La decimoctava ronda de negociaciones entre el Reino Unido y la Comisión Europea ha constatado que el acuerdo sobre Gibraltar sigue atascado en la gestión del aeropuerto y el tránsito de personas, según explican diversas fuentes conocedoras de las conversaciones a Vozpópuli. El tratado que regulará las relaciones de la colonia británica está muy avanzado, pero queda por resolver los puntos que se puede entender afectan a la soberanía del Peñón.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se entrevistó esta semana con el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, encargado del diálogo sobre Gibraltar. Albares admitió que hay avances, pero presionó a Londres para dar una respuesta a la oferta española y europea lo antes posible.
"Yo creo que vamos avanzando. Hay un deseo por ambas partes de alcanzar ese acuerdo, pero al final el deseo hay que concretarlo negro sobre blanco en textos", dijo Albares.
"Un borrador extenso sobre Gibraltar"
Fuentes británicas aseguran que ya existe un borrador extenso. Y que ambas partes han ido haciendo propuestas sobre la base de la oferta post brexit presentada por Madrid y Bruselas conocida como "Zona de prosperidad compartida".
Este plan contempla la eliminación de la Verja para garantizar la plena fluidez en el tránsito de personas sin la renuncia de España a la soberanía y jurisdicción sobre el Peñón. El apoyo de Gibraltar al 'remain' en Europa superó el 95% en la consulta del 2016. La economía gibraltareña no puede subsistir si sale del espacio Schengen de la Unión Europea.
La propuesta de acuerdo contempla, según el plan original, que España pase a controlar, en nombre de Schengen, las fronteras exteriores de Gibraltar y que, para ello, pueda ejercer determinadas funciones y competencias, necesarias para proteger la integridad y seguridad del espacio compartido de la Unión.
Este punto es el que más duele en Gibraltar, que ha ido perdiendo progresivamente apoyo desde Londres. El Gobierno británico quiere ir cerrando todos los aspectos del brexit y la colonia no está en la lista de prioridades.
La negociación sobre el futuro de Gibraltar fue objeto de debate en el Parlamento británico hace dos semanas. El control de fronteras en el aeropuerto fue uno de los puntos destacados del debate. La posibilidad de que la Policía española se haga cargo, al menos en parte, de los controles para que Schengen funcione en los vuelos desde la Roca a territorio europeo.
Para algunos diputados británicos se trata de una "cesión de soberanía inaceptable". Lo que se plasme finalmente en el acuerdo es todavía una incógnita. Pero el tiempo apremia.
El secretario de Estado para Europa del Ministerio de Exteriores Británico, Leo Docherty, visitó Gibraltar hace dos semanas. Y manifestó su compromiso con un futuro de prosperidad para el Peñón que "no pondrá en riesgo su soberanía".
El horizonte de las elecciones europeas
Es cierto que ni Londres ni Bruselas se ponen una fecha para la fumata blanca. Pero uno de los objetivos es cerrar el acuerdo antes de que expire el mandato de la actual Comisión.
La celebración de elecciones europeas en junio y el previsible adelanto electoral en Reino Unido, donde los sondeos apuntan a una salida de los conservadores y el regreso de los laboristas a Downing Street, imprimen cierta urgencia a cerrar el acuerdo.
En caso de no sellarse en las próximas semanas, correspondería a la nueva Comisión Europea y al nuevo Gobierno británico ultimar su negociación, lo que podría retrasar todo el proceso durante varios meses más.
En este sentido, el ministro principal para Gibraltar, Fabian Picardo, sostuvo la semana pasada ante el Parlamento gibraltareño que lo deseable sería un acuerdo "lo antes posible" pero aclaró que ello no impide que este pueda cerrarse tras las elecciones europeas. "No vamos a ser nosotros los que nos levantemos de la mesa simplemente porque haya elecciones europeas", dijo.
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