El debate en el comité federal celebrado hoy por el PSOE ha concluido a primera hora de la tarde con 139 votos favorables a facilitar mediante la abstención la investidura de Mariano Rajoy y 96 en contra. Un Partido Socialista dividido en dos mitades evitará, pues, las terceras elecciones.
La mayoría de las federaciones rebeldes, ocho en total, han agitado por boca de sus secretarios generales el ‘no’ al candidato del PP, pero es altamente probable que acaten, al final, la disciplina de voto en la sesión plenaria. La gestora no contempla otra alternativa ni tampoco una abstención selectiva. Tres presidentes autonómicos que se han decantado por la abstención, el valenciano Ximo Puig, el castellano-manchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán, han guardado silencio para no alimentar los problemas con Podemos en sus respectivas comunidades.
Los presidentes autonómicos más expuestos a Podemos han evitado pronunciarse en el comité federal
Del debate ha vuelto a salir la foto de un partido dividido en dos mitades. La abstención ante la investidura de Rajoy puede servir para desbloquear la situación política, pero ha propagado un incendio que será difícil de extinguir, coinciden en apuntar fuentes socialistas de ambos bandos.
Quien mejor ha expresado esta mañana lo doloroso que resulta para el PSOE abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy ha sido la presidenta de Baleares, Francina Armengol: “Me niego a pensar que no tomemos la decisión adecuada de votar no. Será una vergüenza si el grupo socialista se abstiene”. El esfuerzo hecho durante dos semanas por el presidente de la gestora que dirige provisionalmente el partido, Javier Fernández, ha dado resultados a medias. Durante el debate de la mañana no ha asomado la agresividad vivida en la sede de Ferraz el sábado negro del 1 de octubre, pero sí han aflorado las mismas discrepancias de fondo, contenidas en las dos resoluciones sometidas a votación, que se resumen gráficamente en las intervenciones del asturiano Vicente Álvarez Areces –“la única opción que queda es abstenerse” – y, en el bando opuesto, de la madrileña Sara Hernández: “defendemos un ‘no’ rotundo e inflexible al PP y a la investidura de Rajoy”.
El sector del partido encabezado por la federación andaluza y secundado por las de Asturias, las dos Castillas, Extremadura y Aragón, que ha apostado claramente por facilitar un Gobierno del PP y evitar así terceras elecciones, ha defendido sus propuestas a través de la resolución que ha expuesto en el arranque del comité la eurodiputada Elena Valenciano. Ella ha presentado la abstención como una especie de compromiso del PSOE con la sociedad española porque, a su juicio, la repetición de las elecciones sería gravemente dañina para la salud de la democracia, y perjudicial para el interés de España.
La gestora no maneja otro escenario que el de una abstención conjunta del grueso del grupo parlamentario
A cambio de la abstención, señala la resolución, el PSOE realizará desde el primer día una “oposición tan firme como constructiva”. Ello comportaría la búsqueda de los apoyos necesarios para revisar “las políticas antisociales del PP” y defender las “grandes reformas que España necesita”. En la lista de reformas a derogar incluye la laboral y la llamada ley mordaza. Se compromete también a convocar el Pacto de Toledo sobre las pensiones y e encarar el debate sobre el futuro de Cataluña.
En el bando contrario, las organizaciones regionales de Cataluña, el País Vasco, Navarra, Cantabria, Galicia, La Rioja y Baleares, han apostado por arriesgarse a afrontar otras legislativas antes que dar su brazo a torcer, izando de esta forma la bandera que defendió con ahínco Pedro Sánchez, ausente de la reunión del comité federal. Su propuesta ha sido sintetizada por el socialista vasco Txarli Prieto, contrario a la investidura de Rajoy. A favor de ella han intervenido, entre otros, el exsecretario de Organización, César Luena, la vasca Idoia Mendía, el catalán Miquel Iceta, la navarra María Chivite, la madrileña Sara Hernández y el castellano leonés Luis Tudanca.
En esta resolución alternativa, estas federaciones han recordado los escándalos de corrupción que castigan al PP, el apoyo electoral de 5,5 millones de ciudadanos para que se cambien las políticas de Rajoy y la confluencia de intereses entre los populares y Podemos. Nada ha cambiado, en opinión de las federaciones rebeldes, desde que el comité federal del 28 de diciembre rechazó toda posibilidad de alcanzar acuerdos con la derecha.
En la resolución perdedora de estas federaciones se defiende que la abstención en la investidura solo retrasaría unos meses la repetición electoral porque o bien el PSOE se compromete con dar estabilidad al Gobierno, comenzando con los Presupuestos para 2017, o lo más probable es que en primavera hubiera que enfrentarse a otras legislativas.
“El PSOE no puede ser compañero de viaje del Gobierno más insensible y neoliberal que ha sufrido España en todos sus años de democracia”, ha expuesto el bando contrario a la abstención. A su juicio, la disyuntiva de abstención o pérdida de escaños, “es falsa” porque, tarde o temprano, el PSOE deberá enfrentarse a nuevas elecciones y deberá hacerlo fiel a sus principios, “con un proyecto progresista, de izquierdas, claro y reconocible por la ciudadanía”. En la resolución fallida se recuerda que la mayoría de las agrupaciones socialistas se han decantado por el 'no' a la investidura de Rajoy.
Estas dos posiciones enfrentadas han servido de guion para la mayoría de las intervenciones, más de cincuenta, que se han producido durante la mañana y han aquilatado también los términos de la votación final con el resultado ya conocido.
Fuentes socialistas que han defendido la abstención están convencidas de que es altamente probable que sea respetada, al final, por la mayoría de los 84 diputados que forman el grupo, a excepción de los siete del PSC, que hoy ha vuelto a dejar clara su resistencia, y de algunos diputados sueltos como la aragonesa Susana Sumelzo, una de las principales hinchas de Sánchez, y la magistrada Margarita Robles.
La federación andaluza ha hecho ver a través de varios portavoces a quienes han defendido el ‘no’ a Rajoy que carecen de autoridad para comprometer la decisión final de todo el partido cuando en la mayoría de los territorios a los que pertenecen, el País Vasco, Galicia y Cataluña, entre ellos, han obtenido los peores resultados de la historia del partido.
Los dos bandos enfrentados coinciden en que el PSOE necesita una refundación urgente
En ambos bandos enfrentados se reconoce que el PSOE, necesitado de una refundación urgente que no será ni fácil ni rápida, encara un grave problema a su derecha, con un partido como el PP que aparece como un referente de seguridad y estabilidad, y también a su izquierda, con una formación como Podemos que quiere convertirse en la voz principal de la oposición. Este doble reto ha originado un incendio en la mayor parte de las federaciones socialistas que no será sencillo de extinguir y ha provocado serias quemaduras, como pudo comprobarse el pasado 1 de octubre y también esta misma mañana durante el acalorado debate mantenido entre quienes aseguran que anteponen los “intereses de España” y quienes consideran que mediante la abstención en la investidura el PSOE se está cavando su propia tumba.
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