A menudo se los ubica en extremos antagónicos... pero no. La transparencia y el poder no son necesariamente enemigos. De hecho, rendir cuentas puede ser un atajo hacia una mayor confianza de la ciudadanía. Esa es, al menos, la conclusión a la que ha llegado en su último informe la auditora Dyntra.
Atendiendo a los últimos datos de esta auditora —que mide el grado de transparencia en materia económica, de contratación, agenda, viajes, currículums de los cargos, con hasta 162 indicadores distintos que tienen en cuenta tanto los elementos de la Ley de Transparencia como de las permanentes demandas ciudadanas en tiempo real— cuatro de los cinco gobiernos municipales con mejor nota han conseguido no solo ganar las elecciones sino mejorar sus resultados anteriores e imponerse con claras mayorías absolutas.
De los datos de Dyntra se desprende que la transparencia apunta a ser un elemento transversal, que va más allá de las siglas políticas
Es el caso de los gobiernos del PP en Fuengirola (que pasó de una puntuación del 60% en 2015 a superar el 90% ahora) y Pozoblanco (donde los populares pasaron de cinco a nueve escaños tras un gobierno en coalición Pozoblanco en Positivo que incrementó la nota en transparencia de un 09% a un 89%), del PSOE en Águilas (pasó de diez a 13 escaños tras una gestión que subió del 10% al 89%) y de La Línea 100x100 en la Línea de la Concepción, cuyo primer edil, José Juan Franco Rodríguez, escaló de nueve a 21 escaños y se hizo con el título de ser el tercer alcalde más votado de España tras una legislatura en la que casi duplicó los niveles de rendición de cuentas en su Consistorio.
Otro dato que apunta en la línea de la transparencia como un elemento que contribuye a la cercanía entre gobernantes y gobernados es el hecho de que 13 de los 15 más transparentes mejoraron sus resultados electorales, con las excepciones de Torrelodones (donde Vecinos por Torrelodones mantuvo la mayoría absoluta pese a perder un escaño), y Barcelona (los comunes de Ada Colau perdieron un escaño). Vitoria, por ejemplo, la segunda ciudad más transparente de España, 'premió' al alcalde del PNV, Gorka Urtaran, con siete escaños en lugar de los cinco que tenía, de forma similar a lo que ocurrió en Bilbao (la sexta más transparente) con su compañero de partido Jose Mari Aburto, sumando un nuevo escaño. Más llamativo si cabe es el caso de Francisco Guarido, el alcalde de Izquierda Unida en el séptimo ayuntamiento más transparente, Zamora: pasó de ocho escaños a una mayoría absoluta de 14.
Margen de mejora
De los datos de Dyntra se desprende que la transparencia apunta a ser un elemento transversal, que va más allá de las siglas políticas pero también que hay mucho camino para recorrer en materia de transparencia.
Más de 300 ayuntamientos 'suspenden' las pruebas de esta auditora, que da un claro suspenso general al conjunto de España, con un 36% de nota media. Entre las suspendidas hay además 22 capitales de provincia: Palencia, Segovia, Guadalajara, Santa Cruz de Tenerife, Burgos, Ávila, Murcia, Tarragona, Badajoz, Jaén, Lérida, Albacete y Cuenca.
Entre las capitales de provincia reprobadas se aprecian factores recurrentes como la falta de alternancia política y 'penalizaciones' a los partidos en el Gobierno en las últimas elecciones.
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