Vox se queda sin representación en el Parlamento gallego con más del 95% escrutado. El partido consigue 5.000 votos más que en 2020 y asciende a los 31.000, una cifra todavía insuficiente para acceder al Congreso gallego. La formación de Santiago Abascal esperaba cumplir la hazaña de entrar por primera vez en esta plaza, lo que supondría un espaldarazo por el nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN). La provincia donde más probabilidades tenía de conseguir representación es A Coruña.
Pese a no conseguir representación parlamentaria en Galicia, Vox se congratula por el incremento de votos y por quedar por delante de Sumar, que ha quedado lejos del escaño. El secretario general, Ignacio Garriga, no ha dudado en cargar contra el PP y en pedirle que tras la histórica derrota del PSOE "deje de negociar con él la renovación del Consejo General del Poder Judicial".
El partido ha contado con dos bazas en los últimos días de campaña electoral: el patinazo de los populares con la amnistía y las tractoradas. Las declaraciones del PP sobre la posibilidad de un indulto condicionado a Carles Puigdemont ha sido munición de primer orden para Santiago Abascal y su candidato, Álvaro Díez-Mella.
Durante las últimas semanas, Vox se ha erigido como el único partido que realmente hace frente al sanchismo. "Esta semana nos hemos enfrentado a una estafa más. El líder del PP confirma que necesitó 24 horas para estudiar la ley de amnistía y confirma que está a favor de indultos condicionados. A nosotros no nos pillan en una reunión con Junts, ni planteándonos una ley de amnistía, ni poniendo condiciones… No convocamos a los españoles a movilizarse contra el Gobierno que rompe la Constitución y pactando con él después reformas, reparto de Comisiones o de miembros del CGPJ con un mediador europeo", aseveraba Abascal esta semana en rueda de prensa.
Otro punto a favor de Vox ha sido la rebelión de los tractores. Las reivindicaciones de los agricultores caminan en la misma línea que las propuestas de Vox estos últimos años, y tienen como núcleo de su crítica las imposiciones burocráticas de Europa y la competencia desigual con terceros países de los que se importa fruta y verdura (como Marruecos).
Dos buenas fuentes de argumentario para los de Abascal en esta contienda electoral. En el PP, sin embargo, consideran que el marco nacional no puede trasladarse a Galicia. Por ello, minimizan el impacto del indulto condicionado y confían en la desconfianza a Vox de la mayoría de los gallegos.
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