Apenas lleva cuatro meses en La Moncloa, pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pasado en torno a 25 días fuera de España repartidos en doce países distintos, es decir, uno de cada cinco días de mandato, según se desprende de su agenda oficial. Tampoco escatima en recibimientos a líderes internacionales: entre primeros ministros y otros altos cargos extranjeros, suma más de una quincena de visitas desde que preside el Ejecutivo.
Veinte días después de tomar posesión de su nuevo cargo tras la moción de censura, el 23 de junio, Sánchez aterrizaba en París para reunirse con Macron. El encuentro se producía pocos días después de que España anunciara su decisión de acoger en España el buque Aquarius, con 630 migrantes a bordo, tras la negativa de Italia y Malta a abrir sus puertos. Francia se ofreció a acoger a los que quisieran pedir asilo en tierra gala y se convertía en el primer destino oficial de un presidente español, rompiendo la tradición con Marruecos.
Veinte días después de tomar posesión de su nuevo cargo tras la moción de censura, Sánchez aterrizaba en París para reunirse con Macron
A la mencionada visita, que no aparece anunciada en la agenda presidencial, le siguió un viaje a Berlín tres días después. El mandatario español se reunió con la canciller de la República Federal de Alemania, Angela Merkel, el martes 26 de junio. Al día siguiente, miércoles, compareció en el Pleno del Congreso de los Diputados, pero volvería a coger un vuelo rumbo a Bruselas el jueves para participar en el Consejo Europeo, cita que se prolonga hasta el viernes día 29.
En la misma tarde, el presidente del Gobierno se traslada desde Bélgica a Francia, donde se reúne con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en el ayuntamiento. La hiperactividad en la agenda internacional de Sánchez vuelve a ponerse de manifiesto en julio. Tras regresar de París de viaje oficial el mismo viernes, el sábado 30 de junio utilizó el Super Puma del Ejército para desplazarse con su mujer, Begoña Gómez, desde La Moncloa a La Rioja: era la boda de su cuñado.
Al día siguiente, la agenda señala la asistencia, acompañando a Felipe VI al partido de fútbol de octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 entre las selecciones de España y Rusia, pero finalmente solo acudió el rey. Sánchez despidió a la selección en Las Rozas semanas antes y ese día felicitó a los jugadores a golpe de tuit y puso rumbo a Portugal el lunes primero de julio para visitar al primer ministro de la República Portuguesa, António Costa.
Vuelta a Bruselas
El 11 de julio regresa a Bruselas, donde permanece un par de días con motivo de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. Le acompañan el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, y la ministra de Defensa, Margarita Robles.
La tarde del 27 de julio vuelve a pisar Lisboa para participar en la Cumbre de Interconexiones Energéticas que se celebró en la Agencia Europea de Seguridad Marítima, junto con el portugués Costa, el presidente de Francia y el de la Comisión Europea. Ya entrado agosto, Sánchez permanece en territorio nacional, pero invita a pasar el fin de semana a Merkel en Doñana.
Tres días después de Vannes inicia su gira por América Latina con paradas en Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica
El 24 de agosto vuelve a viajar a Francia, en este caso, a Vannes. Lo hace para asistir a la final de la Copa Mundial Femenina Sub20 de la FIFA 2018 entre las selecciones de Japón y España. Tres días después inicia su gira por América Latina con paradas en Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica. Aterriza en Santiago de Chile el 28 de septiembre y se despide del periplo sudamericano el 31 de septiembre en Costa Rica.
No aparecen nuevas actividades en la agenda presidencial hasta el 5 de septiembre, que viaja a Suecia para mantener un encuentro de trabajo con el primer ministro, Stefan Lovfen. El 19 de septiembre Sánchez emprende un viaje a Salzburgo para asistir al Encuentro Informal de Líderes de la Unión Europea y al Consejo Extraordinario europeo, celebrado este último el día 20.
12 países
Tres días más tarde el presidente pone rumbo a Canadá, donde se reúne con Justin Trudeau. Las cuatro jornadas siguientes asiste a distintos actos en Nueva York, Estados Unidos, país donde también se cita con Donald Trump. El 28 de septiembre, tras asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas viaja a Sacramento para visitar al gobernador de California. El día 29 lo pasa en Los Ángeles.
Sánchez abandona EEUU prometiendo una visita oficial a Cuba, una cita cerrada con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, aun sin fecha pero "inminente". Aunque tenía previsto acudir a Marruecos en Septiembre, la visita del dirigente socialista al país vecino aún está pendiente.
Así, en apenas cuatro meses en el poder, Sánchez ha estado en Francia, Portugal y Bélgica en repetidas ocasiones, además de visitar Alemania, Austria, Suecia, Chile, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Canadá y Estados Unidos. Doce países. No son menos el número de mandatarios que, ya sea como herencia del Gobierno anterior o por invitación del nuevo Ejecutivo, han pasado por La Moncloa: desde el ucraniano Poroshenko hasta el primer ministro de Finlandia, Juha Sipila, que llega este jueves.
Sin olvidar las visitas de otros líderes como Donald Tusk; Jens Stoltenberg; el presidente de Colombia, Iván Duque; el presidente del Consejo de Ministros del Líbano; el presidente de la República de Ecuador; la primera ministra de Rumanía y el primer ministro de Austria.
El 1 de octubre, día en el que los independentistas celebraron el aniversario del referéndum ilegal y el presidente de la Generalitat echó un pulso al Gobierno, Sánchez tuvo un encuentro y almuerzo de trabajo con el primer ministro de la República francesa, Édouard Philippe. La respuesta pública al chantaje a Quim Torra quedó en manos de la portavoz Isabel Celaá. El día 2, horas después de los disturbios en el Parlament, era el turno de recibir al fundador del Foro de Davos.
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