Manuel Valls ya tiene una plataforma constitucionalista con la que quiere dar el salto a la política nacional y en ella están fundadores de Ciudadanos y críticos del PSOE de Pedro Sánchez, según ha sabido Vozpópuli de fuentes solventes.
Entre las personas que acompañan al ex primer ministro francés en esta aventura están figuras del socialismo vasco como Nicolás Redondo Terreros y los hermanos José María y Rubén Múgica; así como exdirigentes e intelectuales fundadores de Ciudadanos, caso de Francesc de Carreras, Toni Roldán, Arcadi Espada y Félix Ovejero. También está el escritor Andrés Trapiello, quien fue candidato al Senado por UPyD.
El nombre de la plataforma aún no está decidido, pero se conocerá en la capital el próximo 30 de octubre durante la presentación de este movimiento en la sede de la Fundación Diario Madrid. En dicho acto se expondrá un manifiesto fundacional que tiene "voluntad de continuidad", según las citadas fuentes, y que se asemeja a los pasos que se dieron hace casi 15 años para poner en marcha Ciudadanos, primero como entidad cívica y luego como partido.
La hoja de ruta de los promotores de esta plataforma es clara: presentar primero un nuevo partido de centroizquierda para las elecciones catalanas y preparar el salto nacional para más adelante. Para que ello sea factible, Manuel Valls trabaja ya en dos mesas: por un lado se encuentra Cataluña y su propuesta para el Parlament; y por el otro, un partido inspirado en valores como el constitucionalismo, la laicidad y el izquierdismo cívico defensor de la unidad de España.
Máxima discreción
Los emisarios de Valls han actuado con la máxima discreción. Así ha sido con el último Múgica que militó en el PSOE. Se trata de José María Múgica, hijo del dirigente socialista Fernando Múgica, asesinado por ETA en la década de los noventa y que en diciembre del año pasado dio un portazo a Sánchez y abandonó el partido de toda su vida. El hijo de Múgica criticó entonces la fotografía que la líder del PSE, Idoia Mendia, se hizo “cocinando” con Arnaldo Otegi en Nochebuena. En su carta de dimisión sentenció: “No en mi nombre”.
El equipo de Valls también ha mantenido contactos con otros sectores socialistas: personas sobre todo del campo administrativo críticos con Sánchez y que lo fueron con su acercamiento a los nacionalistas catalanes después de la victoria en las primarias contra Susana Díaz y la moción de censura a Mariano Rajoy.
No se excluye que esté acercándose también a figuras como Joaquín Leguina, expresidente socialista de la Comunidad de Madrid. La afinidad política e ideológica entre ambos es conocida. Los dos consideran errores del PSOE la inacción contra el nacionalismo catalán y el acercamiento a Podemos.
El lanzamiento de esta plataforma se asemeja a los pasos que se dieron hace casi 15 años para poner en marcha Ciudadanos, primero como entidad cívica y luego como partido
Todos esos movimientos han cuajado en la construcción de esta plataforma que se creará en Madrid a finales de este mes. Se tratará de algo parecido a una entidad de la sociedad civil, aunque en realidad constituirá la cabeza de puente de Valls para ampliar sus contactos en Madrid. Esta semana, según las fuentes consultadas, se hará oficial el primer comunicado en forma de manifiesto. Y en la presentación oficial del próximo 30 de octubre se conocerán los primeros rostros que actuarán en su apoyo.
Como ha ido informando este diario desde el pasado junio, Valls estuvo estudiando cómo actuar para construir un actor político nacional. Su primer planteamiento era dar el pistoletazo de salida en 2020. Sin embargo, el desenlace imprevisto de la repetición de elecciones generales en noviembre y, sobre todo, el más que probable escenario de un adelanto de los comicios autonómicos en Cataluña han obligado a acelerar la operación.
Decepcionados con Rivera
Valls contará en esa operación, además, con exdirigentes de Ciudadanos. Su voluntad es atraer a parte del electorado del partido naranja que se siente decepcionado con Albert Rivera, en un plan cuyo primer paso será una candidatura a la Generalitat, como adelantó El País. En ello está volcado desde hace tiempo, así como en ampliar el abanico de segmentos interesados en su proyecto, desde Gorka Maneiro hasta exafiliados a UPyD, como desveló Vozpópuli.
Según fuentes conocedoras de los movimientos de Valls, la plataforma madrileña ya cuenta con un nombre y con un eje. Quiere recuperar algunos de los legados históricos y políticos de la Transición, en un periplo que desde 1977 conduzca hasta la gran manifestación del 8 de octubre de 2017 en Barcelona: símbolo para los afines de Valls del espíritu de conciliación nacional que quiere impulsar.
Más allá de eso, el nuevo sujeto político quiere reivindicar la integración europea y la lucha contra la desigualdad. Todo ello en una defensa cerrada de la Constitución española. En tres palabras: reformismo, laicismo y lucha contra el nacionalismo como eje de una propuesta que, entre otras cosas, rechaza todo tipo de deriva identitaria de la política.
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