Política

Zapatero, presidente en la sombra: su tupida ‘telaraña de poder’ crece sin freno

Sánchez basa toda su estrategia de resistencia en el poder a partir de los consejos y maniobras de su antecesor

  • Zapatero y Sánchez en un mitin del PSOE -

En los últimos meses se ha hablado y se ha escrito mucho sobre el papel que juega José Luis Rodríguez Zapatero como asesor áulico de Pedro Sánchez. El leonés se ha convertido en el expresidente del Gobierno que menos se ha alejado del poder. Y que lo ostenta con puño de hierro, tanto por el supuesto bien del país como, también, para sus propios intereses personales.

Con despacho en Ferraz 70, sede del PSOE, pese a que no ostenta ningún cargo orgánico, la mano de Zapatero en las decisiones del Gobierno y del partido se nota cada día más. Como también su presencia en el cuartel general de los socialistas. Donde es habitual, al pasar por delante, ver su coche oficial aparcado en la acera de enfrente. Ejerciendo de ojos de Sánchez sobre la gestión de un cuestionado Santos Cerdán.

Política nacional

Ni el primer Gobierno de coalición con Podemos, ni el último gracias al apoyo de Junts, se entenderían sin la participación directa de José Luis Rodríguez Zapatero. En el año 2020 el acuerdo con los de Pablo Iglesias precipitó ese acercamiento entre el expresidente y Sánchez. Y su papel, en aquel entonces, fue más el de convencer a su predecesor de las sinergias que podían sumar los socialistas con los comunistas. Tres años más tarde, en 2023, su participación en los pactos postelectorales fue otra completamente distinta. Actuando, en nombre de Sánchez, para cerrar el acuerdo con Carles Puigdemont y ceder a cada una de sus exigencias.

De la misma forma que en su día intentó beneficiar a Cataluña en detrimento del resto de comunidades autónomas, con la concesión de un Estatut que creaba enormes diferencias entre territorios, Zapatero también ha convencido ahora que otorgar prebendas a esta autonomía, más concretamente al separatismo, es su mejor oportunidad para mantenerse en el poder. De hecho, explican históricos del PSOE, "es imposible de concebir la actual destrucción del modelo de Estado actual sin pensar en todo lo que inició Zapatero y que nos condujo al proceso independentista".

Tras arrinconar a Cerdán en las negociaciones con Junts, José Luis Rodríguez Zapatero se ha convertido en el hombre de referencia para Sánchez a la hora de negociar con Puigdemont en el extranjero. El presidente también ha acudido a él, a altas horas de la madrugada, para desencallar el bloqueo en negociaciones como la de la comisión de Hacienda, que le obligó a intervenir mediante videollamada con el fugado de Junts casi a la 1 una de la madrugada.

Zapatero rinde pleitesía a Maduro

Política internacional

La tibia respuesta de España al golpe a la democracia perpetrado por parte de Nicolás Maduro en Venezuela no se entiende sin la estrecha cercanía que tiene Zapatero con el dictador. Sus habituales viajes a Canarias, siempre en vuelo privado, tienen mucho que ver con sus negocios privados con la narcodictadura bolivariana. Pero también con erigirse una suerte de embajador no oficial del Gobierno de España.

Zapatero es de los pocos miembros del Grupo de Puebla que no ha censurado explícitamente el pucherazo electoral de Maduro en las pasadas elecciones. Aunque otros como el colombiano Gustavo Petro, aliado tradicional del chavismo, estuvieron al lado de los demócratas denunciando la manipulación electoral y rechazando acudir a la toma de posesión de Maduro en su reelección.

El exjefe del Ejecutivo, por su estrecha relación con el chavismo, también ha sido clave en la normalización de las relaciones entre el Gobierno y Caracas, como en la visita de la vicepresidenta Delcy Rodríguez a España -pese a tenerlo prohibido-. Ahí, sin embargo, se encontró con una piedra en el zapato. El auge de Víctor de Aldama, según personas que conocen bien lo que ocurrió, no le sentó nada bien a un Zapatero que vio peligrar sus negocios.

A nivel internacional, el papel que juega en el Grupo de Puebla y la buena relación que mantiene con los gobiernos de izquierdas de Latinoamérica, fue clave para que Sánchez pudiera ser encumbrado presidente de la Internacional Socialista.

El Poder Judicial

A Rodríguez Zapatero se le atribuye también una notable influencia sobre Pedro Sánchez en el diseño de una estrategia judicial, con cúspide en el Tribunal Constitucional, para no perder el control de los proyectos legislativos del Gobierno y la adaptación a la ley de las decisiones últimas sobre cuestiones políticas determinantes -la amnistía, por ejemplo-. Todo se basa, según fuentes jurídicas consultadas, en la lección aprendida por el PSOE de cuando gobernó Zapatero.

