Tres avisos, tres, antes de arrancar la campaña. La Junta Electoral pone en su sitio a las filas separatistas. El último, directamente a Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, 'la emperatriz de la ambigüedad', como la bautizó el exministro socialista Josep Borrell. Este domingo se ordenó al Ayuntamiento barcelonés la retirada del cartelón que rezaba 'libertad a los presos políticos', colgado de la fachada consistorial, en plena plaza de Sant Jaume. La reprimenda de la Junta también se amplía a todos los eslóganes y carteles que, con ese enunciado, penden de edificios municipales.
Ciudadanos había presentado el recurso contra este exceso propagandístico de Colau. Y así lo ha entendido la entidad que vigila el cumplimiento de las normas de cara al 21-D. La resolución dictada el domingo señala que la pancarta se identifica claramente con determinados partidos políticos y se confunde con las expresiones que estas formaciones utilizan durante el periodo electoral. Fue la pancarta y prohibición de intentarlo de nuevo.
Colau, eso sí, ha teñido de amarillo buena parte de las fuentes de la ciudad, en reivindicación de la salida de los presos. Un motivo supuestamente navideño que se convierte en reclamo político. De momento, la Junta no ha decidido intervenir en este asunto, algo más sutil que los carteles.
Donde sí ha intervenido es en otra apoteosis del amarillo, en este caso, ha prohibido que, en su momento, los miembros de las mesas electorales lleven lazos amarillos, en apoyo a los exconsejeros que ahora están en la cárcel por orden judicial. "El artículo 93 de la Ley Orgánica del régimen general electoral establece que ni en los locales electorales, ni en sus alrededores se podrá realizar propaganda de ningún género", señala el escrito de la JEC. Sabido es que los miembros de las mesas no pueden llevar distintivo ni propaganda alguna de los partidos o las fuerzas políticas en contienda. De ahí este segundo varapalo de la Junta, de carácter netamente preventivo.
El sectarismo de TV3
La Junta electoral provincial de Barcelona, en este caso, se ha adentrado en un territorio que quedó fuera del 155, pero no de la normativa sobre unos comicios autonómicos. Ha resuelto que TV3 deberá 'abstenerse' de utilizar expresiones como 'Gobierno en el exilio' o "consellers exiliados', entre otras cosas, dice la resolución, porque "adolecen de rigor, pueden confundir al espectador y vulneran el principio de neutralidad informativa".
También se trata de un recurso de Ciudadanos, que pretendía asimismo aligerar del tratamiento de 'president' a Carles Puigdemont, puesto que se trata de 'un cargo del que ya no disfruta', al haber sido destituido por el Gobierno central con la aplicación del 155.
En este punto, la Junta señala que no es preciso añadir el término de 'cesado' cada vez que se refieran a Puigdemont como 'president', ya que se trata de un 'hecho notorio' que no afecta a la neutralidad informativa. La Junta Electoral Central, sin embargo, no se ha pronunciado aún sobre este asunto. Algunas versiones apuntan a que este organismo está preparando una serie de directrices sobre cómo ha de desenvolverse la televisión autonómica durante la campaña. TV3 y también Catalunya Radio, actúan, por ahora, ajenas a la nueva situación de Cataluña. Son las únicas instancias públicas que no se han visto intervenida por el Gobierno y sus contenidos siguen en la misma línea que hasta hace un mes. Se esperan decisiones de la JEC en este punto.
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