Política

Vox elude la autocrítica y prevé un crecimiento del independentismo en Galicia tras la victoria del PP

Ni las 'tractoradas' ni el patinazo del PP con el indulto condicionado a Carles Puigdemont han servido para aupar a un Vox para el que Galicia sigue siendo inexpugnable.

Vox fala claro, pero no en el Parlamento gallego. El partido de Santiago Abascal fracasa en su asalto a la Corte de Fejióo. La formación ahonda en la mala racha que les persigue desde las elecciones generales del 23-J, cuando se dejaron por el camino 19 escaños respecto a los anteriores comicios. Ni las 'tractoradas' ni el patinazo del PP con el indulto condicionado a Carles Puigdemont han servido para aupar a un Vox para el que Galicia sigue siendo inexpugnable.

El candidato elegido por la cúpula del partido, Álvaro Díaz-Mella, no contaba con el apoyo unánime de los afiliados gallegos de Vox, como se comprobó en el mitin de Pontevedra en presencia del mismo Santiago Abascal. Su elección resultó polémica, a su vez, por su historial de derrotas -a la que ahora ha de sumar una más-. Díaz-Mella se presentó a la alcaldía de Vigo, donde no obtuvo concejalía, y al Congreso de los Diputados por Pontevedra, del que también quedó fuera.

Al cierre de los colegios electorales contaba con 32.000 votos, 6.000 más que en los últimos comicios gallegos. Un crecimiento al que se agarran los de Abascal, que, sin embargo, omiten que el 23-J lograron 79.672 papeletas, por lo que Vox habría perdido más de la mitad de los apoyos en un plazo inferior a un año.

Pese a ello, nadie ha hecho autocrítica en Vox. Tanto Santiago Abascal como Ignacio Garriga han dedicado más tiempo en sus intervenciones públicas a atacar al PP, con el que creen que el independentismo seguirá creciendo en Galicia.

"Si el presidente del PP afirma que Galicia es una nación sin estado, que es la principal tesis del bloque nacionalista gallego, si el Partido Popular se dedica a la imposición lingüística en Galicia, si el Partido Popular se dedica a asumir la agenda progre en los colegios y en la política, y si el Partido Popular se dedica a aplicar la Agenda 2030, la agenda globalista contra el campo, contra la industria y contra la pesca, es normal que al final las opciones de izquierda y las opciones separatistas continúen avanzando en Galicia y que lo puedan hacer más en el futuro", han sido las palabras de Abascal.

Por su parte, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, se ha congratulado del incremento en votos del partido. "Son unos resultados insuficientes pero que marcan el trabajo que vamos a seguir desde hoy mismo. Demuestran crecimiento y unos resultados que consolidan a Vox como tercera fuerza a nivel nacional. Somos la única a nivel nacional que crece en votos en esta región. No son suficientes. Unos y otros -PP y PSOE- empeñados en blanquear al separatismo han logrado que el BNG crezca en votos".

Garriga también aplaudía a su partido por superar "a la extrema izquierda" y ha animado al Gobierno de Rueda a que "siga la senda de Vox y el PP en otras regiones, que no es otra que proteger al sector primario, devolver la libertad en las aulas, reducir impuestos y mejorar la vida del conjunto de los españoles".

En su pulla al PSOE ha vuelto a dejar un recado para los populares: "Es importante poner sobre la mesa que el gran perdedor de esta noche es el PSOE. Un Partido Socialista que empieza a recoger los frutos de esa política contra los españoles y que es capaz de todo para mantenerse en el poder. Esperamos que esta derrota ayude al PP a dejar de negociar la renovación del CGPJ, y que se decida a combatir de frente al enemigo que tenemos todos los españoles, los separatistas de Cataluña".

La estrategia del PP contra Vox

Jornada de reflexión en Bambú, que ha conseguido un resultado mejor que el de 2020, pero insuficiente, pese a tener varias cartas a su favor, como el fallo del PP con la amnistía a una semana de los comicios o la rebelión de los agricultores. El mensaje de Vox sigue sin calar en el bastión genovés, que ha vuelto a apelar al voto útil como en las elecciones generales.

Una estrategia que escuece -y mucho- en Bambú pues ya comprobaron sus efectos dañinos el 23-J. "El escaño 38 está en juego más por Vox más que por la amnistía", era el mensaje que trasladaba Génova en los últimos días de contienda electoral. "Vox no pasa del 2% pero pueden dar el vuelco en alguna provincia y que ese escaño no vaya ni para ellos ni para nosotros", apuntaban.

El recuerdo del 23-J está muy vivo en el cuartel general de la formación de Feijóo. El análisis postelectoral de los populares señaló como responsables de su imposibilidad de alcanzar la mayoría absoluta al partido de Santiago Abascal. El PP se dejó ocho escaños pequeñas provincias donde el apoyo a Vox no se tradujo en más diputados para Santiago Abascal, pero sí supuso que los populares perdieran el último asiento en favor al bloque de izquierda.

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