"Esto ha sido una traición". El Gobierno apenas disimula su enojo con el paso atrás de Ciudadanos en el decreto de los estibadores. Una bofetada alevosa de su socio 'preferente' que anima a quienes en el PP señalan la vía al adelanto electoral.
Crecen las voces en el Gobierno y en el PP que consideran inviable la actual legislatura. El principal partido de la oposición, sin líder ni proyecto, es un ente informe con el que no se puede contar al menos hasta vísperas del verano. Ciudadanos sólo respalda cuando le conviene. Su abstención con el enrevesado decreto de la estiba ha redondeado un panorama repleto de incertidumbres.
Una mayoría imposible
"No se puede gestionar nada, ni cerrar temas, ni aprobar leyes, ni avanzar en asuntos importantes y urgentes", menciona un alto cargo del PP, convencido de que es necesario despejar el horizonte cuanto antes, y abrir la puerta hacia unas elecciones que les serán favorables. El bofetón de Ciudadanos anima a quienes dentro del Gobierno lon partidarios de tomar el camino de en medio. "Nuestra mayoría parlamentaria es imposible, el PSOE no ejerce de partido responsable y sólo nos dedicamos a crear comisiones de investigación que no conducen a ningún lado, insisten. La derrota parlamentaria del Gobierno del jueves, con tan sólo un precedente en la historia del Congreso, ha perfilado un panorama sin demasiadas alternativas. Condenado a una mayoría imposible, a una persistente soledad, el horizonte aparece tenebroso.
Mariano Rajoy declara sin titubeos que no puede pensarse en elecciones y que pretende culminar esta legislatura. Repite que a finales de este mes se envía el proyecto presupuestario a las Cortes para que arranque su trámite parlamentario. Un viaje casi imposible. Si el PSOE no ayuda, los presupuestos no salen, ni en primera ni en segunda instancia. El presidente del Gobierno negocia personalmente con el PNV el trámite parlamentario del presupuesto. Un diálogo que marcha por buen camino, aunque no garantiza la mayoría suficiente para redondear el empeño con éxito.
Ciudadanos se pone de perfil. Albert Rivera huye de la imagen de báculo del Gobierno. Se 'borró' del votar 'sí' en el proyecto de los trabajadores portuarios en cuanto vio que, pese al respaldo de los nacionalistas vascos, el Gobierno iba a morder el polvo. Un viraje de último minuto. "Nos han engañado, en la víspera nos dijeron que votaban sí y a la mañana se abstienen", señala esta fuente.
Un adelanto electoral es la única salida. "Esto no se aguanta tres años". Rajoy lo sabe, y cada vez le llegan más voces que señalan ese camino. "El PSOE tardará tiempo en recuperar su base electoral. Está en el subsuelo. Podemos va a seguir ahí y Ciudadanos no crece. Tenemos posibilidades de aumentar el número de escaños", comenta un miembro del Gobierno. En el PP dan por hecho que se va a elecciones en noviembre o primeros de años. En Ciudadanos tienen esa misma opinión.
La actitud de Ciudadanos, oscilante e imprevisible, es la gota que colma el vaso de la paciencia de muchos dirigentes del PP. Piensan que Rivera no es fiable. 'Una veleta, no puedes contar con él'; señalan. Un episodio que pude animar a quienes ahora, en el Gobierno, dudan.
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