El pasado 11 de julio, el Comité Ejecutivo Nacional de Vox anunció la ruptura, con carácter inmediato, de los cinco gobiernos autonómicos donde la formación presidida por Santiago Abascal y el Partido Popular habían alcanzado acuerdos para poner en marcha la legislatura.
Esta decisión, tan rápidamente adoptada por los distintos consejeros y miembros de los ejecutivos regionales, no fue más que la apuesta redoblada de Vox en su lucha por la inmigración ilegal. Una en la que, bajo su consideración, el Partido Popular les ha dejado de lado al aceptar la acogida de menores no acompañados en todas las autonomías de España por orden del Gobierno central.
La quiebra de los parlamentos ha tensionado, más si cabe, las relaciones entre Vox y el Partido Popular, las cuales no atravesaban su mejor momento desde el pasado ciclo electoral del 28 de mayo y 23 de julio, respectivamente. Los ataques en el Congreso y en diferentes medios de comunicación entre Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo, líder popular, han sido constantes esta semana.
Especialmente reseñable las palabras del presidente de Vox en el Congreso hacia Feijóo, al que acusó de seguir a pies juntillas los idearios del PSOE en España y Bruselas, repartiéndose sillones a discreción. Declaraciones que encontraron su réplica en la bancada popular, evidenciando, tal y como contamos en este periódico, que Abascal y Feijóo tienen una relación distante. Rota.
Han pasado siete días desde que los diferentes vicepresidentes y consejeros dimitieron de sus responsabilidades, pero en cada comunidad autónoma los acontecimientos se han desarrollado de forma diferente. Hay que recordar que los pactos rotos inmiscuyen a Extremadura, Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla y León y Murcia.
Así están las CCAA donde Vox ha roto con el PP
En Castilla y León, la salida de Vox del Gobierno se ha producido, como se esperaba desde la cúpula del partido, de forma rápida y efectiva. Sin embargo, no todos los consejeros de la formación han adoptado la decisión con la misma algarabía. Gonzalo Santonja, encargado de la Consejería de Cultura, se negó a dimitir, algo con lo que Juan García-Gallardo, exvicepresidente de la región, ya contaba.
"Tiene buena relación con el presidente Mañueco, de hecho, hasta en sus libros le ha escrito los prólogos el señor Mañueco. Por tanto, no me sorprende en absoluto", confirmaba en este periódico hace unos días.
Además de él, que sigue en el Gobierno, Mariano Veganzones, consejero de Industria, Comercio y Empleo, y Gerardo Dueñas, del área de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, también se negaron a salir del Ejecutivo, pero ambos fueron cesados por Mañueco y rápidamente sustituidos.
En la Comunidad Valenciana, ha reinado el caos en los últimos días. No solo por la aparente incomodidad de los exconsejeros de Vox con la decisión tomada en Madrid, quienes han criticado la "decisión partidista de Abascal".
El pacto en el Ayuntamiento de Valencia ha estado muy cerca de dinamitar esta semana. Finalmente, fue la intervención del propio Abascal la que la frenó, queriendo salvar la última gran capital donde Vox tiene mando en España.
En Murcia, la salida de Vox del Ejecutivo autonómico también ha profundizado en las diferencias ya existentes entre ambas formaciones en la región. El pulso trasladado por Abascal aquí es más complejo de aceptar, pues se trata únicamente de 16 menores, los cuales han dado al traste con un pacto que llevó semanas acordar.
Sin embargo, los ciudadanos de Murcia tienen claro cuál debería ser el siguiente paso a dar por Vox allí. Según una encuesta realizada por el Grupo Especial de Investigación Centro de Estudios Murciano de Opinión Pública de la Universidad de Murcia, el 61,8% de los murcianos considera que el partido debería retirar el apoyo al PP también en los Ayuntamientos.
Además, sólo un 23,6% de los encuestados cree que la acogida de menores no acompañados sea la razón de más peso en la salida de Vox del gobierno autonómico.
Calma en Extremadura e incertidumbre en Aragón
Situaciones, las vividas en Castilla y León, Comunidad Valenciana y Murcia, que contrastan enormemente con lo que se vive en Extremadura y Aragón, donde la vuelta a la actividad política tras la ruptura se ha llevado con relativa tranquilidad.
En Extremadura, la presidenta María Guardiola informó que no habrá moción de confianza alguna y que su Gobierno goza "de salud de hierro". No obstante, en esta CCAA también ha habido un caso de transfuguismo en Vox.
Ha sido Ignacio Higuero, consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, ha solicitado seguir en el Gobierno pese a la decisión tomada por la cúpula. Además, se ha dado de baja de Vox, lo que ha provocado las críticas de miembros como Jorge Buxadé, quien lo acusó de "querer pegarse al sillón".
Por último, Aragón. Aquí el Partido Popular tiene un reto por delante de bastante envergadura, pues gobernar en solitario y reestructurar el equipo de Gobierno se antoja complicado. Al margen de las políticas migratorias, el año de Gobierno ha estado repleto de tensiones y desacuerdos. Azcón deberá pensar muy bien los siguientes pasos a dar.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación