Alejo Vidal-Quadras sigue recuperándose de las secuelas del atentado, por lo que no ha podido asistir personalmente al acto sobre la amnistía que ha acogido el Ateneo con presencia de Fernando Savater y Cayetana Álvarez de Toledo. Sin embargo, Vidal-Quadras -cuyo aspecto demuestra estar cada vez más recuperado-, ha participado por videoconferencia, y se ha desviado del discurso habitual para criticar la amnistía, apuntando directamente a las ineficiencias de nuestro sistema y de la Constitución forjada en 1978.
"Sobre la ley de amnistía se ha dicho y escrito casi todo. Huelga repetir lo que ya es oído: que es inconstitucional, una barbaridad e infame. La cuestión que me parece más interesante son los defectos de la arquitectura institucional que han desembocado en este desaguisado", ha comenzado el exvicepresidente del Parlamento Europeo y fundador de Vox.
"La senda que ha conducido a esta pesadilla hay que comprenderla para no ser ciegos caminando en una cuerda floja. Nuestra democracia no es militante, como la alemana. La Constitución del 78 permite la existencia de partidos políticos que alberga en su ideario y programa el propósito de acabar con la ley de leyes que les ampara. Esto es una paradoja que se termina pagando caro", ha aseverado.
En segundo lugar, ha apuntado al "carácter partitocrático de nuestro sistema". "La colonización de instituciones, medios de comunicación y empresas por los partidos políticos es una característica que deteriora considerablemente la separación de poderes, así como la idoneidad y competencia de los designados para puestos relevantes del Estado".
La ausencia de democracia interna en los partidos políticos es el tercer factor que ha subrayado Vidal-Quadras. "Todos los partidos son estructuras piramidales, cesaristas, profesionalizadas y centralizadas. La cúpula forma las listas electorales y nombra cargos orgánicos. Esta estructura elimina la relación representante-representado y no favorece el nivel intelectual de los cargos públicos en general".
"Un cuarto problema es el poder desmesurado del jefe del Ejecutivo; el método para configurar el CGPJ y el Tribunal Constitucional ponen en serio riesgo su independencia". Finalmente, el último inconveniente que encuentra el columnista de Vozpópuli "es nuestro modelo territorial. Una descentralización política tan acusada está demostrando ser suicida... Lo que estamos pasando es fruto de las deficiencias del sistema".
El Parlamento puede aprobar que Sánchez e Aristóteles
Una de las intervenciones más aplaudidas ha sido la de Cayetana Álvarez de Toledo, que ha ridiculizado los argumentos del Gobierno a favor de la amnistía. "Si la aprueban se vacían los juzgados y así tienen que trabajar menos los jueces", ha comentado en tono jocoso. "En Waterloo no se acaban de fiar. Empiezan a saber que han negociado con un trilero, que les prometió la amnistía integral y entregarles bienes que no son suyos, como la justicia y la legalidad europea".
Esta idea ha sido central en la diputada del PP, que considera que como el PSOE "tiene que dialogar con delincuentes tienen que convencer de que no son lo son, pero a la justicia no la convencen". Álvarez de Toledo opina que la justicia y el Derecho europeo frenarán a Sánchez y sus socios. "El Parlamento puede aprobar que Pedro Sánchez es Aristóteles, pero gracias a Dios existe la Constitución y el Estado de Derecho. Aunque el Parlamento apruebe acabar con todas las rubias, los jueces y Europa lo impedirían".
Pese a las suspicacias que general el Tribunal Constitucional de Cándido Conde Pumpido, la diputada popular defiende que ni un TC "presidido por un híbrido de Dolores Delgado, Félix Bolaños y Zapatero podría dar por buena esta ley".
El filósofo Fernando Savater -aunque prefiere que se refieran a él simplemente como lector- ha cargado contra la idea de "reconciliación" que pretende vender el Gobierno. "Lo de la reconciliación suena a haber tenido una gresca en un bar. O a ser una pareja que intenta no divorciarse".
Savater ha comparado el chantaje de los independentistas catalanes con el de la ETA. "Había una forma fácil de acabar con la violencia en País Vasco: que todos votásemos a Batasuna. Eso es lo que se ofrece ahora con la reconciliación: me das la razón y se acaban los problemas en Cataluña".
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