El exdirectivo del Canal de Isabel II en Latinoamérica Edmundo Rodríguez Sobrino, considerado como el principal testaferro del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González en el caso Lezo, ha puesto a disposición de la Audiencia Nacional los 2,4 millones de euros (2.739.003 dólares) que ingresó de las presuntas comisiones pagadas por el empresario brasileño Sebastiao Cristovam por la compra de la empresa brasileña Inassa.
Así lo indica el letrado de Rodríguez Sobrino en un escrito de 29 de mayo dirigido al juez Manuel García-Castellón, en el que aporta los documentos, que según este imputado, prueban que ya ha devuelto todo el dinero resultante de los 2,5 millones de dólares que ingresó en 2014 en una entidad financiera colombiana.
Y el abogado justifica este cobro en virtud de un contrato de prestación de servicios de consultoría empresarial firmado con Sebastiao Cristovam: "Y que sirvió de justificación de las cantidades recibidas", completa el documento.
"El importe total depositado en este Juzgado es de 2.739.003 dólares, no quedando ningún importe de interés para la causa en poder de mi defendido, que ha puesto a disposición del Juzgado dichas cantidades, que deberán aplicarse a la reparación del daño que sea fijado procesalmente", especifica el abogado de Rodríguez Sobrino.
La secretaria
En estos fondos devueltos, según explica, se encuentran los 1,8 millones de dólares destinados a Ignacio González, que se hizo con su parte de la mano de Luis Vicente Moro, siempre según el relato del arrepentido Rodríguez Sobrino, que explica que la operación para comprar Emissao se inició después de que la secretaria del expresidente madrileño le presentara a Moro, que había sido delegado del Gobierno del PP en Ceuta con Jose María Aznar de presidente.
"La trasferencia de 1.800.000 dólares se corresponde con las cantidades que correspondían a Ignacio González", especifica el escrito, que recuerda que otros 900.000 euros eran de Rodríguez Sobrino, a quien le abonaron esta cantidad por sus servicios profesionales: "La persona a través de la cual Ignacio González manifestaba su parecer era Luis Vicente Moro, por lo que Rodríguez Sobrino procedió a guardar la cantidad correspondiente a este a expensas de sus instrucciones", especifica el escrito.
En nombre del "Conde"
Sin embargo, en el escrito el letrado del presunto testaferro hace una pormenorizada explicación del modus operandi de la trama. Según este relato, Luis Vicente Moro, "que decía actuar en nombre de Ignacio González", le explicó que el reparto se había fijado de esta forma: 1,8 millones de dólares para el expresidente madrileño y 900.000 dólares para cada uno de los otros cuatro presuntos comisionistas: el propio Luis Vicente Moro, y los exdirectivos de Inassa Diego García Arias, Ramón Navarro y Edmundo Rodríguez Sobrino.
Rodríguez Sobrino plasmó estas cantidades, que sumaban en total 5,4 millones de dólares, en una hoja manuscrita, intervenida por la Policía, y en la que se identificaba a estos cargos con apodos, según los cuales "Conde" era Ignacio González; "Abuelo", Ramón Navarro; "General", Edmundo Rodríguez Sobrino; "Maradona", Diego García Arias; y "Moro", Luis Vicente Moro.
El escrito del abogado, de 29 de mayo, coincide en la fecha con la decisión del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón de archivar la acusación contra Rodríguez Sobrino por la compra de Inassa en 2001. También han sido exonerados en esta operación concreta Ignacio González y Alberto Ruiz-Gallardón. Sin embargo, tanto el testaferro arrepentido como el expresidente de la Comunidad de Madrid siguen imputados por la compra de Emissao en 2013.
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