El número de universidades privadas se dispara. Desde que se creó la última universidad pública en 1998, que fue la Politécnica de Cartagena, se han autorizado hasta 23 universidades de carácter privado. Crecen a un ritmo de aproximadamente una por año.
El auge de titulaciones va aparejado. En el curso pasado, España contaba con 83 universidades activas, tanto públicas como privadas. Estas han ofrecido la friolera de 8.526 titulaciones oficiales: 2.920 grados, 3.567 másteres, 1.137 doctorados, 810 dobles grados y 92 dobles másteres.
Pero el aumento del número de titulaciones en las públicas contrasta con el descenso de matriculados, según recoge el último informe de la Fundación CYD. En el caso de las privadas, el auge de los títulos es muy superior al de los inscritos.
Una de las consecuencias de este desequilibrio es que la caída de la tasa de ocupación, es decir, del número de matrículas por oferta de plazas. En los centros públicos presenciales fue del 89,8%, lo que supone casi dos puntos y medio menos en la última década.
Notas medias más bajas
Fuentes de Crue explican que el crecimiento de nuevas matrículas en las privadas crece porque el volumen de este tipo de centros también lo hace. "Las privadas atienden a una demanda insatisfecha de titulaciones que la oferta de la pública no alcanza porque está más limitada", aseguran.
Además, destacan que la nota media para ingresar en las nuevas universidades privadas es más baja que en las públicas, por lo que, "en general, los estudiantes que no han alcanzado plaza en las públicas recurren en a las privadas".
Las mismas fuentes inciden en el hecho de que la oferta de títulos en las privadas no esté sometida a una ordenación y una serie de límites puede contribuir a una saturación de titulados que el mercado laboral actual no es capaz de asumir. "Como la contención y los límites solo se aplican a las públicas y no a las privadas se crea un desajuste en el mercado", consideran.
Muchos titulados, pocas ofertas
De hecho, según advierte el Informe CYD, España es el país más sobrecualificado de Europa. Pese a que el 37,3% de la población española entre 25 y 64 años era titulada superior, superando con creces a la media de la UE, la demanda de universitarios por parte del tejido productivo crece a un ritmo mucho menor.
Este desfase conduce a que un elevado porcentaje de graduados superiores acaban ejerciendo tareas y funciones en empleos de menor cualificación. Y de menor salario. Paradójicamente, algunas empresas no encuentran personal cualificado para ocupar determinadas vacantes.
En 2007, la tasa de empleo en España era superior a la de la UE. La de desempleo era inferior. Pero la crisis afectó más a España y, de acuerdo a los responsables de la Fundación CYD, aunque la recuperación también está siendo más intensa en nuestro país, no se ha podido aún revertir los efectos de la crisis.
En 2017 el 19,3% de los matriculados universitarios en España estudiaban en instituciones privadas, el octavo valor más elevado de los 26 países de la UE que ofrecen datos completos sobre este indicador. Además, en los últimos cinco años España ha sido el quinto país con mayor incremento en esta proporción.
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