Política

Vox celebrará su evento anual antes de las europeas con Buxadé como favorito para repetir como cabeza de lista

Abascal recuperará el formato 'Viva' tras las elecciones vascas para tratar de impulsarse. Vox es consciente de la "mala prensa" de Buxadé, pero valora su trabajo en Bruselas con ECR

El pasado sábado, 24 de febrero, Santiago Abascal y Donald Trump charlaron durante 15 minutos en el palacio de congresos de Maryland donde se celebraba la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), considerada el Woodstock de la derecha americana. Se trata del principal evento anual organizado por el ala dura del Partido Republicano, ése que ve en Trump a un mesías insolente contra lo woke en quien confiar el futuro de los Estados Unidos. Su mención al líder de Vox en el capítulo inicial de saludos fue celebrado y rápidamente difundido por el partido. También una fotografía entre ambos que, como ha podido saber este periódico, el expresidente americano y principal favorito a la nominación republicana analizó al detalle. "Échala desde más arriba", indicó, después de peritar una primera imagen.

Abascal salió encantado del encuentro. La posible vuelta de Trump a la Casa Blanca es considerada un importante punto a favor para sus intereses. Según fuentes de Vox, trataron el "fortalecimiento de las fronteras frente a la inmigración ilegal, la soberanía de las naciones frente al globalismo, la protección de la familia y la vida frente a la ideología de género y la cultura woke, la prosperidad de las clases medias frente a la dictadura climática y el firme compromiso por la inversión en Defensa". Tres minutos por tema, de media; una brevedad que no impidió a Trump preguntar por Carlos Alcaraz y Rafa Nadal, su deportista favorito.

Por el escenario desfilaron los principales alfiles de la derecha populista internacional, incluidas las dos grandes sensaciones del momento: el presidente salvadoreño, Nayib Bukele; y el argentino, Javier Milei. Hablamos de un movimiento antiglobalista cada vez más globalizado en el que Vox trata de abrirse paso a codazos.

Ha sido un placer reunirme con el Presidente 45° (y 47°) de los Estados Unidos.

Muchas gracias Donald Trump.
Y mucho éxito.#CPAC ?????@realDonaldTrump pic.twitter.com/kdAiwF9MLJ

— Santiago Abascal ?? (@Santi_ABASCAL) February 24, 2024

El líder de Vox tomó buena nota de lo ocurrido en National Harbor. La vocación internacional de Abascal explica perfectamente la importancia que Vox otorga a las elecciones europeas del próximo 9 de junio, con aspiraciones más optimistas que en las vascas del 21 de abril. Por ello, el partido tratará de impulsarse y arengar a la militancia con un "gran evento" fechado entre ambos comicios y que será anunciado en los próximos días. Así lo acreditan a Vozpópuli fuentes cercanas al líder de Vox.

Con tintes más carpetovetónicos y menos estrellas, Vox recuperará el formato 'Viva 24' que, organizado en 2021 y 2022 con gran éxito de público, no llegó a celebrarse el año pasado a pesar de que se anunció para octubre. ¿El motivo? El batacazo electoral del 23-J, donde la formación perdió 600.000 votos y 19 diputados. En un correo electrónico remitido a los afiliados, el partido excusó la cancelación por "la imposibilidad de conocer el escenario político". Vox espera en el evento la presencia de líderes internacionales de la alt right que, como Milei o la ahora primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ya han pasado por el recinto de Mad Cool.

"Los fichajes, detrás de Buxadé"

Todo apunta a que Jorge Buxadé, vicepresidente de Acción Política de Vox, repetirá como cabeza de lista el próximo 9 de junio. Una decisión que Abascal todavía guarda bajo llave, que no pregona ni en público ni en privado, pero que dan por hecha en Bambú, madrileña sede del partido. "¿Sorpresas? La sorpresa sería que Jorge no repitiera como candidato", asegura en conversación con Vozpópuli un dirigente con peso en la cúpula del partido.

El 26 de mayo de 2019, apenas un mes después de las primeras elecciones generales en las que Vox consiguió representación en el Congreso, la formación de Abascal cosechó casi 1.400.000 votos y cuatro eurodiputados. Las encuestas, en este momento, cinco años después, vaticinan entre seis y siete. "Los partidos análogos al nuestro van a crecer", confían, en alusión al Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, por sus siglas en inglés), del que Vox es miembro en el Parlamento Europeo y cuyo vicepresidente es el propio Buxadé.

"Jorge está muy bien considerado y tiene muy buenas amistades en Fratelli d'Italia [partido de Meloni], en Fidesz [la formación húngara que lidera Viktor Orbán] o en el PIS [de Polonia]", argumentan. "Compartimos con el resto de partidos [de ECR] muchas metas comunes, respetando las diferencias, que también las hay", acotan desde el entorno de Abascal. En Bambú, en definitiva, ponen buena nota a los cinco años de Buxadé en Bruselas. Por haber sido "un referente"· contra el Pacto Verde Europeo, por desplegar satisfactoriamente el mensaje migratorio de Vox y por haber consolidado las alianzas comunitarias.

No obstante, las fuentes consultadas insisten en que habrá "continuidad y sorpresas". ¿Y fichajes estrella? "Las estrellas, se estrellan", desconfían en Bambú. No parece, por tanto, que Abascal vaya a materializar los rumores e incluir en sus listas a figuras de la órbita de Vox como el exdiputado de Ciudadanos Juan Carlos Girauta, el exministro popular Jaime Mayor Oreja o el periodista Luis del Pino. En cualquier caso, en opinión del dirigente anteriormente citado, "los fichajes irán detrás de Jorge Buxadé".

La decisión, eso sí, debe salvar un escollo: la "mala prensa" que tiene el jefe de la diplomacia europea de Vox. Su papel en la crisis abierta en el seno de la formación por la conformación de las listas del pasado 23-J ha calado en la opinión pública. Buxadé, erigido en una de las cabezas visibles del alma más antiliberal, nostálgica y nacionalcatólica de la formación, es el gólem de la facción crítica del partido. Contra él y el ahora diputado Ignacio de Hoces cargan las tintas todos aquellos exdiputados que, adscritos a una corriente más liberal, la que encabezaba Iván Espinosa de los Monteros, no siguieron en el Congreso tras las últimas elecciones.

Pero Abascal permanece inalterable en su hoja de ruta. Nada merma sus planes. El partido ha quedado enfocado ideológicamente como quería, pese a que, en palabras de un exdirigente del partido todavía leal a Abascal, ahora sea "más estrecho" en ideas, "más azul mahón". "Nosotros lo que estamos es en contra de una Europa cada vez más federal donde las patrias cada vez cuentan menos, por eso defendemos 'la Europa de las naciones'", argumentan las fuentes consultadas, "y eso es algo que Jorge ha defendido muy bien".

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