Vox tiene claro que la lucha por frenar la inmigración ilegal y el establecimiento de fronteras seguras es un pilar innegociable de sus postulados políticos. Debido a ello, y ante la decisión del Partido Popular de acoger a los menores no acompañados en las Comunidades Autónomas, la formación liderada por Santiago Abascal decidió romper unilateralmente los cinco gobiernos el pasado 11 de julio.
Una decisión que, como hemos explicado en Vozpópuli, y lejos de responder a un impulso, es fruto de la constatación de unas posiciones que Vox considera fundamentales para el correcto funcionamiento de la nación. Lejos de parecer un órdago, los líderes autonómicos del partido asumieron con entereza el anuncio del Comité Ejecutivo, dimitiendo de sus respectivos cargos.
Una semana después de la ruptura, Vox permanece inalterable, ajeno a las críticas que llegan desde la prensa y parte del espectro político actual. Lejos de recular o intentar matizar lo acaecido, han llevado la lucha por frenar la inmigración ilegal al Parlamento Europeo, ante la mismísima Ursula von der Leyen, reelegida ayer como presidenta de la Comisión Europea.
Vox defiende sus posiciones migratorias
En el discurso previo a la votación, Jorge Buxadé, cabeza visible de los eurodiputados de Vox en Bruselas, cargó contra las políticas llevadas a cabo por la política de origen belga. Buxadé, conciso e incisivo, señaló que, bajo el mandato de von der Leyen, "en sus cinco años han entrado en España más de 230.000 inmigrantes ilegales, los cuales han venido porque les llaman. Su única solución a este problema ha sido esparcirlo por toda Europa para que no se note".
"Ha impulsado el pacto verde, expolio para los trabajadores, dinero para multinacionales y miseria para las clases medias. Con la excusa de proteger el medioambiente, han ejecutado un plan de despidos masivos. Bruselas dio 600 millones al campo marroquí, que nos ha traído 47 alertas sanitarias", señalaba el eurodiputado de Vox.
Pero no solo en Europa continúa Vox con su labor, también a nivel regional y municipal. Ayer mismo, Javier Ortega Smith, concejal del Ayuntamiento de Madrid, se mostró crítico con el Partido Popular por aceptar el reparto voluntario de menores migrantes en las comunidades que gobiernan, al tiempo que afeó a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, "no cumplir su promesa" de cerrar dichas instalaciones.
En un encuentro con vecinos de Hortaleza en las inmediaciones del Centro de Primera Acogida situado en este distrito, Smith acusó a Ayuso de "ampliar" y "llenar cada vez más" estas instalaciones, y que da como resultado "inseguridad", "perjuicio económico" e "intranquilidad" para el barrio.
Algo que Juan García-Gallardo, exvicepresidente de Castilla y León, confirmó a este periódico, asegurando que estaba tranquilo con respecto a su salida. "Firmé un acuerdo de Gobierno en el que se reflejaba que había que combatir la inmigración ilegal y la actividad de las mafias de tráfico de personas. Habíamos puesto la atención sobre la inmigración ilegal, y si nuestro Gobierno no iba a hacer nada para combatirla, no me quedaba otra salida que dejarlo".
Feijóo carga contra Abascal
Continúa el tira y afloja entre PP y Vox desde la ruptura del pasado jueves. A las críticas de Vox al PP por sus pactos con el PSOE, encabezadas por Santiago Abascal en el Pleno del miércoles en el Congreso, hay que sumar la respuesta de Alberto Núñez Feijóo en el día de ayer.
El líder de PP echó en cara, Santiago Abascal, presidente de Vox, que invirtiera el "50% de su tiempo" en criticar a su partido durante el debate del miércoles cuando, y a tenor de sus manifestaciones, echar a Pedro Sánchez del Palacio de la Moncloa es una "urgencia nacional".
"Lo que Vox no entiende es que torpedear gobiernos que representan el cambio político en las autonomías aleja el cambio político. Y no puede representar el cambio político en España quien ha tirado a la basura el cambio político en las comunidades autónomas", declaró Feijóo en la Cadena Cope.