La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no quiere quedarse con los brazos cruzados. La debacle electoral gallega, en la que Podemos perdió todos sus 14 diputados, puede convertirse en un terremoto interno para el partido, y tal vez para el Gobierno. La ministra Díaz rechaza que la cúpula morada acabe tachándola de “culpable” del fiasco para salvar a Iglesias, como adelantó Vozpópuli. Por ello, a lo largo del pasado lunes, según fuentes moradas, se registró un duro enfrentamiento entre la ministra y el vicepresidente.
Fuentes del Podemos revelan que el enfrentamiento interno puede ir a más. Iglesias no quiere que la debacle del 12-J le salpique, y desde su entorno comentaron a Vozpópuli que "lo que ha pasado en Galicia no puede ser”. “Yolanda conoce bien su tierra, llevaba muchísimo tiempo construyendo una opción robusta y ha sido un desastre”, añadían mientras sectores de la dirección, liderados por Irene Montero, buscaban señalar a Díaz en el embrollo del fracaso gallego.
Errores en la campaña y el mensaje
Díaz, sin embargo, no tiene la misma lectura. La ministra sostiene que la campaña electoral la dirigió la cúpula morada desde Madrid, y que se equivocó en todo: desde el mensaje hasta la agenda. “La gente de Yolanda fue apartada. Todo lo dirigieron desde Madrid. Además, Yolanda está enfadada porque pensaba que le dieron más espacio. En cambio, entró en la campaña solo en los últimos días. Y ahora incluso pretenden culparla a ella”, lamentan sin medias tintas fuentes conocedoras del choque interno.
La cuestión es de forma pero también de fondo. Yolanda Díaz hubiera preferido una campaña según el “viejo estilo IU”. O sea, con una fuerte presencia en el territorio y mensaje izquierdista. Sin embargo, Iglesias y los suyos prefirieron presumir de gestión. Intentaron reivindicar las medidas aplicadas tras la firma de la coalición con Pedro Sánchez, pero no lograron ilusionar a su electorado y perdieron más de 200.000 votos.
"Culpa de todos o de nadie"
A lo largo de los últimos días, figuras como Juan Carlos Monedero también han esbozado una crítica parecida. Ramón Espinar apuntó a una campaña teledirigida desde la capital como uno de los problemas de la debacle. Y en Podemos muchos aseguran que la ministra de Trabajo empieza a tener detractores en la cúpula morada.
Después del fracaso electoral, Yolanda Díaz vio como su nombre aparecía entre los responsables de la debacle. Y consideró que detrás de esta lectura de los acontecimientos se encontraba Irene Montero. "Se ha enfrentado con ella, a través de Pablo. Esta vez ha plantado cara, porque cree que él también estaba en campaña, y si hay que hablar de derrota la responsabilidad es de los dos o de ninguno de ellos", arremeten desde las entrañas de Podemos.
La ministra mejor valorada
Yolanda Díaz aparece en las encuestas como la mejor valorada de los cinco ministros de Podemos. Sin embargo, ese protagonismo podría jugarle en contra, comentan algunos. Algunos dirigentes de peso estarían mirando de reojo a la gallega. “Ahora mismo la defienden más los socialistas que los suyos”, opinan fuentes cercanas a IU.
El líder de Podemos tuvo su bautizo político en unas elecciones gallegas de la mano de Díaz. Hasta hace poco era considerada una protegida del secretario general, pero si la relación entre ellos ahora empeora ya nadie descarta que el enfrentamiento pueda afectar al Ejecutivo.
En el frente socialista Yolanda Díaz suma en general buenos comentarios. Los ministros técnicos del área económica (José Luis Escrivá y Nadia Calviño) revelan que el papel que desempeña Díaz es en realidad muy reducido. "Escrivá y Calviñó se reúnen con los empresarios que cuentan; ello no", explica una fuente cercana a Escrivá. Pero el perfil conciliador de la gallega es apreciado, mientras que Iglesias y otros ministros vienen criticados abiertamente. Más aún después de la doble derrota de la semana pasada: en el Eurogrupo y en las autonómicas del 12-J.
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