José Luis Rodríguez Zapatero no se resigna a pasar a la historia como el peor presidente que ha habido en la historia reciente de España y para demostrar lo contrario ha comenzado a utilizar la campaña con la que Susana Díaz aspira a convertirse en la próxima secretaria general del PSOE.
Zapatero asegura que con Draghi en el BCE hubiera podido gestionar la crisis de otra manera
Este martes, Zapatero participó en un breve intercambio de reflexiones con el economista Jeffrey Sachs, catedrático de la Universidad de Columbia, después de reunirse brevemente con otro economista que asesoró a Obama en su campaña, el norteamericano Alan Krueger, al que la gestora que preside Javier Fernández ha fichado también para que aporte sus ideas a la ponencia marco que llevará al 39º Congreso. El discurso del expresidente, que ve en público a Susana Díaz con una "capacidad de liderazgo" indudable, tuvo como hilo conductor una reivindicación de las políticas que gestionó en sus dos etapas de gobierno.
Zapatero, que se define irónicamente como un "especialista" en enfrentarse a presidentes de Estados Unidos "sin que me pase nada", cree que fue un acierto la retirada de las tropas de Irak, asegura que se emociona cada vez que viaja a países latinoamericanos y le agradecen la ayuda que España les prestó para tener agua potable en las zonas más desfavorecidas, presume de haber sido quien puso en marcha la ley de Dependencia e, incluso, se atreve a decir que si hubiera recibido del Banco Central Europeo (BCE) la misma ayuda que ha tenido de esta institución Mariano Rajoy, la crisis que tanto tardó en reconocer y le tocó gestionar a contracorriente, hubiera tenido efectos mucho menos devastadores de los que tuvo. "Ya me hubiera gustado en 2010 tener a Draghi en lugar de a Trichet en el BCE y que me hubiera comprado 130.000 millones de deuda del Tesoro en lugar de los 20.000...", se dolió anoche.
Arropado por su equipo
Animado por la presencia de buena parte de los que formaron parte de su equipo, entre ellos los exministros Miguel Sebastián, Trinidad Jiménez, Leire Pajín, Luis Atienza y Miguel Angel Moratinos, Zapatero se atrevió, incluso, a coger la bola de cristal para anticipar que "Trump fracasará como no rectifique sus políticas proteccionistas" e, incluso, para atisbar que el PSOE será el partido que gane las próximas elecciones generales. Ve también a Martin Schulz como próximo canciller en Alemania y sentencia que la salida a la difícil situación que vive Europa es la integración y el aumento de la productividad en economías como la española.
En el coloquio de anoche, celebrado en el madrileño Círculo de Bellas Artes, estaba sentado en primera fila el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, brazo derecho de Susana Díaz. En la federación andaluza y en el resto de las organizaciones que mayoritariamente respaldan a Díaz, empieza a surgir la gran duda de si ésta ha hecho bien eligiendo a Zapatero como compañero de viaje para su campaña, teniendo en cuenta la obsesión que demuestra por lavar su imagen y lo difícil que va a tener conseguir este objetivo.
El expresidente elogia el liderazgo de Susana Díaz y vaticina que el PSOE será el ganador de las siguientes elecciones generales
De hecho, en las filas del sanchismo se opina que el protagonismo de Zapatero y su respaldo expreso a la presidenta andaluza puede acabar favoreciendo a Pedro Sánchez, por mucho que la gestora, con quien este último ha pedido una entrevista para que juegue con neutralidad en la carrera hacia las primarias, vaya a intentar acentuar el legado del expresidente en políticas sociales y su identificación con posiciones nítidas dentro de la izquierda.
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