte nada despreciable de esa militancia del "no es no" contra Rajoy
Y en ello ha tenido no poco que ver la tardanza de su rival Susana Díaz en decidirse a anunciar la candidatura a la Secretaría General, no porque dudara, sino porque no estaba dispuesta a que su rival le marcase "la agenda". Así que el "paseo militar" que pronosticaban los partidarios de la andaluza se va a convertir en un temible "choque de trenes" en las primarias del 21 de mayo, con un Sánchez en el papel de David y una Díaz en el de Goliat, Patxi López mediante.
El equipo de Díaz insiste, no obstante, en que lo que estamos viviendo es "una burbuja" alimentada por Sánchez en los medios, pero admite que es muy importante "pincharla" antes de la votación de los 188.000 militantes el 21 de mayo.
Todo lo que no sea tomar distancia desde ya se convertirá en más incertidumbre, y eso solo lo puede conseguir afianzando la imagen de un Pedro Sánchez 'arrasado' en la recogida de avales, que finaliza el 4 de mayo. La líder del PSOE-A necesita una demostración de fuerza definitiva. No por nada, en aquella victoria de Sánchez sobre Eduardo Madina, el 13 de julio de 2014, resultó decisivo el comportamiento de los afiliados andaluces, espoleados por quien no quería ver ni en pintura en Ferraz a Madina, paradojas de la política, hoy el más ferviente avalista de la candidatura de ella para la Secretaría General. Díaz recabó en su territorio para el entonces desconocido diputado madrileño 14.389 avales y luego, en las urnas, obtuvo 20.381 votos.
El 'sanchismo' espera beneficiarse del "voto secreto" a su candidato en el feudo de Susana Díaz, saque los avales que saque la presidenta de la Junta de Andalucía
Aunque la distancia que sacó a Madina -2.698 avales y 7.726 votos- fue sideral en la primera federación socialista, que éste lograra más del doble de votos que de avales sirve hoy al ' sanchismo' para alentar la expectativa de un "voto secreto", sobre todo en las provincias menos 'susanistas': Cádiz y Málaga. Los estrategas del ex secretario general calculan que si es capaz de sacar allí el 30% de los sufragios, acabará ganando las primarias porque la tendencia en el resto de España tenderá a ser la inversa, calculan.
Susana Díaz, por su parte, se ha puesto como referencia, no los avales que 'prestó' a Sánchez en 2014, sino los 21.179 (algo menos de la mitad del censo andaluz) que un año antes, en 2013, le sirvieron para sacar de la pista a su rival por la Secretaría General del PSOE-A, el exconsejero de Agricultura, Luis Planas. Éste no consiguió el 15% mínimo y el liderazgo socialista andaluz recayó directamente en Díaz, sin urnas, que es algo que a ella le hubiera gustado repetir en esta ocasión. No habiéndolo conseguido, su gran baza ahora pasa por conseguir que la avale más de la mitad del PSOE-A -aglutina el 25% de los casi 188.000 votantes de todo el partido- y así nadie dudará ya de su triunfo sobre Sánchez el 21 de mayo.
De momento, quien fue tercero en las primarias de 2014, el granadino y dirigente de la corriente Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias, escribió este viernes en Twitter: "Todo dispuesto para imprimir y rellenar...mi aval a Pedro"; a lo cual el exsecretario general socialista le respondió: "Amigo José Antonio Pérez Tapias, recorrer este camino juntos es todo un privilegio. De corazón gracias". Lo mismo ha hecho el ex ministro José Borrell, que se ha apresurado a avalar a Sánchez y ha advertido a Díaz: "puede ganar".
Dirigentes históricos como Carmeli Hermosín o Manuel Chaves están trabajando por Sánchez y López en Andalucía, y si logran rebajar la victoria de Díaz en su feudo nada estará escrito en la votación del 21 de mayo
Y es que en Andalucía "hay partido", coinciden 'sanchistas' y partidarios de Patxi López. No está en juego la victoria segura de Susana Díaz, pero sí "por cuanto". Ahí va a estar la clave, dicen, porque entre bambalinas mucha de la 'vieja guardia' deja claro que no comulga con el proyecto de la presidenta andaluza. Unos, como es el caso de la exsecretaria general del PSOE sevillano Carmeli Hermosín, esposa del también histórico Luis Yáñez, están haciendo campaña activa en favor de Sánchez -el jueves participó en el acto de inicio de recogida de avales-, mientras que otros se mueven más en la sombra.
Es el caso de muchos colaboradores del expresidente de la Junta y del PSOE Manuel Chaves, aunque no quien fuera su 'mano derecha', Gaspar Zarrías, que está trabajando "a tope", dicen fuentes de la candidatura susanista a Vozpopuli, para que triunfe sin rival Susana Díaz en su provincia, Jaén.
Ni Chaves ni Griñán acudieron en la puesta de largo de la candidata en el mitin multitudinario de Ifema el domingo 26 de marzo junto a Felipe González, Alfonso Guerra o Alfredo Pérez Rubalcaba, precisamente porque la candidata quiso evitar otra dosis de recuerdo de caso ERE's. Esa fue la explicación oficial; sin embargo, alunas fuentes consultadas por Vozpopuli sostienen que Chaves, amigo personal del padre de Patxi López, el histórico dirigente vasco Eduardo ' Lalo' López Albizu, apoya en esta hora al exlendakari en la carrera por la Secretaría General del PSOE.
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