Política

Yolanda Díaz incendia a la izquierda con las listas para las europeas: "Un nido de vieja política, vomitiva y carroñera"

Sumar cuenta con lograr al menos los cinco escaños de Unidas Podemos en 2019. Pero las encuestas internas rebajan la euforia. Solo Izquierda Unida retrasa el acuerdo

La izquierda española vive en un incendio perpetuo. Yolanda Díaz ha vuelto a encender la mecha de "un nido de vieja política, vomitiva y carroñera", como la describe el exdiputado de Podemos Pedro Honrubia en X. Y todo por la elaboración de las listas para las elecciones europeas. Sumar cuenta con lograr al menos los cinco escaños de Unidas Podemos en 2019. Pero las encuestas internas rebajan la euforia. Solo Izquierda Unida retrasa el acuerdo, que este viernes se dio de plazo hasta finales de este mes para decidir si concurre o no con el partido de la vicepresidenta segunda.

El espectáculo ha sido tremendo. El primer puesto de la lista es para Sumar y su apuesta: la directora de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Galán. El segundo es para los comunes, que representa Jaume Asens. El tercero es para Compromís, que amenazó con concurrir por separado si no lograba un puesto de salida. Y el cuarto para Más Madrid, algo que no ha sentado muy bien en la izquierda regional madrileña. Se desconoce aún quiénes serán sus representantes en la papeleta de Sumar, pero los principales aspirantes son dos hombres. El quinto puesto es, en teoría, para Izquierda Unida. El problema es que ellos quieren a Manu Pineda, y Yolanda Díaz prefiere a una mujer.

El negociador de Sumar con el resto de partidos, Josep Vendrell, lo tiene difícil, porque los partidos dejan sus pullas envueltas en un lenguaje políticamente correcto. "Pese a las dificultades que ha habido para alcanzar un acuerdo que reconociera el peso de los distintos espacios que conforman el espacio de Sumar, hemos puesto por delante nuestro compromiso con el bloque progresista y el interés colectivo", explican fuentes de Más Madrid. Mientras, Izquierda Unida no se da por rendida. Aspiraba al puesto 2 o 3 pero no será posible.

Las negociaciones de Sumar en las europeas pintan bastosAntonio Maestre

"La propuesta [de Sumar] es incompleta dado que habla de los primeros puestos, pero se siguen sin concretar elementos importantes a nivel político y organizativo. Por lo tanto, es necesario concretar el resto de elementos para poder tomar una decisión definitiva", explica la dirección de Izquierda Unida. La realidad ya la cuentan algunos de los gurús de la izquierda en X, como el periodista Antonio Maestre: "Las negociaciones de Sumar en las europeas pintan bastos. No hay estrategia ni concierto y solo se circunscribe a quién pone el suyo más alto en la lista. No hay espacio para todos los partidos porque el resultado que se prevé es limitado y es limitado porque solo se piensa en quien coloca al suyo más alto".

Lo cierto es que pocas veces se ha visto en política algo igual. Sumar, un experimento ideado para unificar un espacio político disperso e impredecible, con menos de un mes de vida oficial -su asamblea constituyente fue el pasado 23 de marzo-, está en declive. Y en una posición de extraordinaria debilidad. El riesgo es que la amalgama de partidos de izquierda se fragmente aún más -Més Mallorca ya avisó de que rompía con Yolanda Díaz e iría con ERC, Bildu y BNG en las europeas-.

Mientras, Más Madrid y los comunes tampoco reman a favor de la implantación de Sumar por España. Y es que piensan que la ministra de Trabajo está en deuda con ellos, que son quienes la han alzado y, por eso, deben tener una cuota de poder interna a su altura. Además, no dejarán que Díaz sitúe a nadie de los suyos en los territorios. Pero el problema de Sumar en las europeas es doble. No solo el PSOE está dispuesto a merendarse el espacio de Díaz, la pujanza de la candidata de Podemos, la exministra de Igualdad Irene Montero, destrozará, previsiblemente, las opciones de la cabeza de lista designada por Yolanda Díaz.

Un partido fuera de juego

Lo más probable, según reconocen en privado fuentes de Sumar, es que Podemos quede por encima de ellos en estas elecciones y se coma el otro pedazo de la tarta. Por si fuera poco, la irrupción de Iglesias en el programa matutino de TVE como tertuliano, pese a estar vinculada a la fuerte presencia de consejeros de Podemos en el convulso consejo de administración, no ha sentado nada bien a Yolanda Díaz. Sumar, además, está fuera de juego en Moncloa. La vicepresidenta segunda ha pasado en menos de dos años de arrastrar toda la atención mediática a casi ser ignorada por la prensa.

Para más inri, el equipo de comunicación del Ejecutivo está potenciando la figura del ministro Ernest Urtasun, de los comunes. Hasta el momento, solo el viaje que Díaz tiene planeado a Palestina sin el concurso (y la autorización) de Exteriores ha sido una seria llamada de atención al PSOE. Pero lo cierto es que el bagaje legislativo de Sumar es nulo en lo que va de legislatura. La vicepresidenta tan solo puede arrogarse la última subida del Salario Mínimo Interprofesional.

Y ni eso, ya que se trata de un decreto prerrogativa del todo el Ejecutivo. Las propuestas de Sumar se han ido encontrando, una a una, con el muro socialista: desde gravar los márgenes de las empresas de distribución para bajar la inflación de los alimentos a subir las rentas del capital en el IRPF para atacar el 60% de los ingresos de los altos directivos, pasando por revisar el "marco colonial" en los museos de España y terminando con eliminar los vuelos dentro de España con una duración menor de 2 horas y media.

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