Desde la irrupción política de Alvise Pérez y su partido Se Acabó la Fiesta (SALF) el pasado 9 de junio, en las elecciones europeas donde obtuvo 800.000 votos y tres actas en el Parlamento Europeo, PP y Vox han mantenido la misma postura política con el activista: el tancredismo. Ponerse de perfil, no mencionarlo, no entrar en sus provocaciones; como si no existiera. "Ni una sola palabra", responden en Génova una vez preguntados por la última polémica del activista. "No tenemos postura", defendían fuentes de Bambú, muy cautelosas con no regalar críticas ni en público ni en privado contra Alvise Pérez, por no echarle cacahuetes, apenas 24 horas de querellarse contra el activista.
Y es que las afirmaciones vertidas por el líder de SALF contra Santiago Abascal, tras autodeclararse "culpable" de haber recibido 100.000 euros en metálico del criptoempresario Álvaro Romillo, han sido la gota que ha colmado el vaso. Pérez retó a Abascal a que negara que no estuvo en Sentinel –una empresa propiedad de Romillo que contaba con unas 5.000 cajas de seguridad fortificadas y que ofrecía a sus clientes la posibilidad de intercambiar dinero en efectivo, oro u obras de arte por criptomonedas– "el día 16 a las 17.20 horas", según un mensaje publicado en su cuenta de X, sugiriendo que el líder de Vox había llevado a cabo el mismo hecho delictivo por él reconocido.
Lo hizo en un mensaje en el que, de paso, aprovechó para vincular a "Altos Cargos" [sic] del Gobierno con haber recibido "sobres con efectivo del estafador Cryptospain" –el pseudónimo criptobró de Romillo–, un hecho que explicaría una suerte de pacto secreto entre Romillo y la Fiscalía gracias al cual se "le ha permitido huir a Dubai".
Hola, @SanchezCastejon:
¿Te consta que Altos Cargos de tu Gobierno recibieran sobres con efectivo del estafador Cryptospain, motivo por el cual la Fiscalía General le ha permitido huir a Dubai?
Hola, @Santi_ABASCAL; ¿puedes negar lo mismo de ti cuando entraste en Sentinel el…— Alvise Pérez (@Alvise_oficial_) September 26, 2024
Lo escribió Hughes en una columna en 'La Gaceta de la Iberosfera', el medio digital de Vox: "Hablar con un votante de Alvise es una experiencia. Tienen la sensación de que lo saben todo; de que están en el ajo, en el secreto de las cosas. Tras seguir durante años un canal de 'revelaciones', creen saber cómo funciona España y participan en la operación con el vértigo orgulloso de lo confidencial. Alvise ha democratizado esa sensación de ciertas sobremesas".
"No es sólo que sea falsa" la acusación, "es que es fácilmente demostrable", aseguran fuentes de Bambú consultadas por Vozpópuli. "La cuestión de Alvise es cuando mínimo impactante", dijo el secretario general de grupo parlamentario de Vox en el Congreso, José María Figaredo, que acusó al activista de "lanzar acusaciones al aire cuando está, claramente, tapando su propio escándalo".
Figaredo confirmó la querella interpuesta contra el activista por posibles delitos de difamación y calumnias, adelantada por 'The Objective'. Sobre la llamada de Alvise a "evitar pagar" todo impuesto posible –"¿quién de ustedes no ha hecho concesiones, pequeños sacrificios de moral para llegar donde está?", dijo en el vídeo distribuido cuando se vio acorralado–, el diputado de Vox lo tildó de "mensaje nefasto". "Debemos pagar impuestos, sin duda, pero los justos", zanjó.
La Fiscalía General del Estado, además, remitió a los fiscales del Tribunal Supremo (TS) la denuncia interpuesta por Cryptospain, al que Alvise llama ahora "presunto estafador", en la que reconoce haber entregado esos 100.000 euros al eurodiputado. La denuncia interpuesta por el dueño de Madeira Invest Club (MIC), denunciado por más de 500 personas por una presunta estada piramidal, se ha remitido a la Fiscalía del TS habida cuenta de la condición de aforado del eurodiputado.
"Seré la llave de gobierno de Feijóo y Abascal"
Luis Pérez Fernández (nombre real del activista), militó en Unión Progreso y Democracia, trabajó para Ciudadanos –entre 2017 y 2019, como asesor y jefe de gabinete del grupo naranja en las Cortes Valencianas entonces liderado por Toni Cantó– y colaboró con PP y Vox hasta poco después de explotar la pandemia. Según reconocían en junio fuentes de Bambú a este periódico, la relación se interrumpió producirse una "falta de entendimiento" en dos acciones que el analista ofreció y Vox compró. Abascal se habría reunido con Alvise Pérez en unas "seis u ocho" ocasiones.
Pero también el PP y Alvise son dos viejos conocidos. Fuentes de la anterior dirección nacional del PP, la dirigida por Pablo Casado, reconocían en ese mismo artículo las "visitas" del agitador político a la sede nacional del PP, por lo menos, hasta finales de 2020 o principios de 2021.
Fue tras la ruptura con Abascal cuando el activista emprendió un viraje más radical y antisistema, con el que ha ido cuajando una notable legión de seguidores en los suburbios de la red. Además, desde que entró en competencia electoral directa con la formación de Abascal, su mensaje hacia Vox se ha recrudecido. Diana de su coctelera de bulos y difamaciones ha sido, por ejemplo, Pepa Millán, portavoz de Vox en el Congreso. Sin embargo, ni entonces Bambú entró a censurar sus acusaciones machistas.
La técnica empleada –algo que no niegan una vez preguntados– es la misma que el PP de Alberto Núñez Feijóo empleó con Vox a su llegada a Génova (invisibilizar); más aún, desde que los populares se limpiaran las manos con su irrupción el 9-J. "La guerra electoral de Vox y Se Acabó La Fiesta a nosotros no nos afecta", dijo el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, que incluyó a SALF en el "tablero político" de Vox.
"Nace del hartazgo de los españoles, un hartazgo que compartimos", justificó la misma noche electoral el cabeza de lista y líder de la delegación europea de Vox, Jorge Buxadé, mostrando complicidad hacia los, según las cuentas echadas en el cuartel general de Vox, 100.000 votantes que el antisistema habría birlado a su parroquia. Firmar ese mismo resultado, mantener a sus ardillas en ese mismo estado de duermevela intelectual, es el sueño húmedo de Alvise. Él mismo se lo dijo en un mensaje de WhatsApp a su amigo Cryptospain: "Seré la llave de gobierno de Feijóo y Abascal".
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