Política

Yolanda Díaz ignora a Exteriores y prosigue la guerra abierta: "Mantenemos el viaje a Palestina"

La diplomacia española no quiere que la líder de Sumar provoque más incendios con Israel después de que el presidente del Gobierno pidiera por carta a Bruselas que revise el Acuerdo de Asociación con Tel Aviv

Yolanda Díaz está empeñada en no doblegarse ante la apisonadora socialista. Las fuentes consultadas en el equipo de Trabajo sostienen que la líder de Sumar tiene intención de mantener el viaje a Palestina que tan mal ha sentado en Exteriores y que el departamento que dirige José Manuel Albares tiene intención de frenar para evitar incendios diplomáticos. La vicepresidenta segunda mantiene el pulso abierto al lado socialista del Gobierno y al propio presidente, último responsable de la política exterior.

Y es que el Gobierno vivió este miércoles una guerra sin cuartel entre la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. El equipo de Albares está torpedeando el viaje que la líder de Sumar tiene intención de realizar próximamente a Palestina, según ella invitada por este país, para denunciar los ataques de Israel además de firmar acuerdos con el responsable de Trabajo del país. Pero la diplomacia española no quiere que Díaz provoque más incendios con Tel Aviv después de que el presidente del Gobierno pidiera también este miércoles por carta a Bruselas que la Unión Europea revise el Acuerdo de Asociación con Israel para que "investigue si se están cumpliendo los puntos esenciales de la relación en materia de derechos humanos y principios democráticos".

La indignación en Exteriores con el movimiento de Díaz es de órdago, según las fuentes consultadas, por no haber consensuado el desplazamiento. El equipo del ministerio, en conversación con este diario, asegura que el departamento que dirige José Manuel Albares no ha preparado "ningún viaje" de la vicepresidenta segunda, dando a entender que ni tan si quiera se le notificó oficialmente y que tuvieron constancia de él por vías diplomáticas. Mientras que el equipo de Díaz asegura que sí comunicó al equipo de Albares la invitación de las autoridades palestinas.

El problema es que Exteriores no ha podido hacer una evaluación pormenorizada sobre la conveniencia y la idoneidad del viaje. Cabe recordar que las visitas oficiales al extranjero de los altos cargos gubernamentales son evaluadas con anterioridad por Exteriores, cuyo titular, José Manuel Albares, puede desaconsejarlas si no se dan las condiciones de seguridad o si pueden resultar contraproducentes para los intereses nacionales. Precisamente ese último punto es al que se agarran en Exteriores para torpedear el viaje. La visita de Díaz es fuego en un tanque de gasolina.

Pero según el equipo de Díaz, se trata de una una invitación cursada por el ministro de Trabajo palestino, Nasri Abu Jish, que no se pudo realizar antes por las elecciones del 23-J. "Los equipos de ambos ministerios [Exteriores y Trabajo] trabajan en cómo materializar el encuentro y en los detalles logísticos. Exteriores lo sabe y se han iniciado los trámites como cualquier otro viaje internacional", sintetizan en el equipo de la líder de Sumar. Pero todo parece indicar que Exteriores tiene intención de parar, con toda su fuerza diplomática, el encuentro. Este, según relató este miércoles la propia vicepresidenta segunda en un acto servirá para "firmar un memorándum en materia de relaciones laborales" y "denunciar la barbarie que está produciendo allí y pedir un alto el fuego".

La situación diplomática es especialmente delicada, precisamente, por el conflicto que se está viviendo en Oriente Medio entre Israel y Palestina. Las autoridades de Tel Aviv, en estos momentos, son especialmente sensibles a cualquier posicionamiento de un país occidental. Cabe recordar que a finales del año pasado retiraron durante más de un mes a su embajadora en Madrid como protesta por la posición española ante el conflicto. Y, además, hay que sumar otro particular: sin el visto bueno de Israel no es posible acceder a la capital palestina, Ramala.

Yolanda Díaz, completamente desdibujada en Moncloa por la negociación de la amnistía, ha criticado la posición del Gobierno español en este conflicto: “Yo creo que España puede hacer más, no basta con instar a la comunidad europea [en referencia a la carta remitida a Bruselas], tenemos que hacer más”. Sumar, el socio del PSOE en Moncloa, pide más esfuerzos a Sánchez para lograr un alto el fuego inmediato en Gaza. Si, finalmente, Díaz visita terminando viajando Palestina, será la primera vez que un miembro del Gobierno español no hace parada en Israel desde que el pasado 7 de octubre Hamás lanzó su ataque terrorista contra los israelíes -el detonante de conflicto-.

Pedro Sánchez viajó en noviembre en una gira que le llevó a Israel, Palestina y Egipto en la que volvió a apostar por la solución de los dos Estados y que se saldó, de nuevo, con un serio cabreo israelí. Y es que el ministro de Exteriores de este país, Eli Cohen, acusó en su cuenta de X al presidente del Gobierno de España y al primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo, de “apoyar el terrorismo” tras aquella visita de ambos. El ministro telefoneó a los embajadores de ambos países para mantener “una dura conversación de reprimenda”. Y Albares no quiere pasar por lo mismo.

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