En 2006, su Gobierno inspiró la convulsa reforma del Estatuto de autonomía de Cataluña cuando sostuvo ante Pasqual Maragall que el Congreso aprobaría lo que aprobase el Parlamento catalán. Tras unas duras negociaciones -especialmente dirigidas por el fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba y Joan Ridao, de ERC-, el Congreso dio su visto bueno a un Estatuto que en su preámbulo sostenía que Cataluña se definía como nación. Aquella expresión no tenía valor jurídico vinculante, pero se introducía por primera vez en un texto legal que sí satisfizo a ERC, aunque fuese parcialmente y de modo insuficiente.

El Estatuto fue recurrido por el PP ante un Tribunal Constitucional que disponía por entonces de mayoría progresista. El PSOE, para aplazar su renovación, promovió una reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional para prorrogar automáticamente y sine die el mandato de María Emilia Casas, la presidenta del TC propuesta en su día por el PSOE. Zapatero creía garantizarse así un criterio favorable del TC a un texto que, como se demostró después por sentencia, vulneraba hasta una veintena de preceptos constitucionales.

La composición del TC, favorable entonces al PSOE, quedó alterada por la recusación -admitida- del magistrado Pablo Pérez Tremps, que había intervenido en la redacción de informes sobre el Estatut previamente. Su criterio estaba contaminado, y la mayoría afín a los socialistas en el TC se resintió. Después, fue el catedrático y magistrado Manuel Aragón Reyes, también avalado por el PSOE, quien en última se desmarcó, y el Estatut sufrió un varapalo que ni Zapatero ni ERC esperaban. De aquel episodio el PSOE extrajo una lección de la que Zapatero ha alertado a Sánchez: garantizar la mayoría férrea y militante del TC era fundamental para cualquier proyecto político que fuese una línea roja constitucional. Hoy el TC logrado por Sánchez no sólo tiene de su parte a la presidencia, sino también a la vicepresidencia, y su mayoría está blindada frente a posibles ´fugas´.   

La economía

Telefónica, compañía que se privatizó, pero que siempre convivió con la influencia política, es una de las grandes compañías donde los tentáculos de José Luis Rodríguez Zapatero. Javier de Paz es íntimo del que fuera presidente del Gobierno y actualmente es consejero de la compañía.

A pesar de que ha estado en la cuerda floja y su presencia en el órgano ejecutivo pendió de un hilo. De hecho, que José María Álvarez-Pallete tuviera la intención de quitarle el sillón en el consejo de administración para hacer hueco a Arabia Saudí le costó caro. Fuentes del sector explican a este periódico que Pedro Sánchez empezó a perder la confianza en el directivo por este movimiento, una primera piedra que terminó por edificar su despido de la operadora española.

De Paz fue nombrado por primera vez consejero de Telefónica en 2007, cuando Zapatero estaba al frente de Moncloa. Su última renovación se produjo en 2022, pese a que tres años antes había superado el período para poder continuar con la calificación de independiente. Pero Pallete le buscó acomodo y le nombró director de la Comisión de Regulación y Asuntos Institucionales.

El peso de De Paz no se limitó ahí y también ha sido nombrado consejero en diferentes etapas de numerosas filiales, como las de México, Argentina, Brasil y Telefónica Audiovisual Digital (Movistar+).

Los medios de comunicación

El poder mediático es otro en los que Zapatero ha conseguido tener influencia. El Grupo Prisa, siempre ligado al PSOE, ha sido un nido de hombres que han estado ligados al antiguo inquilino de Moncloa. Dos claros ejemplos son Miguel Barroso y José Miguel Contreras.

Barroso, que falleció recientemente, estuvo detrás de la estrategia de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y que, tras sus amores y desamores con el Grupo Prisa, llegó a tener una enorme influencia dentro de la cabecera de El País. Fue en 2003, con la invasión de Irak, cuando estrechó lazos con el expresidente para asesorar a Zapatero en su estrategia de comunicación.

Su valía le permitió escalar hasta la Secretaría de Estado de Comunicación. Tras los años más importantes del Gobierno de Zapatero, decidió dar un paso al lado para ocupar la dirección de la Casa de América.

Durante su etapa en el Gobierno, Barroso se esforzó en tener el control mediático y fue el artífice del apagón analógico para dar paso a la TDT, donde surgieron dos canales afines al PSOE: Cuatro, de Prisa, y La Sexta, de Globomedia. Este bagaje le sirvió para que Prisa lo fichara como miembro del consejo de administración y ampliar la influencia de Zapatero en el conglomerado mediático.

José Miguel Contreras es otra de las personas en las que se ha apoyado José Luis Rodríguez Zapatero para tener controlada la opinión pública. El creador y ex consejero delegado de La Sexta sigue manteniendo una “estrecha relación” con el político español, como indican fuentes de su entorno más cercano.

De hecho, la gran relación que también mantiene con Pedro Sánchez propició que Zapatero irrumpiera como gran valedor del actual presidente del Gobierno en la pasada campaña electoral para los comicios generales.

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