La creciente popularidad de VOX según varias encuestas electorales, entre ellas, las últimas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que otorgan al partido liderado por Santiago Abascal una estimación de voto que le permitiría irrumpir en el Congreso de los Diputados con al menos un escaño, han reabierto el debate sobre la posibilidad de que España deje de ser una excepción en Europa y se contagie de un fenómeno que, desde la crisis económica, viene dándose en la mayoría de países del continente.
El declive de la economía, con millones de desempleados y precariedad laboral, provocó el descontento con la clase política tradicional (socialdemócratas, conservadores y liberales) que había gobernado en las últimas décadas, un contexto que supuso un terreno fértil para el crecimiento de fuerzas a izquierda y derecha de las llamadas formaciones de "centro". Tanto nuevas como otras ya existentes, pero que habían estado fuera del primer plano.
Ejemplo de ello fueron las últimas elecciones al parlamento europeo, del 25 mayo de 2014, en las que fuerzas de extrema derecha como el Frente Nacional, el UKIP o el Partido Popular Danés (DF) triunfaron en Francia, Reino Unido y Dinamarca, respectivamente. Los dos primeros consiguieron crear grupo político en la Eurocámara con el Partido de la Libertad de Austria; Libertad y Democracia Directa de la República Checa; el belga Vlaams Belang y la Liga Norte italiana.
Nativistas: primero los de casa
Cuatro años después, y a siete meses de que se celebren los próximos comicios europeos, algunas de aquellas fuerzas, lejos de ser "pasajeras", han conseguido consolidarse y arrancar votos a los tradicionales con los límites a la llegada de refugiados y la defensa de los estados-nación como base de sus discursos.
Pero, ¿en qué parte del espectro político europeo se sitúa realmente VOX? "VOX quiere establecerse como el referente español dentro de la una ola de derecha populista que observamos en Europa y donde las políticas nativistas [primero los de casa] juegan un papel crucial", explica el politólogo Javier Martínez Cantó, que trabaja en la Universidad de Bamberg, en Alemania.
Durante los últimos meses VOX ha virado su discurso hacia una versión española de lo que podría defender Le Pen aunque con grandes variaciones"
Según el profesor, la formación presidida por Abascal nació como una escisión del PP, a su derecha, pero sin entrar en una retórica populista y nativista: "Se centraba en asuntos internos como el fin de ETA, el independentismo catalán o la recentralización del estado". Sin embargo, aprecia, durante los últimos meses ha virado su discurso hacia una versión española de lo que podría defender Le Pen en Francia o Salvini en Italia, aunque "con grandes variaciones".
Particularidades: Cataluña
"En primer lugar, no hablan demasiado de la UE que es uno de los principales focos del discurso de derecha radical populista. España es uno de los países más favorables a la integración europea, y parece que VOX ha decidido obviar el tema por el momento. Por otro lado, mientras otros partidos de derecha radical populista abogan por expandir fuertemente el estado del bienestar, VOX parece que apoya una mayor liberalización de la economía", señala el investigador.
Además, explica Martínez Cantó, el otro gran tema del partido -junto a la inmigración- es la recentralización del Estado y "una postura intransigente" frente al independentismo catalán. "Este es el gran tema español y uno de los grandes ejes aglutinadores de VOX, lo cual, le cerrará muchas puertas en Cataluña o País Vasco. Un debate inexistente para otros partidos europeos de derecha radical populista", compara.
El independentismo en Cataluña es un debate inexistente para otros partidos europeos de derecha radical populista"
Según el politólogo de la Universidad de Bamberg aún es muy pronto para saber si VOX logrará arrancar votos al PP o, incluso, a Ciudadanos: "Habría que ver si tiene algún tipo de encanto respecto a abstencionistas crónicos, por ejemplo". Para el profesor, las causas que han propiciado el fenómeno del populismo de derechas aún no están muy claras.
"Una de las teorías más populares es la de los 'perdedores de la globalización', aquellas personas que debido al proceso de globalización han visto o creen haber visto decaer su nivel de vida debido a la competencia de los países que han entrado en el mercado global y a la mano de obra inmigrante y más barata que llega a los países occidentales", apunta.
Efecto en la centroderecha
Al contrario que España y Portugal, señala, la mayoría de países europeos ha convivido con algún movimiento de extrema derecha, más tradicional o de nuevo cuño populista, desde los 80. "El motor de estos partidos ha sido la oposición a la integración europea y a la inmigración. Desde entonces, estos partidos han tenido altibajos en cuanto a su apoyo, si bien con un crecimiento reciente", recuerda.
El efecto que tienen este tipo de partidos sobre el centro derecha tradicional de cada país es que los acaban radicalizando", según Martínez Cantó
De acuerdo a Martínez, el efecto que tienen este tipo de partidos sobre el centro derecha tradicional de cada país es que los acaban radicalizando "bien porque quieren competir por los mismos votantes o porque llegan a algún tipo de coalición post-electoral".
Por ejemplo, el UKIP británico prácticamente ha desaparecido cuando su principal objetivo [abandonar la UE] se ha cumplido. A cambio, los Conservadores han asumido parte de sus políticas anti-inmigración y anti-UE. "En otros sitios, como en Noruega y Dinamarca, y puede que pronto también en Suecia, estos partidos son clave para sostener gobiernos conservadores que por ello se les tiene que complacer parcialmente", considera.
El ideario de VOX
El secretario general de VOX, Javier Ortega, explica a 'Vozpópuli' que su partido no se siente identificado con la "etiqueta" 'ultraderecha', sino con la de "soberanista", un término que, según su criterio, se han atribuido de forma incorrecta los "separatistas" catalanes. "Hablo de separatismo y no de independentismo porque quieren romper la unidad de España y no independizarse como fue el caso de las colonias", aclara.
Sí reconoce tres coincidencias con los partidos de otros países europeos ya citados o con otros como el liderado por el húngaro Viktor Orbán o el Partido Ley y Justicia de Polonia. "No existe un partido con el que nos identifiquemos 100% ni nos enmarcamos en lo que se denomina 'extrema derecha europea'. VOX nace dentro de la problemática de España y para darle solución a España. Pero es cierto que existen partidos, desde Noruega a Hungría, pasando por Alemania, hay coincidencias políticas en ciertos temas. Y en otros, como el modelo económico, las divergencias son brutales", dice.
"La defensa de la soberanía nacional, el respeto a la identidad y la seguridad, una seguridad que debe ser de cooperación, pero desde el absoluto respeto, son tres ideas que compartimos", señala. En este sentido, añade, aboga por que ningún organismo internacional imponga a los estados-nación cuestiones que afectan a su identidad y soberanía como, según Ortega, son las cuotas en materia de inmigración sin control, las imposiciones fiscales o de ideología de género.
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