El Pequeño Nicolás tendrá que esperar “al menos hasta el 2020” para que se celebre el juicio en el que se le acusa de haberse hecho pasar por enviado del Gobierno y la Casa Real. Así lo ha admitido el propio Francisco Nicolás Gómez Iglesias a las puertas de la Audiencia Provincial de Madrid.
“Los que hemos estado presentes en la Sala hemos podido comprobar las presiones que ha recibido mi letrada [Ana Blanco], motivo por el cual ha tenido que renunciar”, ha dicho a los medios de comunicación. “Es muy triste de que en un Estado de derecho todavía existan presiones que hacen que no pueda tener una buena defensa”, ha añadido el joven visiblemente afectado.
La Fiscalía le acusa de un delito de usurpación de funciones públicas, un delito de falsedad en documento oficial, cohecho activo y pasivo. En total, el ministerio público pide para él ocho años de prisión y una multa de 81.000 euros.
Según ha explicado Gómez Iglesias, las supuestas presiones recibidas por su hasta ahora abogada han sido puestas en conocimiento de la Administración de Justicia. Preguntado sobre el tipo de injerencias a las que ha hecho referencia, el acusado no ha aportado detalles. Sin embargo, ha insistido en que "deben ser presiones bastante fuertes" para que su letrada renunciara a puertas del juicio por el que ha estado esperando cinco años.
"Triste, decepcionado y cansado"
"Me siento triste, decepcionado y cansado, porque seguramente haya que esperar otro año más para celebrar el juicio", ha agregado. El Pequeño Nicolás tenía previsto una vista para este lunes para defenderse ante el Ministerio Fiscal que le acusa de haber organizado un almuerzo con un empresario en la localidad gallega de Ribadeo al que acudió haciéndose pasar por enlace entre el Gobierno y Casa Real, para lo que tuvo que falsificar varios documentos oficiales.
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