El presidente de Vox, Santiago Abascal, evitó hacer autocrítica de su discurso en campaña pero reconoció errores en la estrategia de comunicación. El partido intentó esquivar el control democrático que ejerce la prensa para difundir su discurso fundamentalmente a través internet. "Las redes sociales nos han permitido ser independientes de los medios de comunicación. A lo largo de todo este tiempo, lo que hemos conseguido a través de las redes es marcar agenda política", presumía el secretario de comunicación del partido, Manuel Mariscal, en una entrevista en Intereconomía.
Pero Abascal reconocía este lunes -en su primera entrevista tras las elecciones generales de este domingo- que "minusvaloraron" la capacidad de radios, televisiones y periódicos para formar la opinión pública y trasladar al electorado sus propuestas. "Probablemente hemos minusvalorado la gran capacidad de distorsión, de manipulación y de distorsión de la opinión pública de los medios de comunicación, y ese ha sido nuestro error", aseguraba el dirigente que del partido que ha conseguid entrar en el Congreso con 24 diputados. "Hemos podido pensar que las redes sociales hacían llegar nuestro mensaje con más claridad de lo que finalmente lo ha logrado", sentenciaba.
La consigna del jefe de comunicación, un joven licenciado en periodismo que ahora ocupará un escaño en el Congreso por Toledo era clara: no ofrecer entrevistas a medios no afines y mantener a los candidatos en un segundo plano en los medios para evitar errores ante unas siglas que tenían 'tirón' propio. En el partido apostaron también por el efecto visual de mítines repletos de gente donde Abascal tenía que salir megáfono en mano para dirigirse a los que no podían entrar. Todo difundido cuidadosamente a través de distintos canales en Internet.
"Vox es el partido español que más interacción tiene en Twitter y Facebook y más seguidores tiene en Instagram. En Youtube somos el partido con más suscriptores y ninguno supera a Vox en el número de visualizaciones", enfatizaba el responsable de comunicación del partido en una entrevista. "No necesitamos a los grandes medios. Te dan prestigio, pero para llegar a ese público que nos interesa y que vive pegado al móvil nos basta con las redes. En EE.UU, [Donald] Trump ganó sin el apoyo de los medios tradicionales. Y tenemos futuro porque no dependemos de ellos", apostillaba en El Mundo.
Desde que dieron la campanada en las elecciones autonómicas de Andalucía, la relación del partido con la prensa ha sido hostil. "Nunca hay obligación de conceder una entrevista o de facilitar información a los medios. Es más, si se trata de un medio de comunicación poco afín, debe rechazarse", recogía un documento interno revelado por eldiario.es. Aunque tampoco había alternativa para los informadores. Los líderes del partido no han ofrecido nunca una rueda de prensa en la que los periodistas puedan plantear sus preguntas con libertad. "Nos hemos dado cuenta de que la gente prefiere que respondamos a través de redes sociales directamente", decía el jefe de prensa en OKDiario.
La polémica ha rodeado durante las últimas semanas la estrategia del partido, cuando varios periodistas fueron expulsados del canal oficial de comunicación y se les impidió la entrada para la cobertura informativa de los mítines de campaña. "Os recordamos que la acreditación es trámite discrecional de la organización y que puede ser rechazada en función de los criterios aplicables por ésta", rezaba alguna de las convocatorias.
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