El líder de Barcelona pel Canvi, Manuel Valls, ha decidido dar libertad de voto a sus seguidores para que se decanten por fuerzas constitucionalistas el próximo 10-N, pero veta expresamente a Ciudadanos y Vox, según informan a Vozpópuli fuentes próximas al exprimer ministro galo.
Valls indicó a principios de octubre que diría a qué partido constitucionalista votar en los comicios generales y que esperaría a ver cuál era la reacción de cada uno de ellos a la sentencia del procés y la presión en las calles catalanas, que en los días siguientes derivó en violencia.
Sin embargo, al final Valls no se quiere significar por ningún partido en concreto. Eso sí, no quiere que los suyos voten a Ciudadanos ni a Vox por diferentes motivos. Con la formación de Santiago Abascal nunca ha comulgado desde que se volcó en la política barcelonesa y catalana, y ha defendido el mismo cordón sanitario que ha habido en Francia con el Frente Nacional de Marine Le Pen.
Por ejemplo, se sintió incómodo en la manifestación de Colón en febrero -estuvo en ella pero no se sumó a la foto de familia- y advirtió a Albert Rivera del riesgo de aparecer de la mano con Abascal. Fue el comienzo del distanciamiento entre ambos que ha terminado en ruptura con el paso de los meses.
Los exabruptos de Girauta
A raíz de los exabruptos de Juan Carlos Girauta contra el PSC, cuando calificó al partido de Miquel Iceta de "lameculos paniaguados mezclados con ladrones pijos", Valls adelantó que, a diferencia del 28-A, en esta ocasión no votaría a Ciudadanos. Y lo justificó por "los errores de Rivera en Cataluña", según indicó el ex primer ministro galo en una entrevista en La Sexta.
"Repetir elecciones es perder tiempo. Todos saben que los grandes partidos constitucionalistas tendrán que pactar, de una manera u otra", subrayó Valls , quien lamentó la "ocasión perdida" por parte de Ciudadanos para lograr un acuerdo con el PSOE durante la efímera legislatura pasada, cuando se trataba de una alianza "bastante natural".
"¡Qué error tan grave de Albert Rivera y Ciudadanos! Lo pueden pagar en las próximas elecciones. Yo no voy a votar a Ciudadanos, no es posible para mí", señaló el concejal de Barcelona pel Canvi antes de calificar de "desgracia para la democracia" las palabras de Girauta. "Si no se respetan entre ellos, cómo van a pensar los ciudadanos que los políticos les van a respetar", hizo hincapié.
El frágil matrimonio de conveniencia entre Valls y Rivera se rompió a mediados de junio cuando el primero apoyó con su voto y el de otros dos compañeros la investidura de Ada Colau al frente del Ayuntamiento barcelonés. Una decisión que rompió por la mitad al grupo Barcelona pel Canvi en el que estaba Cs y que dejó muy maltrechas las relaciones con el partido naranja.
Los primeros pasos de Valls en Madrid
La ruptura definitiva se ha producido en las últimas semanas, coincidiendo con los primeros pasos de Valls en Madrid liderando el manifiesto constitucionalista 'La España que reúne' con críticos socialistas del sanchismo y exfundadores de Cs.
El propio Rivera admitió que se había equivocado con Manuel Valls al apoyarle en su salto a la política catalana ya que no se esperaba que este último diese sus votos a Ada Colau para que se convirtiera en alcaldesa de Barcelona.
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